Capítulo 8: Tregua de un día para no terminar arrastrándonos (Kerrick)

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Kerrick

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Kerrick

¿Alguna vez han odiado a una persona con solo conocerla? Es decir, nunca la has visto en tu vida, pero cuando por fin se da el encuentro, lo único que piensas es: Me cae mal. Sé muy bien que es un odio infundado y sin sentido alguno, puede ser que tu idea cambie cuando ya hablen; sin embargo, el tal Blake me cayó mucho peor cuando decidió hablar.

Aún no he procesado la idea de que deberé estar en la misma lista que ese chico privilegiado del BA. No me dio una buena impresión cuando recién entró en el despacho, pero en el momento que me miró con esa expresión de "me aburre solo ver tu cara", no pude evitar responderle con mi bello dedo del medio. Él se lo ganó a pulso.

Además, ahí no acaba nuestro primer gran encuentro. Amy me recordó que no teníamos tiempo y debíamos acordar cómo lograremos conseguir las firmas, así que lo fui a buscar para que se uniera a nosotros. ¿Saben lo que hizo? Ignoró por completo cada uno de mis llamados como si no me estuviera dirigiendo a él, entonces cuando me acerqué y lo sostuve para que me prestara atención, se comportó como un completo idiota.

Joder, solo recordar que me amenazó por agarrar su brazo hace que mi enojo vuelva. ¿Tendrá complejo de principito? Es alguien realmente molesto, dudo que podamos coincidir en algo o llegar a cualquier acuerdo razonable. Y lo peor de todo, tengo al enemigo infiltrado en mi propia lista y no puedo hacer nada porque lo necesito para que la lista no desaparezca.

También casi olvidaba el insignificante resultado suscitado por nuestra discusión en pleno pasillo. Caí en su provocación y terminé aceptando aquella apuesta absurda, pero nadie puede culparme porque él fue quien comenzó con esos comentarios innecesarios, y comportándose como un total pretencioso. Me dijo patético cuando solo intentaba ser sensato, ¿qué está mal con ese chico? Sus aclaraciones eran por completo absurdas y sinsentido, ¿quinientas firmas en un día? Estoy seguro de que ha perdido la cabeza, esa es la única explicación a las estupideces que suelta. Sí, no hay otra...

—Planeta Tierra llamando a Kerrick, ¿hay alguien ahí? —siento unos golpes suaves en la cabeza que me hacen volver a la realidad—. Vaya, creo que su última neurona acaba de morir.

—Boba —desordeno su cabello porque sé cuánto lo odia—, solo estaba pensando.

—Has estado así desde que llegaste de la reunión para conocer al nuevo miembro —interviene Nhoa—, ¿en serio es tan malo?

—Por supuesto, ese chico será un grano en el cu... —la mano de mi amiga no me deja seguir hablando.

—Deja de ser un exagerado, Blake es un buen chico—suspira antes de continuar—, pero parece ser que ambos reaccionaron con solo verse, porque las malas miradas comenzaron a volar de un lado a otro en cuestión de segundos.

—Si no hubiera sido por esa expresión prepotente y el suspiro que lanzó, no tuviera ningún problema —defiendo mi posición, yo no empecé nada.

—¿Quién le sacó el glorioso dedo corazón frente al profesor? — clava sus dedos en mis costillas haciendo que ría—. ¿Quién le jaló de la corbata? —no puedo evitar reír más fuerte, soy alguien muy débil cuando de cosquillas se trata—. Si no hubiera llegado, algo peor pudo haber sucedido.

Mi ambedo, tu litost (#PGP2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora