𝗖𝗔𝗣𝗜́𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟭𝟳

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Dulces y más dulces

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Dulces y más dulces

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Quedé en ir a Hogsmeade con Ron, Hermione, Neville y Ginny, y como la nieve estaba comenzando a notarse... tuve que correr a mi habitación a buscar un abrigo.

Pero en el transcurso, en uno de los pasillos, choqué mi hombro con el de Regulus. Lo miré a los ojos, esos en los que tanto me perdía mucho antes...

—¡Regulus!.

—Evi —volvió a decirme ese apodo, que tanto me gustaba—. Oye, ¿A dónde vas tan apresurada?

—Oh, a buscar un abrigo, hace mucho frío afuera.

—Entiendo —el corrió el mechón de mi pelo el cual estaba esparcido en mi cara—. Hace mucho que no hablamos, ¿Cómo estás?

Sonreí, me sentía cómoda con regulus, y también lo extrañaba, como amigo...

—Estoy... Bien, supongo, respiro que es lo más importante —bromee—. ¿Y tú? No te veo mucho por los pasillos, que raro que te haya chocado...

El soltó una pequeña carcajada —Perdona, estoy muy ocupado últimamente —comentó—. Demasiadas cosas que hacer... Papá, los arreglos de el baile, los del torneo...

Había olvidado que él por ser un alumno tan aplicado, era como un prefecto, que seguramente él se ganaría ese puesto el próximo año, y ahora se ocupaba más en arreglar los eventos y jugar quidditch.

—Te entiendo —dije en un suspiro—. Debo irme...

—¡Espera! —tomó mi brazo con delicadeza—. ¿Irás al baile?

Me sorprendió su pregunta —No —contesté mirando hacia abajo, luego volví a mirarlo a los ojos—. Esas cosas... No me gustan.

El me miró extrañado. —Que raro...

—¿Por qué lo dices? —pregunté curiosa.

—En la sala común de Slytherin, dijeron que irías —mencionó el—. Con Marcus.

Abrí los ojos de par en par, ¡¿Por qué Marcus había esparcido es rumor?!

Abrí la boca para hablar, pero no sabía que decirle. Sentía indignación, pues estaba cansada de que la gente hablé sobre mí así, y sobre todo el tonto de Marcus, que ni siquiera me pidió para ir al baile.

Más que el deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora