Kerrick
Desde que me levanté, el entusiasmo recorre por cada una de mis células y el nerviosismo se evidencia por el jugueteo de mis dedos y el temblor de mi pierna izquierda, el cual comenzó al instante de subir en el auto que me llevaría al instituto.
Como casi nunca antes, tengo tiempo más que suficiente para llegar sin preocupación alguna, e incluso me atrevería a decir que seré el primero en aparecer entre alumnado y docentes, solo los conserjes me pueden hacer competencia justo ahora.
No puedo evitar reír un poco al recordar la expresión sorprendida de mi madre cuando me vio en el comedor terminando de desayunar, y es que ella apenas estaba bajando a buscar algo de comer y, por lo general, yo sigo en mi quinto sueño cuando eso sucede. Aunque también me causó mucha gracia que mi padre casi se haya ahogado con su café cuando se percató de mi presencia, pues ya estaba listo para salir.
Pero siendo sincero, creo que nada se puede igualar ni comparar a las sonrisas sinceras y la alegría desprendida de sus miradas al momento de entender que mi dinámica de madrugar y tomarme en serio los deberes en la última semana se mantenía, que me esforzaba de verdad para cumplir con mis responsabilidades.
Se siente bien que, luego de tanto tiempo, mis padres no me miren con una decepción desbordante, sino todo lo contrario, ahora pareciera que su esperanza volvió a avivarse.
Tal y como lo había predicho, cuando llego no hay ninguna solo alma por los pasillos (sin contar a los empleados de limpieza), así que me toca pasar media hora en total soledad hasta que van apareciendo mis amigos, los cuales también lucen emocionados por hoy.
—¿Quién hubiera pensado que ustedes tres estarían parados frente a todo el instituto dentro de unos minutos? —Carl nos señala y con su otra mano sostiene su mentón como si estuviera pensando—. Es una completa locura.
—¿Acaso esa es una manera sutil de insultarnos? —cuestiona la rubia a mi lado con una sonrisa que intenta evitar—. Deberían estar organizándonos una gran fiesta por este gran logro que nunca creímos que sucedería.
—Sería un tanto irónico si al final su lista termina ganando contra las que están conformadas por los cerebritos de los demás paralelos —ríe John—. ¿Se imaginan que destrocen en votación a la lista del BA? Se convertirían en los primeros en poner en su lugar a los favoritos del director.
—Se convertirían en todas unas leyendas —secunda Carl.
—Por si lo olvidaron, déjenme recordarles —Nhoa rodea los hombros de ambos chicos y los acerca— que en nuestra lista también hay un estudiante del Bachillerato Avanzado, por lo que no sería una victoria como la pintan porque alguien de esos favoritos —con sus dedos hace comillas imaginarias para enfatizar la última palabra, mientras que mis amigos intentan escapar del agarre sin resultado— nos estaría ayudando.
—Ya entendimos —gritaron ambos chicos moviéndose constantemente hacia cualquier dirección para liberarse—, ahora suéltanos.
Unos minutos después se nos unió Sam, quien saludó a todos y nos informó que ya debíamos ir detrás del escenario para escuchar las indicaciones del acto y cómo procedería, pues en poco tiempo daría inicio.
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Mi ambedo, tu litost (#PGP2022)
Teen FictionBlake Graham y Kerrick Mills, dos chicos que lo tienen todo, sin necesidad de envidiar a otros porque a ambos se los puede considerar la crème de la crème en el instituto privado GPDG's. Pero a pesar de ello, en su vida se han dirigido la palabra, n...