034. Batalla de Insectos

330 45 6
                                    

CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO.
Batalla De Insectos

Batalla De Insectos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

EL CAMPO FUE INVADIDO POR EL CELLO DE ORICHALCOS, MARCANDO el no poder dejar el duelo hasta que uno de los dos jugadores perdiera su alma

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

EL CAMPO FUE INVADIDO POR EL CELLO DE ORICHALCOS, MARCANDO el no poder dejar el duelo hasta que uno de los dos jugadores perdiera su alma.

—Empezaré mi turno convocando a la Avispa Feromona en modo de ataque —Weevil hizo su primera invocación—, colocare dos cartas boca abajo y terminaré mi turno.

Si había notado algo con el duelo de Joey y Weevil en Ciudad Batallas, era que las jugadas de aquel chico eran bastante engañosas —de por sí en general las cartas de insectos lo eran—, así que no debía de confiar demasiado, tenía que pensar en una buena estrategia que la hiciera ganar rápido. Robó una carta, encontrando que en su propia mano se encontraba la solución a lo que se podría llamar una excelente estrategia.

—Invocare a la Mariposa del Atardecer en modo de ataque y colocare una carta boca abajo —hizo su jugada, sonriendo de forma ligera cuando su contricante se empezó a reir por los 100 puntos de ataque que tenía su monstruo en juego—, activare el efecto especial de mi Mariposa y continuamente atacaré a tu Avispa.

—¡Ni lo creas tonta! Acabas de activar mi carta de trampa llamada nimesis, que me permite intercambiar mi poderoso insecto por otro diferente. Eligire al monstruo que esta a punto de ser atacado por tu Mariposa del Atardecer, y ahora mi Avispa Fermona regresa a mi mano —la carta de trampa quedó descubierta y aquel monstruo desapareció, trayendo al campo uno totalmente diferente—, y mi Oruga parasito ocupara su lugar.

NIRVANA, atemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora