3- Olor a mentiras

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Tanjiro suspiró. De verdad, poder ir al baño en medio de las extravagantes clases de Tengen, era una salvación. Para su mala suerte, el baño más cercano al gimnasio de la academia estaba cerrado, por lo que tuvo que ir a los baños del edificio de segundo año. Algo que debía agradecer de esa institución, era que los baños eran muy limpios, y no tendría que soportar malos olores con ese olfato tan sensible. Lo único por lo que protestaba, era por el mal olor del jabón, por más irónico que parezca. Pero bueno, Tanjiro prefiere oler un mal jabón, antes que oler los residuos de sus excreciones que quedan en sus manos. 

El olfato de Tanjiro era tan sensible, que podía percibir hasta las emociones de las personas. Por ejemplo, el olor a falsedad y mentiras. Rastreando ese aroma, llegó a un punto donde Nezuko se reunía con una joven de cabello blanco y puntas verdes. La mayor, estaba acariciando la cabeza de su hermana.

—Bueno, linda, vete a tu salón.

—Gracias, Shabana-senpai.

La joven pelinegra se retiró. Tanjiro se iba a retirar.

—Tanjirō-kun... —escuchó a sus espaldas.

El pelirrojo se quedó congelado. 

—¿Estás ocupado? —dijo con esa voz, que intentaba darle una faceta dulce, pero sabía que ella tenía malas intensiones.

—Estoy en clase de Tengen —se volteó quedando cara a cara con él.

—Ya veo... 

Hubo un breve silencio.

—Déjame presentarme, soy Daki Shabana, presidenta del gobierno estudiantil.

Tanjiro abrió los ojos en grande. ¿Cómo es posible que una mujer que despida un olor tan pútrido pueda ser presidenta? Aunque... no es del todo ilógica, pues tiene sentido, los presidentes son más mentirosos que tu ex cuando te dijo que te amaba.

 —Sé que has llegado desde hace varios días, y era mi deber presentarme ante ti. Quiero darte una cálida bienvenida a la Academia Kimetsu —le dio un abrazo.

—Gra-gracias, Shabana-senpai —Tanjiro estaba incómodo. El aroma de la presidenta ahora era más ameno, cada vez, era un olor a estima y amabilidad. ¿Cómo hace para cambiar tan rápido? ¿Acaso una mujer es capaz de hacer eso por naturaleza?

—Bueno, me disculpo por quitarte tiempo, ve a tu clase —Daki se retiró.

Tanjiro se quedó paralizado durante unos momentos, pero salió de su trance. Uno de los ratones musculosos de Tengen fue a buscarlo. Tanjiro, entre quejidos, volvió a la clase del extravagante profesor.

—————

—¿Entonces desde hace 2 años vives con tu abuelo?

Hora del almuerzo, hora para relajarse de la tensión de las clases y descansar apropiadamente, con una dosis de alimento que permite a los alumnos recuperar energías.

—Yo y mi hermano.

—¿Y dónde está él?

Tanjiro y Zenitsu estaban hablando sobre la familia del rubio.

—Sabes que lo odio, Tanjiro, lo único que me aferra a él es la vuelta a casa.

—¿Vives muy lejos?

—No, solo camino durante 10 minutos y ya llegué a casa. Pero son los 10 minutos más tortuosos de mi vida... —suspiró.

Inosuke estaba molestando a Genya del otro lado de la mesa.

Instructora | TanjiKanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora