Capítulo 09 | ¿ᴛᴇʀᴍɪɴᴀꜱᴛᴇ ᴅᴇ ꜱᴇʀ ʟᴀᴍɪᴅᴀ?

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Iba sobre uno de los caballos que trajo Alcander, junto después de ver lo que pasó en el claro, no nos dio tiempo para nada más, exigió que nos fuéramos todos en ese instante. Dax yacía dormido en una de las carretas que habían traído, éramos al menos cien personas marchando, Alcander había dicho que nunca serían suficientes.

—Los ancianos enviaron a Nula a casi cien hombres, rodearon de magia el claro, para que no pudiéramos llegar a ti; su intención no era llevarte a Cecere, era matarte. Sabían que Dax estaría contigo y que tendrían que pelear.

Sabía que Dax no era el único que había estado ahí para ayudarme, pero mi instinto me decía que debía mantener el secreto de Egan, si en algún momento mis compañeros lo descubrían, esperaba que no fuera de mí.

—Siempre intentaremos protegerte Delia, —Me habló cariñosamente Guido, siempre que se dirigía a mí, el aire era dulce y acogedor —en el templo noté que no sabes leer y lo entiendo perfectamente, sé que hay muchas cosas que tendremos que enseñarte. Yo tampoco sabía leer, me críe prácticamente solo, fue cuando alcance la mayoría de mi edad adulta, que Cícero se cansó de cuidarme a escondidas y me acogió en su casa. Me enseñó a leer y me explicó todo lo referente a nuestro reino. Haré lo mismo por ti, Delia.

Alcander fue el siguiente en hablar —Tendremos varias paradas mientras llegamos a Rocareid, en cada una, quiero que tengas al menos una hora con Guido para conocer más del reino y una hora conmigo para que practiquemos tus defensas, —me miró directamente a los ojos y bajó mucho la voz —si un día te acatan y no puedes contar con la naturaleza, quiero que al menos sepas defenderte con algunas armas.

Nada se le escapa a este hombre, definitivamente sabe lo que pasó en ese claro —Gracias, Alcander, lo aprecio. Así que díganme, ¿Qué es Rocareid?.

Fue Guido quien habló —Rocareid es una de las seis aldeas del reino. Cada aldea tiene su importancia y su punto fuerte. Nula, de donde somos, es conocida como la aldea de las Nacidas. Hemos sido siempre los bendecidos de recibirlas, nuestra aldea es rica en elementos naturales y en animales del bosque. Pero también proveemos madera, savia y amapola, para Cécere y para las demás aldeas.

—Savia, es lo que tomaste en casa de Cícero, podemos hacer grandes cosas con la savia, desde bebidas hasta ungüentos. La amapola es una flor delicada también, su leche ayuda con el dolor, adormece a los guerreros cuando tienen alguna herida, pero también se ha usado para hacer vino de amapola. Quien lo consume entra en un estado grave de ebriedad, incluso puede que no recuerdes nada. La han utilizado incluso para venenos, mezclada con algunas otras hierbas.

—Es un buen compañero después de una pelea, —dijo Alcander —sobre todo si has tenido que pelear con tus hermanos —el rostro de Alcander se crispó y yo percibí un olor ácido en el aire —Los Ancianos están determinados a que nos odiemos, tenemos años peleando entre nosotros — volteó su mirada a mí, penetrante, con miles de sentimientos reflejándose en sus ojos —ahora que estás aquí Delia, los únicos enemigos son ellos. Tú harás que no nos unamos y que seamos mejores personas.

—Ok, sin ninguna presión sobre mí entonces —El aire estaba espeso, todos a nuestro alrededor estaban atentos a nuestra conversación, no sabía qué sentir, no sabía qué decir.

De pronto, el rostro de Alcander cambió por completo, echó su cabeza hacia atrás, revelando su garganta y lanzó una sonora carcajada que contagió a todos, incluso a mí misma.

Limpiando la comisura de sus ojos, volvió a mirarme —Por supuesto Delia, ninguna presión. No has hecho nada aún y ya nos has unido. Mira a tu alrededor, estamos aquí vigilantes y aldeanos de Nula, vigilantes revelados de Cecere. Estoy seguro de que cuando lleguemos a Rocareid tendremos algunos inconvenientes, pero más se nos unirán.

𝙉𝙖𝙘𝙞𝙙𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙍𝙤𝙗𝙡𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora