Capítulo #6:

310 48 5
                                    

Capítulo #6: "Los solitarios"

Nick y Aarón se separarán al llegar al centro del pueblo, ambos siguen los caminos correspondientes hacia sus casas.

La noche fría de Beltrán acaricia la blanca piel de Nick. Y en algún punto lo hace erizarse. No supo bien que fue lo que sintió pero algo extraño sucedía, de eso estuvo seguro. Aún así no se detuvo hasta llegar a su casa.

En donde el frío ya no le atormentaba. Observo por encima del hombro que la luz de su habitación no encendía Cuándo repetidas veces lo intentó. Pasó la mano sobre la cara frustrado y pensó que el día siguiente sería un buen día para comprar un nuevo tubo de lámpara.

Tocaron la puerta de su pequeño cuarto de vivienda.

— ¿Buenas? – dudo al decir aquellas ya que la persona frente a él no le sonó conocida.

Además de llevarle unos cuantos centímetros. Nick pensó que incluso podría llegar a medir unos dos metros.

— Tu eres Nick Nolan — el pelirrojo asintió atemorizado.

— ¿Puedo ayudarlo en algo? — el cabello rubio del señor plateado frente a él le recordó a Alice e incluso tiene el mismo color de ojos.

— Claro que si — este abrió la puerta entrando al departamento de Nick ignorando su claras señales de no querer que esto sucediera.

El señor sacó la porra que ocultaba en su pantalón levantándola sin amenazar a Nick, más bien como si estuviese revisando que todo estuviese en orden.

Nick se percató de la placa que cuelga de su cuello y se percató del nombre: Bruce Ray. Leyó para si mismo y un montón de cosas tuvieron sentido en ese momento.

Se trata nada más y nada menos del padre de Aarón.

— He visto que has estado muy cercano con mi hijo, eso es un problema.

Avanzó a pasos cortos hacia Nick, quedando a unos quince centímetros.

— Será mejor que te alejes de él o probarás lo buena y fuerte que es esta porra. Incluso podría usar el látigo electrificado que tenemos en la comisaría.

Nick estremeció tras sus palabras, pero aún así no apartó la mirada de Bruce. El miedo recorriendo su cuerpo, pero Nick jamás se ha permitido detenerse por el miedo.

Nick siempre ha pensando que detenerse por el miedo es de cobardes. Y el no se permitía ser uno.

— Váyase de mi casa señor Ray.

— Quedas advertido niñito.

El señor Bruce decidió seguir lo que él asustado Nick había pedido, porque consideró que éste había entendido bien su amenaza.

Nick se tiró en su sofá sin moverse y se quedó ahí paralizado. Un montón de recuerdo llegaron a su cabeza.

Un señor vestido de negro como cada día se colocó detrás de una mujer mayor de cabello rojizo, que Nick reconoció como su madre. Aquel hombre, más conocido como su padre, llevaba un cigarrillo en la mano izquierda y daba fuertes caladas cada poco tiempo.

Recordó también cuando su madre era golpeando por esa misma que vio llevando un cigarrillo.

Fue aquello o otra cosa lo que hizo que Nick odiase ver a las persona fumar, pero nunca podía evitar comparar a todos los fumadores con su padre.

Nick Incluso vio el sol salir y colarse por su ventana, porque ni siquiera fue capaz de dormir en toda la noche. Aún así no se movió, no se vistió para ir a la escuela, ni para desayunar, desistió de hacer cualquier maldita cosa.

Cuenta AtrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora