La verdad de un amor (Pepa Madrigal x Lector)

Parte 13

-TODOS. Vayan al cuarto de Antonio. Toñito mi amor, que el jaguar resguarde la puerta. LUISA, ISABELLA, Ustedes quédense conmigo.

-Mamá yo quiero ayudar, por favor.

-Camilo es muy peligroso.

-Me convertiré en lo que desees, sé que soy inútil cuando soy yo, pero me transformaré para poder ayudarte.

-¡Camilo dije que NO!, no voy a arriesgarte.

-Pero ma–

-LUISA Bloquea la entrada. ISABELLA, crea cactus alrededor de Casita, necesitamos un muro nuevo que nos proteja y al pueblo.

Era la primera vez que hablaba con una voz tan seria y potente, pero necesitaba que todos me presten atención y estén a salvo antes que nada.

-¡Camilo!

-¿Si? - Volvió a mirarme con algo de esperanza en sus ojos.

-Eres mucho más útil siendo tú de lo que imaginas, pero no me perdonaría que te hicieran daño.

-Soy más fuerte de lo que piensas.

-Ve con tu madre y tus hermanos, protege a la familia, pero siendo tú.

-¿Siendo yo?

-Eres el mejor para esto, anímalos y mantenlos fuera de preocupaciones.

-NI CREAS QUE TE DEJARE SOLA

-¡Pepi, amor, debes irte!

-¡Tía y/n! ¡El muro está listo!

-Ya bloquee las entradas, será imposible que muevan esas rocas.

-Perfecto Luisa, bloquea la puerta principal apenas salga.

-¿Estás segura?

-Y/N SI QUIERES HACERTE LA HEROÍNA ARRIESGANDO TU VIDA ESTAS MUY MAL.

-PEPI, AMOR DE MI VIDA, POR FAVOR VE CON EL RESTO.

-A MI NO ME LEVANTAS LA VOZ

-¡MI AMOR!

-¡¿POR QUÉ ESTAMOS GRITANDO?!

-CAMILO ENTRA A LA CASA

El sonido comenzó a incrementar y nos quedamos Pepa y yo afuera, no sabía que iba a venir y ahora tenía que preocuparme también por proteger a Pepa.

Creo que tendré que usar mi otro pod–

Un huracán comenzó a formarse y pude ver a Pepa enojadisima moviendo el pie y con los brazos cruzados, verla me distrajo y no noté que los polizones ya nos habían visto.

-Mi amor, perdoname por gritar–

-¡Y/n, cuidado! - El huracán empujó a las personas lanzándolas contra unos árboles dejándome completamente a salvo, no pudieron ni ponerme un dedo encima, vi los cuerpos caer inconscientes y miré sorprendida a Pepa.

-De nada.

-Amor ¡Pudieron haberte herido!

-Tengo más control de mi don de lo que crees, y no iba a dejar que lastimaran a mi esposa. - Pepi tomó mi poncho y me jaló hacia ella para darme un beso posesivo. - Ahora veamos quienes son los que se atrevieron a interrumpir mi perfecta boda.

Pepa sí que estaba enojada, sentía miedo pero creo que era más por mi propia esposa que por los invasores.

-¡Hey! ¿Quiénes son ustedes? - Con el asta de mi lanza les di pequeños golpes para despertarlos.