Hechos para estar juntos. [Soukoku/Shin Omegaverse]

♡!11

*Ha pasado un mes, estamos en la primera semana de diciembre. Todo sigue igual. Atsushi y Akutagawa siguen quedando así como Chuuya y Dazai para pintar*

Chuuya's pov.

Primer día de exámenes. No podía sentirme más nervioso nunca. Me los había preparado más que bien, lo tenía todo bajo control y aún así los nervios me jugaban una mala pasada. Así daban las seis de la mañana y yo estaba despierto, con un dolor de estómago que me hizo vomitar lo poco que había ingerido el día anterior. Sabía que debía comer bien, pero era mi cuerpo el que actuaba por su propia cuenta y yo no podía hacer nada al respecto. Lógicamente, volvería a la normalidad a la fuerza después de terminar la jornada evaluable, mientras tanto estaba obligado a vivir de esta manera. Al fin y al cabo, sería solo una semana.

En todo noviembre me había negado casi siempre a reunirme con los demás. Siempre que podía, salía con Atsushi y con Kyouka cuando encontraba un pequeño hueco libre por la tarde. También me dedicaba tiempo a mí mismo y a estar solo, pese a que no me daba ninguna seguridad y tranquiladad. Solo quería acostumbrarme a mi propia compañía, pero más bien terminé disgustándome con ello.

Por desgracia no me pude deshacer de Dazai. Él básicamente me obligaba a asistir a su casa todas las semanas para dibujarme en un cuadro que siempre prometía enseñarme y que nunca hacía. Respeto la privacidad del artista, pero me saca de quicio, honestamente.

Casi no tuve tiempo para pensar en la propuesta de Atsushi y de mi propia hermana porque no me interesaba en ese momento, lo cual es bastante ilógico porqie si me muero no me servirá de nada haber aprobado los exámenes. Sin embargo, así lo hice. Cada vez que surgía el tema, le hacía caso omiso como si fuese sordo o no quisiera hablar de ello, aunque quizás si haya un poco de verdad en eso.

Dejé todas las preguntas y dilemas para después de los exámenes. Yo sabía que estaban ahí, que querían salir y dejarme pensando durante cinco meses, pero yo no las dejaría escapar hasta el viernes. Era primordial dedicarme exclusivamente a estudiar y tampoco creí que a alguien pudiera importarle.

Tras vomitar no sé cuántas veces y haber bebido vete a saber cuántas tazas de café, me había preparado sencillamente con un gorro de invierno, una sudadera negra y unos pantalones iguales. No tenía mucho esmero en la elegancia esta vez y se notaba. Atsushi tenía unos pantalones cortos con los que me dio frío de solo verlo y una chaqueta azul muy tierna.

—Atsushi, buenos días—dije yo—. ¿Has dormido bien?

—Yo sí, pero tú pareces haber salido de una pelícila de terror.

—No me digas eso, hombre. He hecho lo que he podido.

—¿Quieres algo para los nervios?

—No, estaré bien. Solo necesito escupir todo lo que sé.

—Pues, vamos cuanto antes.

Bajamos en silencio, posiblemente cada uno pensando en su propio examen del día. Yo notaba mi corazón latir y si alguien tuviese una habilidad como un super-oído o algo así, me habría notado a kilómetros de distancia. Además, contaba con haber tenido que ir al médico para retrasar una semana mi celo y no faltar a los exámenes, por lo que me encontraba entre mal y muerto.

En este tiempo ni siquiera había pensado en Fyodor, eso ya era mucho pedir. Había tenido suficiente con todo lo demás como para haberle prestado atención. La única importancia que di respecto al tema fue poner alerta a mi hermana y borrar el número del ruso por si de alguna manera podía localizarme. Por lo demás, era como si hubiese decidido borrar la existencia de algunas personas, entre ellas él.

Me preguntaba si Tanizaki estaba tan nervioso como yo. Al compartir carrera, quizás podía entender mi sufrimiento. Suelen decir que este tipo de estudios es bastante más fácil que cualquier otro porque es pura memoria. Y quizás eso, en mi opinión, es lo que lo hacía tan complejo. Es decir, adoraba a lo que quería dedicarme, pero no le quitaba la dificultad. Aunque para ser honesto, cualquier carrera independientemente de su rama, es realmente difícil.