MÉDICO.

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Luffy.

Quien me ha llamado es un medico alto, de piel pálida y pequeños ojos oscuros. Me mira con sorpresa, revisa sus hojas y me mira de nuevo.

—Demasiado energético —apenas puedo escucharlo susurrar. 

Se pasea por mi pequeño espacio en la habitación, parece revisar hojas, y más hojas. Tiene un bonito sombrero blanco con manchas negras, eso me recuerda a una vaca. 

Un día Usopp me llevó a la granja de sus padres, ahí había muchos animales y entre ellos una vaca enorme, cuando la intenté montar terminé con un brazo roto.

—¿Tengo algo? —me pregunta, mi mirada debió ser muy directa, pues aun estando de espaldas la notó.

—Yo también tengo un sombrero. —Parece ignorarme, pero sigo: —Es de paja, amarillo con un listón rojo, me lo dio el hombre al que mas admiro antes de partir a otros países. Su nombre es Shanks, es genial y como es fotógrafo siempre va de aquí para allá.

>> En los veranos, cuando viene de visita, siempre me trae regalos, una vez me trajo un enorme sombrero vaquero de México, pero siempre me ha gustado más mi sombrero de paja. También me trajo algunos dulces, esos los compartí con mis amigos.

>> Uno de ellos es quien me trajo aquí, se llama Sanji, seguramente regresó a clases, quisiera poder decirles a todos que estoy bien, no quiero que se preocupen. 

—Demasiado energético —susurró de nuevo. —Pareces estar mas que bien, sombrero de paja —me mira y noto que tiene una mirada cansada. 

—¿Qué es lo que tengo? —me siento en la cama y comienzo a jugar con mis pies, no quiero admitirlo, pero estoy nervioso. 

—¿Sabes términos científicos?

Ladeo la cabeza y frunzo el ceño.

Suspira y se sienta en los pies de la cama. —En tu corazón se comenzó a crear un tumor, este provoca: mareos, fuertes palpitaciones, dolor y dificultad para respirar. Muchas veces tardan en aparecer los síntomas, días o meses, según los estudios el tuyo ha llegado a un punto de desarrollo en el que debe ser tratado, no de urgencia, pero sí con mucho cuidado.

No puedo procesar todo lo que ha dicho, así que lo resumo en una pregunta: —¿Moriré?

Su mirada se abre de par en par y me mira, su piel pálida ha bajado imposibles tonos.

—No —suelta. 

 

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Luffy.

Después de que el medico sale a hacer cosas de médicos, Sanji entra a mi habitación, lo veo chocar hombros con Zoro al intentar pasar la puerta al mismo tiempo, suelto una carcajada al verlos tener una mini pelea. 

Después de lograr  empujarse hasta entrar ambos, Zoro se sienta en los pies de mi cama y Sanji deja una enorme caja de dulces a mi lado.

—Si puedes reírte así, seguro puedes correr un maratón —bromea Zoro.

—Imbécil —susurra Sanji. —Luffy, me alegra ver que estés mejor. Lo de está mañana fue una locura, de verdad me espanté. 

—¿Cómo está Nami? 

—Los demás están bien, no han podido venir, pero mañana los tendrás aquí —me da una sonrisa forzada y siento que algo no está bien.

—De acuerdo —digo y suelto una risita.

—Tu abuelo sigue hablando con los especialistas, pero me dijo que te diera esto. —Me entrega mi sombrero y sonrío|. —Sabía que lo extrañarías.

—Gracias, Zoro. 

Ambos me miran y aunque sonríen sé que están preocupados, están asustados, porque yo, muy dentro de mí, muy escondido, también tengo miedo.

CORAZÓN. (LAWLU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora