Yoongi se sentó sobre la silla removiendo las hojas del árbol que estan esparcidas en la superficie de la mesa. Sacó de la pequeña gaveta las piezas de ajedrez colocándolas en orden sobre el tablero pintado y fruncio el labio al notar que hace falta la reina de las piezas negras.
Una mano con rasguños y las uñas teñidas de rosa durazno colocó un anillo con una rosa azul sobre el espacio de la reina en el tablero. Yoongi alzó la vista encontrándose con Jimin, sonriente y con un quejido adolorido se sentó frente a él.
—¿Esperabas a alguien?— Jimin apoyo su rostro entre ambas manos flexionadas sobre la mesa, sus ojos cansado y párpados relajados.
Yoongi colocó el libro de guía sobre la mesa.
—¿Una partida?— se removió el cabello de los ojos en un movimiento curvo.
Jimin empezo por mover un peón raído y con una abolladura. Yoongi le siguió hasta que ambos lados estuvieron mezclados.
— Veinte días de ausencia dañaran tu récord, ¿estuviste estudiando en casa?
Jimin le barrio una pieza con el arfil, sonriendo en todo su esplendor.— ¿Contaste los días?.— llevó la pieza a su lado.— vaya amigo, esperaba verte de nuevo, de todos modos gracias por llevarme al hospital.
Yoongi bajó la mirada limpiando las insivibles motas de polvo sobre sus manos.—No fue nada.
—Sabes...
Yoongi alzó el mentón.
—No recuerdo nada de lo que haya pasado, es confuso por que crucé la ciudad en el autobus pero no se la razón.
Yoongi botó un caballo con el rey.
—Seguro lo harás después.
—¿Sigue en pie la oferta de ir a tu casa por la rosas?
Yoongi sintió la presión en su garganta.—Seguro.
—Deberías venir hoy conmigo, mi madre quiere verte.— Jimin ladeo la cabeza estirando su cuello.
— Lo pensaré, tengo pendientes con el profesor Lee.
—¿Lee min ki?— Jimin alzó una ceja colocando la pieza curvada para agrgar movimiento al desliz.—Jaque mate.—Susurró luego de que la pieza saliera del tablero.
Yoongi sonrió ladino.— Él.
—Ten cuidado con "él".— hizo las comillas con sus dedos antes de retirarse de la silla.—Me devuelves el anillo cuando nos veamos, necesitas la reina.
Echó su cabeza hacia atrás mientras metia las manos en los bolsillos de sus pantalones rectos a cuadros y camina erguido por los escalones hasta desaparecer en la multitud. Yoongi tomó el anillo entre sus manos, observando como la rosa esta formada a partir de un cristal como zafiro, la puso contra el rayo de luz solar que se cuela entre el follaje del árbol.
Relajó sus hombros.
『⚘』
Seokjin tocó el timbre hasta que las puertas se abrieron, al otro lado una mujer de cabello corto y brillante labial rojo le sonrió. Se saludaron dando un beso a cada mejilla y ella le invitó a pasar.
— Me alegra que el vestido este listo a tiempo, claro que me disculpo por apresurarte pero el evento es muy importante para nosostros y todo tiene que salir perfecto.— ella le entrego el dinero revisando el contenido de la caja luego de retirar el listón laminado.
Un vestido blanco.
— No es un problema, es bueno adaptarse a fechas limite y esas cosas.— Seokjin junto ambas manos inclinándose un poco.
—Por cierto, ¿te llega mucho trabajo?.— ella se colocó en la cocina volviendo con una tetera y tazas.—¿gustas?
—Por favor.—Seokjin le dio un sorbo.—No trabajo mucho desde que me case.
—Entiendo.— ella desvío la mirada un poco sorprendida y Seokjin le siguió el movimiento volteandose.
—¿Hay algo?—Preguntó Seokjin sin dejar de ver
Ella solto una risa. Seokjin olió los nervios en el ambiente.
Por el caracol de escaleras los pasos se volvieron cercanos. Un cuerpo envuelto en vendas y movimientos robóticos bajo quedándose estático al llegar a la puerta mas cercana.
La mujer pareció perder el color de piel abriendo los ojos y apretando su falda con nerviosismo.
—¿E-Es su hijo?— Seokjin intentó tomarlo con calma. El olor ahora es putrefacto.
Ella parece querer asesinar con la mirada a Seokjin y antes de que ella se ponga de pie, Seokjin corre a la puerta pero ella lo detiene agarrándole del cuello hasta arrastrarlo al salón.
Seokjin cierra los ojos antes de transformase a su forma lobuna. Empiezan a rodearse.