Capítulo 8

1K 186 8
                                    

El lunes fui muy decidida a comenzar con el pie derecho en mi nuevo puesto de trabajo. Yo tenía metas y sueños. Quería comprar un auto y quería viajar. Deseaba adquirir una casa más grande y si no comenzaba a centrarme en mi trabajo, lentamente todo lo que había pensado en hacer, no se iba a cumplir.

Golpee despacio la puerta del despacho de Michael. Su recepcionista personal ya me había dado una tarjeta de acceso, pero no iba a pasar como si nada en mi primer día, además no sabía en donde estaría ubicado mi escritorio, como su secretaria.

— Pase. — Gruñó. Definitivamente, no estaba de humor, me di cuenta en el instante que entré y ni siquiera me miró. Me señaló el escritorio que estaba a unos escasos metros del de él ¿En serio en el mismo despacho? Me senté y desde su asiento siguió hablándome: — Al costado de esa agenda tienes las reuniones que deberás concretar para este mes. Llamar a todos los clientes y proveedores, concordar día y hora de reuniones y dejarlas anotadas. Como también es tu deber avisarme, con anterioridad, dichas citas, para poder preparar juntos lo que se dirá en la reunión. — Asentí con la cabeza. Tarea fácil. Yo era una chica organizada. Siguió dictando automáticamente. — Seguirás acompañándome a las reuniones y anotando todo lo que sea relevante. — Asentí. — Necesito que revises esas dos carpetas al costado de tu silla. Sé que tienes un título en contabilidad y me gustaría que eches un vistazo. Una es de mis gastos personales del mes pasado y la otra es de la empresa. — Seguí asintiendo con la cabeza y puse manos a la obra.

Tenía veinte clientes a los cuales llamar y cinco proveedores de materiales. Al final del día ya estaba todo escrito en la agenda, este mes sería agitado, por lo que pude notar. Tomé las carpetas. — Buenas tardes, señor Scott.

No me devolvió el saludo, pero al fin levantó la cabeza de su computadora. Me miró y, luego, le prestó atención a lo que me llevaba. 

— ¿Qué estás haciendo? — Preguntó, un tanto aturdido.

— Me llevo tarea a casa. — Admití, con una sonrisa levantando un poco las carpetas, que estaban agarradas debajo de un brazo, apoyadas en mi cintura y antes de que pudiera decirme algo salí. Sentí que me llamaba por mi apellido, decidí no hacerle caso y seguir caminando. Necesitaba distraerme, para no pensar y me encantaba trabajar con los números. Es por lo que había estado estudiando tantos años y no perdería el tiempo en comenzar.

Cuando llegué, Jensen estaba en mi puerta. — ¿Te retuvieron hoy? — Extendió su mano y agarró mis cosas, que se estaban por caer, mientras yo rebuscaba la llave para abrir la puerta de mi hogar. — No contestes eso. Sé que no tengo derecho. Traje comida italiana. — Agitó la bolsa que traía. Mi estómago hizo notar su falta de alimento diario, haciéndome recordar que no había probado ningún bocado al mediodía. Estaba absorta en mi nuevo puesto y quería hacer todo perfecto. Realmente, no me sorprendió encontrarlo. Él era así de insistente.

— Jensen no creo que sea buena idea. — Dije mientras dejaba las carpetas en la mesa y sacaba una botella de agua de la heladera.

— Solo como amigos. — Contestó, haciendo una expresión inocente, acompañado por un ligero movimiento de hombros, como restándole importancia a la situación. Era lindo.

Dudé por un instante, pero no quería ser descortés. 

— Okey. Siéntate ¿Quieres tomar algo? — Ofrecí amablemente.

— Lo que elijas para mí está perfecto. — Asentí, riéndome y fui a traerle un vaso con jugo de naranja que había exprimido esta mañana. Faltaba al menos una o dos horas para que sea mi horario de cena. Si comía ahora iba a volver a tener hambre antes de irme a la cama.

Estábamos hablando de gente que conocíamos en el pasado. Personas con la que compartíamos salidas y horas de nuestra vida. Desde que me alejé de él, me alejé de todo y de todos. No quería a nadie alrededor que me haga recordar a Jensen, suficiente tenía con mi propia memoria. Todo lo que me contó era predecible, ya que la gente de nuestro entorno se movía de una forma particular. Dinero, poder y escalar a como dé lugar. Mientras que yo siempre quise valerme por mi misma, sin necesidad de apoyarme en nadie.

Mi Futuro [Terminada]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora