Capítulo 11: El extenuante sentimiento de no recordar pero sentir (Blake)

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Blake

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Blake

Los colores del atardecer son realmente hermosos, aquella mezcla de calidez en el cielo da una sensación de estar presente ante una gran obra de arte que solo se puede admirar, mas nunca llegar a tocar. Pero como todo en la vida, no dura para siempre, poco a poco la oscuridad se va expandiendo y devorando todo a su paso, dejando un firmamento en total penumbra.

¿Por qué no hay ni una sola estrella iluminándonos? Quizá sus vestigios, de lo que alguna vez fueron, acaban de llegar a su fin; sus existencias quedarán en el olvido, es un hecho que no se puede evitar por más que queramos, es inevitable, nada ni nadie puede escapar de ello.

Percatándome del movimiento nocturno tan monótono en la ciudad, acabo de recordar cuán aburrido me parece todo, no hay nada que valga la pena para siquiera esforzarme en continuar, pero aun así lo hago. Solo se debe perseverar en avanzar día tras día, incluso si no hay suficiente motivación o ésta falte por completo, porque he escuchado a muchos decir que cuando menos lo esperamos, encontraremos una razón para seguir...

¿Pero qué sucede si ya me cansé de esperar? No, estaría mintiendo con esa pregunta, más bien debería ser: ¿Qué sucede si no me interesa encontrar un motivo para seguir?

La vista es tan deprimente desde aquí, y eso que cualquiera pensaría que desde la azotea de un edifico de treinta pisos todo luciría genial. Lo único interesante que encuentro desde esta posición es cómo se percibe a los transeúntes y carros, lucen tan pequeños como si fueran hormigas yendo de un lado para otro.

¿Qué se sentirá volar?

Apostaría que la sensación de elevarse por los aires debe ser liberadora, pero soy más de caídas libres, sentir el vértigo de desplomarse y no parar, seguir cayendo sin poder hacer nada para detenerlo. Sí, creo que eso me daría un sentimiento de libertad auténtico.

Quiero caer.

Lo único que debo hacer es pasar esta baranda frente a mí, una vez hecho, tengo la vía libre...

¡Hermoso! El cielo acaba de iluminarse por completo de un magnífico azul eléctrico, largos trazos imperfectos se dibujan por todo el manto oscuro, el silencio absoluto desaparece debido a los poderosos estruendos que anticipan una gran tempestad.

—¿No crees que esto es más que suficiente para seguir luchando? Porque para mí sí lo es.

A mi izquierda aparece alguien llamando mi atención, regreso a ver dudoso porque no logro reconocer quién es, pero por alguna razón me siento cómodo y en confianza. Está vistiendo una chaqueta negra encima de una sudadera blanca, un pantalón y zapatos oscuros; luce bien.

Se acerca un poco más mientras sigue observándome, como si esperara una respuesta de mi parte, mas no sé qué decirle, incluso acabo de olvidar su pregunta.

—Estoy seguro de que pronto encontrarás aquello de lo que todo el mundo habla, o quién sabe, es posible que ya está más cerca de lo que imaginas —eleva sus manos y las coloca sobre mis hombros—. Necesito que me prometas algo, es lo único que te pido... Si en algún momento debes elegir entre volar y saltar, entonces, por favor, elige volar.

Mi ambedo, tu litost (#PGP2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora