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Dazai's pov.

Me llevé a Akutagawa lejos de la puerta de la casa del involucrado. Fuimos caminando por dónde yo decidía, ya que él me seguía detrás. Llegamos a parar en una calle poco transitada, cerca de mi casa, donde nos absorbía un silencio abrasador. No era molesto, en absoluto, pero sí que sorprendía. Se sentía como si después de tantos sonidos me hubiera quedado completamente sordo.

Aunque le notaba interesado en el tema, empecé por hablar de otras cosas antes de ir al grano.

—¡Akutagawa!—empecé divertido, con mi actitud de siempre. Él levantó la cabeza como gesto de respuesta—. ¿Por qué no te alejaste de Atsushi?—pareció pensarlo un poco.

—No sé, él no parecía incómodo ante mi presencia.

—Ya—dudé en seguir hablando, pero finalmente lo hice—. Sabes, se le ve mejor—fue mi manera de decir que me arrepentía de lo que le dije en un principio.

—Me alegro.

—Tu forma de alegrarte es realmente inexpresiva—dije irónico y enseguida volví a ponerme serio—. Quiero que mantengas esto en secreto.

—Descuide, Dazai-san. ¿Qué ha descubierto?

—El plan de Fyodor era hacerse con Chuuya y convertirse en su alfa. Ya sabes, la habilidad oculta es poderosa y desea controlarla para fines propios que aún no sé. Tal vez usarle como experimento hasta que su cuerpo no pueda más.

—Vaya, ¿qué piensa hacer al respecto?—sonreí pícaro ante la pregunta.

—Claramente evitarlo—dejé de sonreír—. Ya verás cómo. Mientras tanto no quiero que él se entere aunque ya debe sospechar. Necesito que estés alerta.

—¿Cómo quiere que lo esté?

—¿No quedas a menudo con Atsushi? Pues vigila a Chuuya. No le dejes solo mucho tiempo, tiene intención de secuestrarlo.

—Como desee.

—Parece que te estoy dando una orden, no lo digas así. Tómalo como un favor.

—Está bien—me di la vuelta despidiéndome, pero volvió a hablar—. Dazai-san.

—¿Hmm?

—¿No ha pensado en ayudar a Chuuya-san en retener su habilidad? No me quiero meter en sus asuntos, pero si algo sale mal, quiero decir, tu habi-

—Lo sé—le corté—. Lo tendré en cuenta. Nos veremos, Akutagawa.

Dicho eso, por fin me fui directamente a mi casa que, gracias a lo que sea, no estaba lejos. Yo también me había presentado a los exámenes. No esperaba grandes resultados, aunque tampoco pésimos. Casi no me los había preparado así que fui con temario básico mezclado con mis propias conclusiones lógicas.

Tampoco quería darle muchas vueltas, me dolía la cabeza lo suficiente como para rendirme al día de hoy. Si bien me había pasado no sé ni cuánto tiempo frente a la puerta de aquellos dos, sólo me mantuve por la necesidad de avisar al pelinegro cuanto antes. Sabía que no se negaría a ayudarme y yo últimamente necesitaba una mano más para poder llevar a cabo mis planes.

El tema de Fyodor se estaba viniendo fuera de control. Según las palabras de Ango, tenía planeado secuestrar a Chuuya y privarle de la posibilidad de encontrar estabilidad con un alfa. ¿Su intención? Nada buena, posiblemente la destrucción o el caos social por mero disfrute. Para ello, trató de acceder al pelirrojo de manera directa y sin que pareciera un secuestro, sino más bien un romance.

En sí, estaba sorprendido de cómo habían cambiado las cosas. De hecho, sabía que el ruso estaba igual de preocupado. Antes, éramos imparables juntos, nuestras mentes podían ser una. Ahora, estábamos divididos y acostumbrados a los patrones del otro, por lo que sería fácil descubrir las intenciones de cada uno. Así lo había hecho yo con él.

Hechos para estar juntos. [Soukoku/Shin Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora