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Yoongi entró al laboratorio dejando sus diferentes y organizados portafolios sobre la mesa de madera, estaba vacío.No es su mayor afición ser el primero dentro solo había tenido un percance de reloj averiado.

Aprovecho para tomar el microscopio y verificar las moléculas orgánicas en la sangre, una laminita con una gota roja.Estaba viéndola a profundidad y tomando notas.

La puerta se abrió y con ella las luces se encendieron, alzó la vista cegado.

—Buenos días, joven Min.

—Buen día.—Su voz normalmente era seca y monótona, mas cuando había luz interrumpiendo sus análisis mentales.

Continuó hasta que observó al profesor colocar sus respectivas herramientas diarias en el escritorio.Guardo las notas en su bolsillo y devolvió el microscopio a las repisas metálicas.Poco a poco los estudiantes fueron entrando.

Los murmullos y parloteo aumentaron en un punto, acreditó al tinte rosa de su compañero cuando este estuvo a su lado.

—Ni con este cabello pastel parezco mas pálido que tu.—comentó tomando sin previo aviso el bolígrafo que Yoongi tenía en sus manos.

—Podrías usar un poco de cloro.

—No soy estúpido, Min.—Dejó una hoja verdosa sobre el cuaderno de Yoongi.—aquí estan las fases de crecimiento en pollos.

yoongi tomo la hoja arrugando su nariz al leer.

—Aun no entiendo para que necesitas algo como esto.

—Pero lo trajiste, incluso dejaste la dirección de la granja.

Jimin se encogió de hombros tomando notas sobre el dictado del profesor.

                             『⚘』

—Nos vemos luego,Park.—Yoongi extendió su sombrilla comenzando a caminar afuera del campus.

—¡Espera!—Jimin se aferró a su brazo
—. Esta noche hay una barbacoa cerca de donde vivo, mis amigos me invitaron y pensé que querrías venir.

—¿Porque?—Ni siquiera se volteó.

—Somos amigos, supongo.

—Ah, eso.—Yoongi observó el dorso de su mano y al verlo vacío recordó que lo había dejado porque no funcionaba—Esta bien.—se giró observando el agarre de Jimin,  lo soltó de inmediato.

Caminaron bajo la sombrilla hasta la parada de autobuses, no había mucho  tráfico de personas por lo que el aire acondicionado de la cabina le calaba muy bien.

—¿puedo preguntar algo?

—Siempre lo haces.—Estaban sentados juntos al final del bus, Yoongi  con los ojos cerrados contra la ventana.

—¿Porque me evitas tanto?—Jimin quiso tocar el oscuro cabello de Yoongi pero se detuvo porque sabia que no era una buena idea.

—No lo hag. Tu invades mi espacio personal.

—No se nada de ti y tu pareces saberlo todo de mi aun cuando no te lo digo.

Yoongi aplanó sus labios.

—Algun día de estos deberás llevarme a tu casa, me lo debes por hacerme pasar el fin de semana en esa horrible granja llena de zancudos y abejas.—Jimin se ruborizó al instante, había admitido el esfuerzo que hizo.

Yoongi sonrió ladino.—Solo comente que quería saber sobre eso, no te pedí que fueras.

Jimin abrió la boca para decir algo pero nada le pareció coherente así que abofeteó con suavidad el rostro de Yoongi—Esta frío...

La campana indicó que habían llegado a la ultima parada, tan pronto como pudieron abandonaron el transporte. Lo restante del camino Yoongi se rehusó a seguir respondiendo el interrogatorio.

Había oscurecido para cuando llegaron, habían muchas personas, musica suave y luces de colores en los arboles del alrededor.

—¡Jimin,por fin llegaste!—el chico corrió a abrazarlo y seguido de él un chico de cabello castaño llevaba unas pinzas de metal y un mandril blanco.

—Jungkook, dejalo respirar.—Habló llevando un pimiento a la parilla

Jimin sonrió e indicó a Yoongi con su mano.—Este es mi compañero de la Universidad.





roses bleues #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora