¿Cómo es posible que siempre se llegan a enterar de todo? Incluso lo hacen antes que los mismos profesores o alumnos, están muchos pasos adelante.
Pero lo peor es que de inmediato vienen a arruinarme una buena semana con unas cuantas palabras. No necesitan nada más que abrir la boca para soltar desatinos, eso es más que suficiente.
Y como si no fuera bastante martirio tener que soportarlo en casa, también sucede que en el colegio debo aguantar a los profesores y al coordinador haciendo sus comentarios incómodos en frente de mis compañeros.
¿Por qué se siguen comportando así? ¿No entienden que solo consiguen ponerme en una situación desagradable en el curso o que podrían afectar en la autoestima de los demás?
Se hacen llamar educadores, pero no desempeñan su papel como deberían.
¡Qué gran molestia! Por fin todo comenzó a tranquilizarse y las cosas salían bien, tanto así que inclusive los cansinos dolores de cabeza que eran constantes habían desaparecido.
Mas no pudo durar un poco más porque, por supuesto, nada va bien en mi vida cuando así lo quiero, algo tiene que suceder para arruinar cualquier mínimo momento de paz.
Y esta vez es debido a la ceremonia de reconocimiento de los mejores alumnos del año lectivo pasado, la cual se llevará a cabo el treinta de este mes.
Si a eso le sumamos que mañana son las votaciones y el lunes la revelación de la lista ganadora, ya ni siquiera debo explicar cuán pesados han estado mis padres.
La situación me ha estresado tanto que en muchas ocasiones he estado a nada de mandarlo todo al carajo e irme a olvidar mis contratiempos con ayuda de Ethan, pero luego me detengo y pienso en que he podido controlar (sorprendentemente) mis ganas de ingerir algo por un tiempo.
Tampoco es que lleve meses, porque hace casi dos semanas ocurrió el suceso donde entré al despacho de mi padre, sin embargo, creo que he hecho un buen avance que ni siquiera estaba buscando. No quiero perderlo justo ahora.
Intentaré sobrellevar esta situación lo mejor posible, mucho mejor de lo que la he estado llevando estos días, pues debo admitir que me he comportado muy borde con los demás.
Más de lo normal.
Aparte de mi molesta con mis padres y los maestros, también tenía demasiadas tareas que terminar a tiempo y unas cuantas lecciones para las cuales prepararme, así que mi paciencia y ganas de soportar a cualquier persona disminuyeron a niveles muy bajos.
Ni siquiera me aguantaba yo, mucho menos iba a aguantar a alguien más.
Y supongo que por ello fue que decidí ignorar a los chicos de la lista que me escribían. O al menos así fue hasta ayer, pues Sam se cansó de mi actitud y vino a encararme de una buena manera, convenciéndome de que me les una hoy en la hora de descanso para hablar y discutir qué hacer en la tarde.
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Mi ambedo, tu litost (#PGP2022)
Teen FictionBlake Graham y Kerrick Mills, dos chicos que lo tienen todo, sin necesidad de envidiar a otros porque a ambos se los puede considerar la crème de la crème en el instituto privado GPDG's. Pero a pesar de ello, en su vida se han dirigido la palabra, n...