Parte 9

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~Día de la boda~

-¡Pepa! ¿cuánto vas a demorar?

-Félix ¿qué haces aquí?

-Y/n, ¡Estas aqui! Gracias al cielo, necesito tu ayuda.

-Disculpa, Y/n y yo estamos hablando, ¿podrías irte?

-Pepa, entiendo que estés enojada, creeme que no es mi día favorito tampoco.

-¿Espera, qué?

-Acepté el matrimonio por mis padres, yo quería salir, viajar y conocer al mundo, bailar todas las canciones que existen pero no podré hacerlo más. Supongo que sufriremos juntos.

-¡Espera! Tengo una idea.

-¿Cuál?

-Felix, cumplirás tus sueños y yo tomaré tu lugar.

-¿QUE? Pero cómo piensas–.

-Confía en mí, vete, yo me encargare de todo.

-Esta bien, por favor cuidense ambos, nos veremos de nuevo algún día. - Félix tomó mi poncho para cubrirse y salió corriendo sin que nadie lo viera.

-Y/n ¿estás segura? Tendrás que ser otra persona por mucho tiempo.

-Podemos hacerlo Pepi, solo hasta que encontremos el momento ideal para decirles a todos quienes soy y me acepten en los Madrigal.

-No podría obligarte a hacer esto, sacrificar tu vida por mi.

-Mi Solecito, por ti, haría lo que sea.

Ambas nos besamos y juntamos nuestras frentes.

-Iré al altar, te estaré esperando ahí.

-Te amo, no tardaré.

-Nos dimos un beso y tomé la forma de Felix.

-Pepa ¿cómo te sientes? Sé que no estabas tan feliz con la boda pero todo estará bien.

-Bruno no pasa nada creeme.

-¿Estás bien?

-Si todo esta bien, voy a casarme con Felix, y todo está bien, es Felix, obvio es él.

-Estás sudando.

-¡Bruno ya cállate!, yo estoy tranquila y no estoy sudando

-¿Segura? Parece como si fuera a llover jajaja

Un huracán se formó por los nervios de Pepa, ella temía que alguien se enterara de la verdad.

-Oh oh, Pepa cálmate, no lo decía en serio.

-¡¡Brunoooo te odiooooo!!

-¡Ahhh ayudaaaaa!

Después de una pequeña correteada bajo un huracán y lluvia, había llegado el momento decisivo.

-Felix Hernandez, ¿aceptas a Pepa Madrigal como tu esposa?

-Sí, acepto. - le guiñé el ojo a Pepi.

-Y Tu Pepa Madrigal, aceptas a–.

-SIII

-Oh, bueno, entonces los declaro Marido y mujer, puede besar a la no–.

Pepi saltó hacia mí y me besó con muchas ganas, yo le respondí igual.

-Jóvenes... - Dijo el cura.

No fue una boda bajo el sol y con el cielo despejado como era esperado, o mejor dicho, deseado por la Abuela. Pero fue un día de regocijo.

~Presente~

La verdad de un amor (Pepa Madrigal x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora