Prefacio

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Decisiones

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Decisiones.

Nuestra vida está llena de ellas; donde tenemos la oportunidad de ir formando poco a poco nuestro futuro a medida que vamos optando por las que creemos y estamos casi seguros que son las mejores opciones para nosotros, que nos permitirán conseguir todo lo que anhelamos y de esta manera tener la satisfacción de haber logrado lo que alguna vez llegamos a soñar. Sueños que en muchas ocasiones se quedan en eso, simples sueños que al final no somos capaces de alcanzar porque, a veces la vida está tan ensimismada en nosotros que nos es imposible poder avanzar.

Seamos sinceros. ¿Cuándo las cosas son tan fáciles?

La respuesta es muy sencilla como lo complicada que puede llegar a convertirse la situación. Nunca. Las cosas nunca llegan a ser fáciles para nadie, ya que incluso muchas veces llegas a convertirte en alguien tan egoísta que solo se preocupa por sí mismo, buscando una perfección idealizada para poder ‹‹encajar›› ante una sociedad que cada vez está desmoronándose, a medida que las personas simplemente intentan hallar algo que sea capaz de llenarlos. Lo único que desean es sobresalir, yo deseaba sobresalir.

Cada una de las decisiones que tomé en mi pasado, me han convertido en la persona que hoy en día soy, y no tienes la mínima idea de todo el arrepentimiento que cargo por lo que llegué a hacer y mucho más por lo que no fui capaz de hacer. Es algo con lo que aprendí a vivir, algo que me perseguirá hasta el final de mis días.

Una decisión no solo te afecta a ti, sino también tiene repercusión con las personas que están a tu alrededor, amigos, familiares, conocidos y hasta incluso en completos desconocidos. La mayoría del tiempo no estamos al tanto que cada pequeña decisión tomada trabaja de acuerdo con el principio del efecto bola de nieve, puesto que, si bien en un inicio creemos que las repercusiones solo son pequeñas e inofensivas, todo cambia a medida que las secuelas van creciendo y acaparando a más personas en su camino, más vidas que se ven influenciadas por tu decisión, ya sea en mayor o menor medida. La cuestión es que todo repercute en todos, quizá no en ese mismo instante, pero te puedo asegurar de que lo hará, en algún momento lo que has decidido les afectará, y sus decisiones también ejercerán poder en ti. Todo es un ciclo sin fin.

Cada día tenemos una lucha interna: ¿Qué es mejor para mí?, ¿qué debería hacer?, ¿qué pasaría si?, ¿ahora qué? Y muchas más interrogantes que aparecen en nuestras cabezas al instante de tener que optar por la decisión más adecuada para nosotros. Desde nuestro nacimiento nos adentramos a un juego constante con nuestro destino, cada acción consciente como inconscientemente tiene suficiente poder para determinar nuestro crecimiento en todos los sentidos. Me gustaría decir que es un juego sin fin, pero la verdad es más que obvia, existe un fin para esto, uno que todos compartimos. Todo acaba con nuestra muerte, es el fin del juego al que llamamos vida.

Desde ese día, mi presente y futuro fueron marcados por una decisión, una decisión que arrasó con todos sin tener la mínima misericordia de nada ni nadie, y lo único que pido, es una oportunidad más.

Mi ambedo, tu litost (#PGP2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora