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Chuuya's pov.

Al despertarme, lo primero que hice fue contarle a Atsushi el extraño regalo de anoche. Sin embargo, ninguno de los dos pensó que sería algo malo, así que lo mantuve y de hecho lo llevaría puesto a la fiesta en casa de Ranpo.

Podíamos ir desde el medio día, pero la fiesta real empezaba desde la tarde-noche. Yo por eso aproveché la mañana y parte del medio día en despedir a mi hermana y explicarle lo sucedido con Dazai y el resto la utilicé para dormir. Mi cuerpo se encontraba aún bastante débil.

Con el paso de las horas me fui sintiendo mejor, más enérgico y con mayor vitalidad, así que aproveché para vestirme con mi usual gargantilla y mi usual traje formal, con la única diferencia de mi sombrero.

Estaba seguro que no sería el único que vistiera de esa forma, sobretodo porque al salir me encontré con un Atsushi y un Akutagawa vestidos de la forma más elegante que alguna vez había visto.

—Joder, si lo sé me habría vestido mejor. Vais genial, ambos.

—Gracias, usted también va excelente—me dijo Akutagawa.

—Hasta parece que se van a casar—dije para molestar dándome la vuelta un segundo. Cuando volví a mirarles me encontré con un Atsushi sonrojado y un Akutagawa con una mano en su boca—. Oh, vamos. ¡Era una broma!

Al poco rato, apareció Tanizaki con su coche para llevarnos hasta casa de Ranpo. El camino se me hizo mucho más corto esta vez y lo agradecí porque tenía muchas ganas de fiesta. Puede que estuviera físicamente destrozado, pero mentalmente necesitaba desconectar.

No había nada que se me apeteciera más que un buen baile con amigos, un par de copas de más, disfrutar en general.

Me miré las manos, aún con las marcas de corrupción que recorrían todo mi cuerpo, llegando hasta mi cara. Tarde o temprano se borrarían, pero no podía dejar de pensar en ellas.

Me bajé del coche el primero y, como la puerta se encontraba abierta, di dos toques antes de entrar y encontrarme a Ranpo en los hombros de Poe intentando colocar un cartel que decía "Felices fiestas" bastante cutre.

—¿Una ayudita?—dije elevándome hasta donde se encontraban.

—Al fin encuentro útil haberlos invitado—dijo Ranpo.

—!Tsk! Encima que casi muero y no dijiste ni mú.

—Era más divertido ver si el plan de Dazai funcionaba o no. Además, así habéis ganado con-

No pudo terminar porque una avalancha de personas hicieron presencia en la escena y rápidamente los ruidos y la música inundaron la casa.

Era sorprendente cómo de un momento a otro todos habían llegado. Pero no pensaba quedarme atrás y empecé con mi ronda de chupitos entre otras sustancias alcohólicas que prefiero obviar.

Perdí la noción del espacio tiempo muy pronto, tal vez por mi poca tolerancia al alcohol o por la necesidad que tenía de dejar de sentir presión sobre todas las cosas. Y qué mejor que un buen vino.

Todos nos lo estábamos pasando bien, bailando juntos, comiendo y en algunos casos vomitando—yo—. Esta vez no dio lugar a ningún juego porque todos estábamos perjudicados alcohólicamente hablando.

Por un lado, Akutagawa y Atsushi se comían como si estuvieran solos. Casi me hacía despertar de mi estado ebrio para separarles o pagarles un hotel. Ranpo y Poe bailaban de una forma extraña junto a Kunikida, al que supongo que imitaban los movimientos tan robóticos.

Tanizaki, Lucy y yo bailábamos al ritmo de la música, a veces lento y otras veces nos desvivíamos por ganar.

Más tarde se nos unió Dazai, que, según él, estaba estudiando.

Hechos para estar juntos. [Soukoku/Shin Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora