𝙉𝙖𝙘𝙞𝙙𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙍𝙤𝙗𝙡𝙚

Capítulo 01 | ʟᴀ ɴᴀᴄɪᴅᴀ

Seguíamos caminando por lo que parecía un extenso bosque, no es que supiera en donde estaba. Un camino rocoso lleno de raíces, que parecían poder cobrar vida en cualquier momento, y unos enormes árboles, llenos de hojas hermosas que iban desde amarillas a un verde tan oscuro que casi parecían negras. La grandeza de estos árboles hacía que en el camino se sintiera una fresca brisa y permitían la cantidad perfecta de iluminación. Me imaginaba que tendría una vista hermosa por la mañana, cuando la luz del sol iluminará todo el paisaje, ¿ahora? Era de noche y realmente tenía miedo.

—De todos los días que podía pasar, tenía que ser hoy. No debí cambiar nunca de turno —ah, ahí estaba de nuevo refunfuñando.

Esta persona era un extraño para mí. No entendía mucho su contextura, tenía unas largas piernas, que lo hacían elevarse sobre mí. Su piel parecía tener una textura áspera y su cabello largo iba en demasiadas direcciones. ¿La verdad? El hombre parecía un árbol bebé, era robusto, ancho en su dorso, con la poca iluminación, solo podía decir que sus ojos eran oscuros, sus cejas eran pobladas y estaban con un constante ceño fruncido, sus brazos y manos se veían fuertes y capaces, y estaba descalzo ¡Ah! Y estoy segura de que estaba molesto conmigo. Sus primeras palabras para mí fueron "¿Por qué tuviste que nacer justamente hoy?" Como si pudiera responder a eso.

Al parecer nací hoy. No recuerdo nada de mi existencia, solo recuerdo haber abierto los ojos después de lo que parecía mucho tiempo cayendo, con la boca seca, sin ninguna ropa y dándome cuenta de que estaba dentro del tronco de un majestuoso árbol.

Mi acompañante estaba ahí, recuerdo escucharlo cantar una linda melodía, que hacía que mi cuerpo sintiera una sorprendente calma, cada nota que cantaba el hombre hacía que mi piel hormigueaba. Una lástima que en cuanto desperté y nuestras miradas se cruzaron, su expresión fue una mezcla de asombro e incredulidad que pasó rápidamente al enojo.

Se acercó a mí con precaución, como si yo fuera un animal salvaje que pudiera saltar a su garganta en cualquier momento, poco sabía él que lo único que podía sentir era sed, frío y una increíble angustia por no entender en dónde me encontraba y que era todo esto.

Él me dio una ropa para vestir, una especie de tela de un hermoso color rojo que cubría "mis partes" según había dicho. El material era suave, el hombre me ayudó a usarlo. Le dio varias vueltas a la tela alrededor de mi cuerpo, sus ojos siempre viendo hacia otro lugar, algo que agradecí, luego sacó del borde de la tela un cordón marrón que anudaba todo el material y le daba una forma de vestido.

Cuando terminó, hice una evaluación del trabajo. La parte de arriba comenzaba en mi cuello, se cruzaba en mis pechos e iba hacia mi espalda, luego volvía a mi parte de enfrente y ahí se amarraba el cordón, para dejar la parte de abajo en una pieza completa. Parecía verse bastante lindo.

—Vamos, intenta caminar un poco más deprisa, no queremos estar en esta área cuando salga el sol. Necesito llevarte a la aldea y asegurarme que estés protegida.

—¿Protegida de qué Señor?

—Te lo dije, no tienes que llamarme, Señor, solo dime Guido. —No sabía cómo debía tratar a este hombre, no había sido particularmente amable conmigo, pero tampoco me había hecho daño y parecía que estaba muy interesado en mi seguridad.

Mirando a todos los lados posibles mientras caminaba, continuó —Eres importante para mi raza y para este reino, tenemos al menos trescientos años esperándote, pero ciertamente no somos los únicos interesados en querer hacernos cargo de la "Nacida del Roble". Ahora, caminemos a ver si puedo entregarte al cuidado de alguien más.

—¿Nacida del roble? ¿Qué significa eso?

—Es el nombre que se les dio a las mujeres que nacían en el árbol, ellas literalmente aparecían dentro de él, como lo hiciste tú, cada cierta cantidad de años. Pero la última vez que tuvimos una Nacida, fue hace más de cuatrocientos años.

—Pero dijiste que me estaban esperando por al menos trescientos años

Volteo su mirada a mí, sus ojos tormentosos me hicieron sentir un vacío en el estómago. —Si, la última Nacida estuvo con nosotros por cien espléndidos años, pero su partida de esta vida no fue natural. Se creyó por mucho tiempo que el árbol no volvería a bendecirnos.

—Disculpe, pero ¿cómo se supone que llegue ahí? ¿Quién se supone que soy?

—Llegaste como una bendición, en un minuto estaba ese lugar vacío y al siguiente, después de que escuche un murmullo, apareciste y ahora es mi deber protegerte.

—¿De qué o quién, exactamente, necesito protección Guido?

—Te explicaré todo lo que pueda explicar, una vez estemos en la aldea y fuera de esta parte del bosque. Ahora, sigamos avanzando.

Al parecer esa era yo, "La Nacida del Roble" lo que sea que eso signifique.

Mientras seguíamos por el peligroso camino, me maravillaba con los colores que nos rodeaban, este era en definitiva un hermoso bosque. Sentía la piel extraña, como si miles de insectos caminarán por mis piernas, mi vientre y mis brazos, se sentía espectacular y podía ver los vellos de mis brazos yendo en varias direcciones.

—Nos estamos acercando al campamento Nula. Muchos van a mirarte de manera extraña y sé que tendrás muchas preguntas, pero te las responderé cuando estemos seguros, mientras tanto sé amable con todos. Al fin y al cabo teníamos demasiados años esperando tu llegada.

—Estoy ansiosa por respuestas, no entiendo nada de lo que está pasando, ni quién se supone que soy o qué hago aquí. Tengo una conciencia que no logro entender y, sin embargo, no recuerdo nada antes de haber despertado en ese árbol ¿Cómo puedo estar hablando libremente contigo? Si no recuerdo ni cuando aprendí a hablar.

—Todas esas preguntas serán respondidas, esto es algo completamente nuevo para mí también, para todos realmente. Lo que sabemos de ti, es lo que está escrito, por lo que ambos estaremos aprendiendo ¿Te parece?

—Me parece, pero por favor no me dejes sola —No tenía idea de donde estaba, ni quién era, y este hombre era el único en el que mínimamente confiaba. Al menos hasta ahora no intento lastimarme.

—Ahí, mira hacia esa pequeña colina. Ese es nuestro campamento.

A lo lejos podía ver pequeños techos que parecían ser viviendas, un camino zigzagueaba y se encontraba con una hermosa construcción en pico, que daba la sensación de ser un lugar privado para sus habitantes.

Todo se veía hermoso, las flores, el arroyo que alcanzaba a ver, las personas animadas caminando y hablando, por lo que no entendía por qué mi instinto me decía que debía correr lejos de aquí lo más pronto posible. 

✨Wuao!! Todo se ve increíble! ✨

¿Quieres saber que son esas sensaciones que experimenta Delia? 😱

¿Crees que debe salir de ahí, cuanto antes? 🤔

Les dejo una imagen de inspiración para este capítulo