Parte 31

731 78 130
                                    

Hola... Padre

-¿Padre? ¿Cómo osas a llamarme así? Maldito hijo de–

-OKAY, primero que nada, córtala con tu lenguaje de castillo a nadie le impacta, y segundo, cuida tu lenguaje hay damas aquí.

-Buena Y/n. - Pietro me dio la palma y nos dimos un golpe como apoyo.

-No perderé el tiempo hablando con un campesino de sexo dudoso.

-Wow, ¡eso ya es personal!

-¿Cómo que sexo dudoso? ¡Más respeto a mi esposa!

-¿Esposa? ¿Eres mujer?

-¿En serio pa?

-¿Ella fue tu hija por 6 años y nunca lo supiste?

-Pensé que era un niño, aunque ahora todo tiene sentido, era demasiado cobarde y débil.

-¡Okay hasta aquí llegaste!

-¡No Pepa espera! - Pepa le lanzó un rayo y sus huracanes sacaron a la mayoría volando. El rey se levantó y sacó una lanza con una piedra brillante. - ¡PEPA ATRÁS!

Un brillo salió del arma neutralizando los poderes de los que estaban cerca de él. El huracán cesó en la zona donde estaba parado el rey.

-Veo que no eres la única con secretos. No me digas, ¿te cogiste a una de tu clase para mantener la "sangre pura"? Pensé que no creías en esas cosas.

Si cree que le puede faltar el respeto así a mi amada y quedar ileso está muy equivocado.

-Y me la cogí muy rico, gracias por tu interés.

-Qué ra–

-Y/n, no queríamos saber eso. - Dijo Pietro tapando sus orejas.

-No es muy noble de tu parte meterte en temas tan íntimos. - Le dijo Escarlata al rey.

-Lizzie, Pietro, bloqueen sus oídos. - Mencionó Pepa mientras se movía detrás mío. - En realidad si queremos mantener nuestra sangre pura, lejos de la suciedad que hay en la tuya, y no solo me cogió, me desposó y me hizo la mujer más afortunada. Sé lo que le hiciste y créeme que no desperdiciamos esta oportunidad para darte lo que mereces. Mi amor. - Pepa me miró con sus ojos de orgullo y luego miró al rey. - Muestrale.

¡¡AHORA SI!!

Extendí mi lanza y la puse con fuerza en el suelo, una sonrisa de lado y el enojo en mis ojos fue suficiente para hacerlo temblar, los soldados del rey se pusieron a su lado, era un lugar grande y abierto, nada de árboles entre nosotros, la zona de batalla duplicaba la del Encanto, una fría brisa. Éramos 4 contra cien.

-Ataquen.

Los soldados comenzaron a acercarse y Pepa quiso tirarlos pero sus poderes eran bloqueados por el rey así que decidí ponerme en frente de todos y al golpear mi lanza la onda de luz que emanaba de la del rey está la bloqueó.

-Sí, bueno... tus trucos no funcionan aquí.

-Encárgate de él, nosotros pararemos al resto. - Dijo Pietro alistándose para correr y haciendo estiramientos.

-Ten cuidado mi amor. - Pepi me dio un tierno beso.

-Esto será muy fácil. - Murmuró Escarlata mientras se elevaba en los aires con poder emanando de sus palmas y ojos.

-Pan comido de verdad.

¿Quién dijo eso?

-¡AN! ¿QUÉ HACES AQUÍ?

-¡No iba a dejarlos solos!

-¿Munna? y tú qué–

-No podía dejar a mi hermana venir sola.

La verdad de un amor (Pepa Madrigal x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora