16- Celosa

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Octubre

Celos

Ese era el sentimiento que invadía a Kanao. ¿Por qué? La razón era sencilla:

Malditas perras que se querían acercar a su Tanjiro. Puede que suene a morra tóxica, pero en su defensa, era por culpa de las niñas envidiosas.

Tanjiro era fiel. Ella lo sabía. Sabía que Tanjiro no era lo suficientemente tonto. Vamos, Tanjiro no va a reemplazar a Kanao por una morra fan de Kunno. Sí, hasta una fan de Kunno se lo quería ligar. Eso demuestra la bajeza de las pretendientes de Tanjiro.

¡Ya era una semana de estos malditos celos! ¿Acaso esas mocosas no entendían que Tanjiro no las amaba? ¿Acaso no entendían que su novia era más bonita? ¿Acaso no entendían que no tenía derecho a tener pensamientos impuros con Kamado?

Pero ese día, esos celos se acabarían.

Salió de la ducha, se dirigió hacia su clóset, y escogió el mejor outfit (aunque era el uniforme de la escuela).

Eso sí, procuró arreglárselas de la mejor forma. Se puso el perfume más delicioso que tenía, el broche de cabello más lindo, y en especial unas medias que convirtieran sus piernas en el objeto de seducción más efectivo. Estaba decidida: iba a dejar en claro quien era la novia de Tanjirō. 

—————

—Kanao —su hermana mayor la llamó, mientras manejaba.

—Dime, nee-san.

—¿Por qué te pusiste tanto perfume?

Kanae tenía mayor tolerancia a los olores artificiales, pero Sanemi y Genya estaban al borde del desmayo.

—Debo hacerme notar —dijo sin más.

Las ventanas de vehículo estaban abiertas, y aun así no se disipaba el olor.

—¿Acaso vas a cogerte a Tanjiro o qué? —Genya le preguntó con la nariz tapada.

—¡Genya! —Kanae lo regañó—. ¡Sé más decoroso!

Sanemi no dijo nada.

—¡¿No vas a decir nada?! —Kanae dijo tosiendo.

—¿Involucra a los Kamado? No tengo derecho a juzgarlos

—¿¡Cómo que no!?

—Casi apuñalo a Nezuko con un sable japonés, y ahí es cuando supe que no debía meterme con esa familia.

Kanae suspiró.

—Chicos, bájense y vayan a sus aulas. Sanemi y yo vamos a parquear el carro.

Los dos estudiantes obedecieron.

En cuanto Kanao se bajó, analizó a todo ser de sexo femenino. Se acercó a una chica de pelo morado (teñido, obviamente).

—Tú.

La chica se puso en pose militar.

—¿Por qué andas tu cabello con un tan mierdero? 

—Usted tiene las puntas rosadas, Senpai, no puede criticarme.

—Es mi tono natural, pendeja. ¡Ahora contéstame!

—Quería hacer cosplay.

—¿Planeas hacerte un Only Fans?

—Sí.

La chica recibió una cachetada.

—¿Te piensas acercar a mi Tanjiro? —susurró.

Instructora | TanjiKanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora