A medianoche desperté. Sentí que unos grandes brazos reposaban a mi alrededor, como sosteniéndome. No me importo. Ni siquiera me moví. Volví a cerrar los ojos.
A la mañana siguiente estaba sola, el sol entraba por la ventana. Vi una nota en mi mesa de luz y la ignoré completamente. Me levanté a regañadientes, cerré las cortinas, fui al baño y volví a acostarme. Lloré y no encontré las fuerzas para salir hacia el trabajo.
Luego del accidente, después que salí del hospital, me pasó lo mismo. Mi madre consiguió un psicólogo para que venga a domicilio, ya que yo no quería salir, pero este al no lograr nada, dio la orden para que me trasladaran a un hospital mental. No recuerdo muy bien esa parte de mi vida y muchos fragmentos de mi pasado anteriores a este episodio, también se borraron. Poco a poco y con la ayuda de antidepresivos y otras pastillas que mantenían mis ataques de ira y autodestrucción a raya, fui saliendo de mi estado. Depresión postraumática lo llamaron. Me advirtieron que podía volver a ocurrir en cualquier momento, pero pensé que había aprendido a manejar los episodios.
No sé que día era. Tal vez jueves, tal vez viernes. No me interesaba. Me levanté, comí lo que sea que había en la heladera. No recuerdo ni que es lo que llevé a mi boca. No sentía el gusto, no olía, era como un robot, saciando las necesidades básicas del cuerpo humano.
Cerré los ojos un instante y me vi en el auto, sangrando. El impacto me había hecho volar por el parabrisas dejando mi cuerpo sobre al volante y lloré, otra vez. Volví a la cama. La cicatriz más grande estaba en mi cabeza, que gracias a un implante de cabello pudieron acomodar para que no queden evidencias notorias, pero si pasabas la mano, lograbas tocarla. Y luego, estaba la más dolorosa. La de mi vientre. Al tener un aborto por el impacto del choque y al estar perdiendo tanta sangre, los médicos decidieron hacerme una cesárea de urgencia. Mi vientre está marcado horizontalmente por debajo del ombligo. Y esa no tuve el valor para reconstruirla, me hacía recordar lo que perdí. Algo tan pequeño, fruto del gran amor de mi vida, todas mis ilusiones fueron robadas ese día.
Creo que Michael vino a verme todas las noches y Maggie en las mañanas. Si no eran alucinaciones, no sé por qué aparecía comida en mi heladera y más notas en mi mesa de luz. No me miré en el espejo, pero deducía que mi aspecto podría ser digno de una película de terror, debo estar horrorosa, pero tampoco me importa. Esta era mi realidad y si no les gustaba, que no volvieran a verme, ni a pasarse por mi casa. No hacía ningún esfuerzo extra, me limitaba a comer, ir al baño, asearme un poco y dormir. Cuánto más despierta estaba, más recuerdos atormentaban mi mente y ya no podía soportarlo. No lavé ropa, porque no usaba nada más que un simple camisón de verano y ropa interior básica, que tenía en el primer cajón de mi cómoda, al alcance de mis manos. No lavé los platos, porque no tenía ganas. No limpié mi casa, ni saqué la basura. No hacía absolutamente nada, estaba sin energías.
- Ya pasará. - Me dijo una voz gruesa a mitad de la noche y yo quería creerle, pero no pude alcanzar a contestarle, cerré los ojos y me dormí, otra vez.
Sentí voces en mi comedor. Traté de centrarme en lo que decían.
-Señor Scott, Katherine está sufriendo, no puede obligarla a levantarse.
- Pero Maggie se está haciendo daño por mi culpa, su cuerpo no aguantará mucho tiempo así. Debería haber parado a Tina. Debería haberla echado en cuanto entró y la miró. Mierda. - Su voz tenía un tono mezclado de frustración y dolor.
- Scott, - Dijo Maggie con voz fuerte y segura - ¡Para! ¡Para ahora mismo! No ganas nada intentando echarte la culpa. Piensa. Katherine está mal, hay que trasladarla o llamar a alguien que sepa del asunto, nosotros no somos especialistas para poder resolverlo.
¿Querían llevarme a un loquero? Por supuesto que no, eso no lo lograrían. Otra vez no iba a pasar por la misma mierda. Obligué a mi cuerpo a que respondiera y se levantara. Me puse la bata y caminé hacia donde estaban. Los dos se sorprendieron al verme.
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Mi Futuro [Terminada]✅
RomanceKatherine Rhys es mi nombre. No tengo idea de que voy a ser de mi vida de ahora en adelante, pero sé que en algún lado mi personaje favorito, espera conocer su protagonista principal. De algo estoy segura, nadie se merece sufrir tanto para poder alc...