Quise hacer un acuerdo con ustedes, quiero que comenten mucho y voten hasta reventarme la caja de notificaciones.
¿Qué ganan ustedes con eso? Un capítulo antes e igual de largo que este o mucho más, solo si hacen lo anterior mencionado. Si no es así, actualizo cuando quiera, cosa que es cuando tengo tiempo (yo la menos extorsionadora).
¿Se podrá llegar a lograr? 🤨
Ya veremos, no hay nada imposible en esta vida (solo no morir, claro).
¿Hacemos un trato sí o no? 🙂
Sus respuestas en mis notis, gracias 💗 y perdón si hay errores, luego serán corregidos.
***
Una semana después...
Adrián:
Estaba harto.
Quería salir de esas cuatro paredes y poder tomar aire libre. Me sentía asfixiado, sudor frío bajando por mi espalda, dándome una desagradable sensación de asco. No me gustaba sudar, aunque siempre lo hacía cuando tenía juego.
Eso era la excepción.
Moví la pierna sin parar, escuchando todo menos al hombre frente a mí. Necesitaba que parara, lo único que quería era salir de ese puto lugar y largarme a mi penthouse para poder hablar con ella con tranquilidad. Solté un suspiro, mirando hacia los grandes ventanales que daban vista a la ciudad, pues estábamos en el último piso de cinco, y se miraba toda Santa Mónica desde ahí.
Llevé los dedos a mis labios, rozando el inferior entre ellos, hastiado, impaciente.
Rodé los ojos, dejando en cuenta mi aburrimiento y desespero por salir de ahí. Papá me echó una mirada sin dejar de hablar de a saber qué, lo único que tenía en la mente era a mi novia y la sensación que estaba sintiendo al no tenerla cerca de mí. La extrañaba, muy a pesar lo hacía y eso me estaba volviendo loco.
—¿Siquiera estás escuchando? —cuestionó con el ceño fruncido, aflojando su corbata.
—No—respondí, hosco. Axel soltó un estruendoso respiro que me dio a entender que estaba muy cansado de mi actitud.
No me importaba, así me había criado y ahora tenía que aguantarme.
—Caleb, esto es de suma importancia y...
—No me llames así, odio ese nombre—lo interrumpí, viéndolo con todo el humor de mierda que podía mostrar.
Así me nombró la mujer que me había dado a luz, por eso lo detestaba, pues nunca estuvo en mi vida y no merecía que me llamaran de la manera en que ella hizo. Lo aborrecía, lo detestaba, pero papá no hacía caso y siempre me nombraba de esa manera.
—A mí no me gusta Adrián y no me quejo—se encogió de hombros.
—Me lo pusiste tú, descarado—volví a rodar los ojos.
—Es que estaba bajo presión, el día que fui a ponerte el nombre, no llevaba un segundo y escogí ese por verle la placa a un guardia que se llamaba de la misma manera—soltó una risita, como si eso le divirtiera tanto—. Aunque, bueno, es el primero, pero tú entiendes.
Bufé, cada vez más hastiado con mi propio padre.
—Lo hago. ¿Ya me puedo largar? —alcé una ceja, haciendo el amago de levantarme, sin embargo, como mi padre era el hombre más cuerdo del mundo-nótese el sarcasmo-, negó y me volvió a sentar con un movimiento brusco en mis hombros. Apoyó la cadera en el escritorio, viéndome fijo a los ojos con una clara advertencia impregnada en ellos.
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Exceeding Limits |Libro 1| |BORRADOR|
Teen Fiction‹‹El amor a primera vista o al primer reencuentro existe›› y tanto Camila como Adrián se dieron cuenta de eso tras unos cuantos golpes de escoba... +++ Libro 1 de la saga «Límites» ADVERTENCIA DE CONTENIDO +18 Publicación: 25/10/22 Finalización: ...