Capitulo 18 | ʜᴏʀᴀ ᴅᴇ ʟᴀ ᴠᴇɴɢᴀɴᴢᴀ

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Un vigilante llegó a nuestra celda. Tenía un bolso guindando de uno de sus brazos y una bandeja parecida a la que estaba dentro, llena de comida. Puso todo en el suelo para abrir la reja, se devolvió para tomar todo en sus manos nuevamente y entró. Egan tuvo que tomar la bandeja de sus manos rápidamente, antes de que cayera al piso.

El vigilante había parado en seco y miraba uno de los extremos de la celda con enormes ojos. Cuándo Egan tomó la bandeja, una de sus manos subió a su boca ahogando un grito. Sus piernas flaquearon y cayó de rodillas, lágrimas caían de sus ojos.

Me preocupé por él y me acerqué, tomé su mano libre entre las mías y le hablé muy bajo —Ey, ¿Qué tienes? ¿Qué está pasando?

Enfocó su mirada en mí, sus ojos estaban repletos de angustia y desesperación, descubrió su boca y tragó fuerte y pesado —Discúlpeme Nacida, debí ser más fuerte. Dejar de lado lo que se suponía que debía hacer, debía protegerla. No permitir que ese horrible hombre la avergonzara de esa forma, la lastimara y la expusiera así. —bajo de nuevo su cabeza —Soy una vergüenza para mi familia y para mi aldea.

Levante su cara con mis manos —No eres ninguna vergüenza. Hiciste lo que debiste hacer. Estoy segura de que eres parte de la razón por la que estoy en esta celda cubierta y con Egan aquí. No debes avergonzarte, debes sentirte orgulloso de ser fuerte y de cumplir siempre con tu parte.

—No la merecemos. No merecemos su piedad, pero —bajo su cabeza —usted es una bendición de la Madre y quiero ofrecerme para su cuidado y protección, desde este día hasta mi último.

Toqué su mejilla y sonreí, motas rosadas se formaban en sus mejillas —Pensé que nunca lo pedirías, por supuesto que acepto tu juramento ¿Cuál es tu nombre?

Egan fue el que intervino —Es Dereck, es uno de los muchos vigilantes que están en Rocareid y son leales a la Nacida. Él atiende a las órdenes de Theo. También fue uno de los que más nos ha ayudado. Axel confía en él, ha tenido que ganarse esa confianza haciendo cosas que no ha querido —puso su mano en su hombro, reconfortando —pero todos lo hemos hecho ¿No es así muchacho?

La voz de mando y líder de Egan pareció sacarlo de su estado atónito, quizás era precisamente esa su intención —Les he traído comida y ropa a todos, al menos lo que pude conseguir. Theo recibió información de que Elías está cerca, a menos de dos días de aquí. Si queremos actuar, debemos hacerlo ahora. —sacó la ropa, dividiendo las prendas en cinco —Él quería bajar, pero Axel ha estado intrigado y preguntando por qué la única torre de vigilancia que no explotó fue en la que estaba él. Así que ha mantenido su perfil bajo. Pero una vez que caiga la noche y cambiemos la guardia, podrá venir. —subió su vista a mí —Nacida, esto es para usted. Es lo más suave que lograron conseguir las mujeres, para ayudar con sus heridas.

Me acerqué y lo tome de su mano, cuando me la acercó, vi que tenía una especie de cuero envuelto en su muñeca, era grueso y se veía bastante resistente —¿Qué es esto? —pregunté tocando el material.

—Oh, es solo un brazalete. Un regalo de mi hermana más pequeña. Siempre está recogiendo los retazos de cuero y haciendo cualquier indumentaria que pueda inventar para adornar.

—Es muy bonito, ¿Crees que pueda tener uno como ese?

Sus ojos se abrieron sorprendidos —Pero claro, señora, puede tener este mismo, no sé cuándo pueda volver a bajar sin tener otro vigilante conmigo —comenzó a desatar el brazalete.

—¡Oh! Pero fue un regalo de tu pequeña hermana, no me sentiría cómoda.

—Créame, ella estará feliz de saber que usted se interesó por una de sus creaciones. Estará honrada.

𝙉𝙖𝙘𝙞𝙙𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙍𝙤𝙗𝙡𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora