♡!22

499 67 2
                                    

Chuuya's pov.

Me desperté en una habitación sin ventanas, atado de pies y brazos en forma encogida. Frente a mí, el ruso perplejo con una sonrisa siniestra.

—Cuánto tiempo, Chuuya. ¿Aún no consideras mi propuesta?—no había cambiado mucho. Seguía básicamente igual que la vez anterior. Aunque estaba asustado, alcé una ceja.

—¿Matar a todo el mundo y follar contigo? No, la declino. Gracias—comenté irónicamente. Mi intención no era hacer que se riera aunque así lo hizo.

—Ya veo que sabes bastante.

—¿Bastante? ¿Hay más?—pregunté confuso.

—Seré breve, Chuuya—mi miró directamente a los ojos—. O me sirves y vives bajo mi supervisión o no sobrevivirás mucho más.

—¿Por qué mierdas haces todo esto?

—¿Qué harías tú?

—Patearte el culo, imbécil—dije escupiendo. De nuevo, se rió sin motivo.

—Desde que se termine tu celo tendrás la oportunidad de escapar.

—¿Huh? Obviamente.

—No podrás—dijo con una sonrisa maquiavélica. Lo tenía todo planeado y pensado para no dejar una vía de escape.

—¿Por que no?

—La habitación en la que nos encontramos evita habilidades principales. Dale las gracias a Dazai, si sobrevives—dijo riendo. Yo le miré con molestia—. No podrás usar la gravedad para tu huida.

Lo comprendí rápidamente, su intención. No hacía falta ser un maestro de la deducción para darse cuenta y aún así soltó una carcajada al ver mi asombro de cara.

—Así es, si quieres salir de aquí, tendrás que usar corrupción.

—Vendrán a salvarme—dije con la cabeza gacha.

—¿Tan seguro estás de que no les he atrapado ya?

—Sí—contesté firme. Tenía plena confianza en mis amigos, en que por esta vez podía salvarlos yo a ellos y viceversa.

—Eres muy optimista—dijo levantándose—. En tres días pueden pasar muchas cosas. Sobretodo a Dazai.

Esa era la cantidad exacta de tiempo que me quedaba en celo. Me dejó solo en el lugar e intenté razonadamente analizar lo ocurrido. Mi profesor me había vendido a un ruso por no aceptar sus condiciones. Lo mirase por donde lo mirase, era una locura.

En mi bolsillo estaba mi móvil, pero imaginé que lo habían roto colocándolo de nuevo en su sitio. Tensé me mandíbula, estaba nervioso y me temblaba inconscientemente. Luego respiré hondo, intentando formular en mi mente una forma de salir de aquí que no involucrase sangre de por medio. Tampoco quería involucrar a los demás y depender de ellos para salir.

Me di cuenta cuando abrió la puerta de que estábamos en un bosque o algo parecido, además de que era de noche. Si me quedaban tres días de celo, significaba que era martes, que había desaparecido desde el lunes. Por mi mente pasó el pensamiento de "Mierda, seguro estamos en Rusia", pero lo descarté desde que mi parte más razonal reaccionó. Estábamos en el mismo sitio, no podíamos avanzar geográficamente muy lejos en un periodo de tiempo limitado. Además, sus planes eran destuir la ciudad, más que nada.

—He vuelto—anunció abriendo la puerta.

—Por desgracia—susurré.

—Vengo a desatarte, tendrás que vivir aquí unos días, o meses si decides quedarte.

Hechos para estar juntos. [Soukoku/Shin Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora