Parte 33

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El embarazo no fue tan sencillo, Pepa tenía constantes cambios de humor y tantos antojos que Julieta tuvo que parar con el pueblo por un tiempo para poder darle a Pepa todo lo que pedía.

-Julieta no debes hacerlo, yo puedo cocinar para Pepa.

-Y/n, la última vez que lo hiciste no salió muy bien.

-Pero sé cocinar.

-Lo sé, pero no lo que ella pide, además no me molesta, solo me preocupa dejar abandonado al pueblo.

-Hmmm creo que en eso Bruno y yo nos podemos encargar.

-¿En serio? pero no tienen mi don.

-No te preocupes, sé qué hacer.

Fui en busca de Bruno y le dije que ambos nos encargaremos de sanar al pueblo cada que la familia vaya a servir con sus dones.

-Así que seremos tú y yo.

-Pero ¿cómo lo haremos Y/n?

-Déjalo en mis manos, será pan comido. - Le extendí una prenda blanca.

-¡Ooooh ya se! usarás tus poderes para sanarlos, es cierto tu tienes dones también, ¿qué haré yo entonces?

-Ammm, no usaré mis poderes Bruno.

-Pero entonces ¿cómo?

-Mira y aprende.

Ambos nos pusimos las batas blancas y pusimos un puesto en el centro de la plaza, Bruno diseñó un cartel y yo lo pinté.

-"Puesto sanador, si tiene un malestar aquí lo ayudamos"

-Me gusta, pero falta algo. - Bruno me miró con duda pero luego entendió lo que decía y agregó algo más al cartel. "Pague con una empanada" - ¡Exacto!

-Así no nos moriremos de hambre. - Nos dimos la palma y nos sentamos a esperar.

-Disculpe, ¿dónde está Julieta?

-Por temas personales no podrá venir por los últimos meses. - Le respondí al joven.

-¿Meses?

-Sí, ¡pero no se preocupe! ¡Aquí estamos nosotros para ayudarlo! - Bruno dijo emocionado.

-Bueno, vine porque tengo un extraño dolor en mi brazo, cuando lo muevo me duele, justo aquí. - El joven señaló la zona de su hombro.

-Hmmmm. - Bruno y yo nos acercamos a ver. - Sí sí, creo que esta clarísimo lo que es. - Dije yo.

-Sí, también puedo verlo.

-Vamos a tener que cortarle el brazo.

-¿Qué? - El joven entró en pánico. Golpee a Bruno en la cabeza al escuchar su comentario.

-¡Tarado lo asustas!

-Lo siento. No, ya en serio. Usted tiene... mmmm... dolor de brazo.

-Buena genio. - Le dije a Bruno.

-¿Que acaso no es? - Llevé mis dedos al puente de mi nariz.

-Bruno por favor, es obvio que es dolor de HOMBRO.

-Ohhh cierto, ¡de hombro!

-Te falta mucho, pero no te preocupes yo te enseño.

-Okay creo que mejor me iré, por favor me avisan si Julieta puede llegar antes o si no yo voy a su casa.

-No no, ¿qué dice? aquí nosotros lo ayudamos.

-Sí, ahí dice en el cartel.

-Bueno... ¿Podrían darme algo para bajar el dolor?

La verdad de un amor (Pepa Madrigal x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora