La verdad de un amor (Pepa Madrigal x Lector)

Parte 7

~Primer beso~

Pepa y yo estábamos tiradas en el suelo de Casita mirando las estrellas en posiciones opuestas pero con su rostro cerca al mío.

-Y/n, ¿alguna vez te has enamorado? - Me sonroje un poco cuando Pepa me hizo la pregunta.

-Bueno, yo... No, creo que no.

-Eres muy bonita así que no me sorprendería que los chicos se te declaren.

-Nunca me enamoré de un chico y nunca lo haré. ¿Sabes? Creo que estaré soltera para siempre, genial ¿no?

-Oh, si... genial. - Creo que Pepa no estaba tan animada con mi respuesta, pero ¿cómo le digo que si me he enamorado, pero no de un chico?

-Yo creo que si estoy enamorada.

¡Ay, no puede ser!

-Bueno, Felix es un gran chico, y si he notado como se miran y lo feliz que le hace a la abuela.

-Sí, Felix es un gran chico.

¡¡Felix te aseguro que saliendo de aquí te voy a ahorcar!!

-Pero no hablo de él.

Wa– Qu– ¿Quien?

-¿Y/n?. - Creo que me quede mucho tiempo callada.

-Sí, sigo aquí. - Pepa movía una mano al frente de mi cara. - Entonces, ¿quién es?

-No creo que deba decirlo, además esa persona jamás me verá.

-¿Es una broma? - Me apoyé en un codo mirándola a los ojos. - Eres la más bella del pueblo y estoy muy segura del país, del mundo! Cualquiera sería afortunado de tenerte y de poder amarte.

-¿En serio piensas eso?

-Claro que sí!

-Ay, ¿qué sabes tú del amor? Nunca te haz enamorado y no piensas enamorarte. - Se comenzó a formar una pequeña nube sobre Pepi.

-Bueno, digamos que si me he enamorado una vez.

-¿Por qué no me dijiste? ¿Quién es? Cuéntamelo todo!!!

-¡Pepa calmate! ¡aaahhh!. - Pepa me tomó del cuello de la ropa y un mini huracán me despeinaba los cabellos.

-Okey me calmo, pero cuéntame.

-¿Podríamos recostarnos de nuevo? Me da vergüenza contarlo mientras te miro a los ojos.

-¿Qué tienen mis ojos? - Puso la mirada mas tierna que pude haber visto, con duda y un poco de enojo pero es que no podía decirle que me perdía en ellos.

-Ah, ammmm, nada, solo... acuéstate. - Volvimos a la posición del principio. - Esa persona está llena de energía, algo complicada pero cada vez que estoy con esa persona, siento que mis días grises se iluminan. - Pude sentir como Pepi giraba lentamente hacia mi, mi mirada aun puesta en el cielo estrellado.

-Continua. - Dijo en un susurro.

-Bueno, tiene una mirada que me derrite, cuando sonríe siento que no existe nada malo en este mundo, y cuando danza... mi cuerpo se estremece, cada movimiento mueve mi corazón y me conquista por completo. - Pepi estaba casi con su rostro al frente mío.

-¿Cómo se llama?

-Ella...

-¿Ella? - Sentía que sudor bajaba por mi frente, sus ojos estaban en los míos y el miedo solo incrementaba.

-Su nombre es tan único y hermoso como ella. - Me llene de valor. - Pero para mi siempre será mi vida, mi solecito.

Pensé que había sido muy obvia pero me lleve una gran sorpresa cuando sentí los labios de Pepa encima de los míos, mis ojos se abrieron más de la sorpresa y Pepa tenía sus ojos cerrados agresivamente.