Parte 15

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A/N: Hola a todos, quiero agradecerles, ¡5.8k de vistas no puedo creerlo! Muchas gracias a todos, este capitulo es mas largo para celebrar nuestro éxito. Tambien quería también avisarles que en el capitulo anterior agregue una imaginen y es probable que haya mas en los capítulos siguientes. ahora si a seguir con nuestra historia...

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Pepa y yo empacamos un par de maletas para nuestro viaje, no iba a ser en un lugar muy lejos pero sí por varios días. Confié la seguridad de la familia a Isabella y Luisa, y de cabeza estaba la Abuela, como siempre; aunque mis hijos ahora iban a obedecer todo lo que Julieta y Agustín le manden. No había mucho problema en eso, aunque Camilo siempre quería repetir y Julieta a veces no lo permitía porque mi querido hijo era capaz de dejar al pueblo sin alimento.

-Volveremos más rápido de lo que piensan. - Pepi le dio un gran abrazo a Antonio que no quería dejarla ir.

-Dolores estás a cargo. - Bese la frente de mi hija mayor y le di un fuerte abrazo.

-Cuidense mucho. - Me susurro.

-Siempre, mi princesa. - Le respondí en el mismo tono.

-Camilo ven.

-Podemos ahorrarnos los abrazos.

Este chiquito estaba creciendo y entiendo que le puede dar algo de vergüenza mostrar cariño, más cuando la pequeña Munna estaba cerca, pero era mi hijo y yo quería un abrazo. Aun así...

-Está bien, cuídate mijo. - Le di un beso en la frente y repose mi mano en su hombro, lo amo y jamas lo obligaría hacer algo que no quiere, aunque cuando llegue planeo llenarlo de besos y estrujarlo con mis abrazos. - Los vamos a extrañar.

Me subí al caballo y tomé la mano de Pepi para ayudarla a subir, las maletas amarradas. Mi Pepi agarrada fuertemente a mi cintura. Camilo y yo nos miramos y nos dimos un 'adios'. Estire las riendas con fuerza y el caballo comenzó a correr.

Pasamos por el pueblo, algunos despidiéndose y Pepi respondiendo con la mano, el frío viento golpeando mi rostro, y el calor de mi esposa envolviendo mi espalda, eramos solo Pepa y yo, como dos jóvenes enamorados escapando de nuestros padres para ser felices por siempre; no me malinterpreten, amo a mis hijos y mi familia, pero tener momentos donde solo somos ella y yo, son necesitados y muy liberadores. Me sentía tan–

-¡Espereeeeen! ¡Altooooooo!

¿Quién está gritando?

Paré el caballo y Voltee a ver quien gritaba, Pepa también volteo por la curiosidad. ¿Nos habremos olvidado algo? Al fondo pude ver a una persona muy pequeña con un gran poncho amarillo perdiendo el aire.

-¡CAMILO!- Grité para saber qué pasaba.

-¡POR FAVOR NO TE VAYAAAAS! - Gritó a lo lejos con la voz quebrada.

Mire a Pepa que me dio un suave beso y me ayudó a bajar del caballo, corrí hacia Camilo, sus lágrimas se hacían más notorias y vi como se transformo en alguien más alto para llegar más rápido a mis brazos.

-Perdóname, no, n-no quiero que te v-vayas... - Su voz se quebró y comenzó a llorar mientras lo abrazaba.

-Mi querido hijo, solo serán por unos días, y créeme que te extrañaba como no tienes idea todo ese tiempo. - Le llené el rostro de besos y lo abracé fuerte.

-Te voy a extrañar mucho. - Nos quedamos en un silencio cómodo hasta que Pepi se unió. Hablamos unos minutos antes de despedirnos, de una buena forma y pude ver su pícara sonrisa de nuevo.

Cabalgué de nuevo y Camilo nos despidió hasta que ya no podíamos verlo.

Es el más cariñoso de los tres aunque no quiera admitirlo.

La verdad de un amor (Pepa Madrigal x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora