5. Solo tú

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Primero que todo, una disculpa por no haber subido el capítulo ayer. Mi computadora no quería encender y para ser sincera, cuando encendió, no quise escribir nada porque me sentía muy cansada de muchas cosas.

Ya saben que tienen que hacer, comentar mucho y votar. Si lo hacen, tendrán su novio deseado.

¡Disfruten!

***

Mini maratón 2/2

La primera impresión que tuve fue shock, después felicidad y, por último, miedo.

Shock porque jamás pensé escuchar algo así salir de sus labios, felicidad porque me había dicho que estaba loco por mí, que yo le gustaba y miedo por la chica rubia.

No quería que me hiciera daño de nuevo, no por un chico.

Si lo quería para ella, pues se lo daba, pero nunca más quería soportar todo lo que me dijo.

Mi ataque de pánico fue por su culpa, por esas palabras hirientes que a mí me afectaban mucho por mi baja autoestima. No le importó verme tan dolida, ella siguió tirándome veneno y sabía por qué lo hacía.

A leguas se notaba que estaba enamorada de Adrián, y no es que me importará, solo no quería ser estorbo en su camino porque si no, me volvería a decir cosas que a mí me iban a lastimar mucho más que la primera vez.

No iba a ser piedra en su camino, aunque él me hubiera dicho todo lo contrario. No quería ser lastimaba otra vez por alguien celosa de un chico.

Dejaría en claro las cosas y, aunque me hubiera alborotado la confesión de Adrián, lo iba apartar de mí.

La razón número uno era que no quería salir ilusionada y la razón número dos era Olivia.

Sí, jamás había tenido un novio real, pero había leído lo suficiente como para saber acerca de esas cosas.

Adrián era ese chico que, apenas lo mirabas, ya sabías que era un mujeriego y soportar todas las chicas que se le acercaran aun cuando él no hiciera nada, me iban a lastimar por verlas todas hermosas y querer tener sus cuerpos.

Y Olivia era una de ellas, así que iba a ser clara y no iba a dejar que me siguiera diciendo cosas bonitas ya que en cualquier momento iba a caer y no quería tener otro ataque por culpa de una mujer jamás.

Estar en esa piscina con la desesperación de querer salir y no poder, fue horrible y pensé que mi hora había llegado. Adrián había sido un ángel para mí en el momento que lo miré a sus ojos.

Un ángel que tendría que apartar para que mi estabilidad emocional estuviera bien.

Carraspeé y me moví un poco sobre la cama para acomodarme mejor.

—¿Eso se lo dices a todas las chicas? —bromeé para aligerar la tensión que se había creado en el ambiente después de sus palabras.

—No, solo a ti—sonrió, mi corazón acelerando en un frenesí increíble.

—Siempre me dejas sin palabras—me quejé.

—Mhm... tal vez ese sea mi cometido—agarró mi mano y comenzó a jugar con ella.

Como la aguja que me pasaba el suero era de plástico, no me afectaba mucho, pero si me incomodaba y dolía un poco donde la movías, por lo que me quejé cuando Adrián levantó mi mano para jugar con mis dedos.

—¿Te lastimé? —preguntó, preocupado.

—Un poco—mordí el interior de mi mejilla y suspiré.

Exceeding Limits |Libro 1| |BORRADOR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora