El amor que no tuvimos

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- Entonces ¿nunca has ido a Italia? - pregunta Gabriel perdiéndose en los ojos de Alexa, lo cual ella disfrutaba de una manera extraña

- Solo fui una vez - responde la chica jugando con su copa de Martini - y la experiencia... no fue muy bonita, prefiero el sur de Francia o París...

- Pero que dices - Gabriel la mira como si estuviera loca y eso la divierte - si París huele a orinal todo el año

Alexandra ríe, aquello no podía negárselo, París era bellísimo, pero olía a baño público todo el año, en espacial en verano cuando la calle se calentaba por las altas temperaturas y el olor subía con la densidad del aire.

- Es mi turno - Alexandra cambia el tema y se sienta derecha en su silla - verdad o reto

- Reto - responde Gabriel luego de beber un trago de su birra

- Te reto a que me beses - dice Alexandra dejando de lado su copa ya bacía - ¿o es que no te atreves?

- ¿Es lo que quieres? - pregunta Gabriel sin dejar de mirarla a los ojos

- ¿Tu no quieres? - Alexandra se quita el cabello de los hombros

Gabriel no responde, solo sonríe de medio lado manteniendo el contacto visual, Alexandra se muerde el labio inferior y se pone de pie, sintiendo la mirada de Gabriel sobre ella, mientras camina lenta y sensualmente hacia el baño de mujeres.

Gabriel la sigue hacia el baño y la encuentra sentada sobre el lavamanos, ambos se sonríen y Gabriel pone el seguro en la puerta, Alexandra deja que uno de los pequeños y suaves breteles de su vestido caiga por su hombro y llama a Gabriel con el dedo índice.

Gabriel se acerca a ella, ubicándose entre sus piernas y acaricia delicadamente sus piernas por sobre la seda del vestido.

- No has dicho donde quieres que te bese - dice Gabriel acercándose al cuello de Alexandra

Alexandra sonríe de medio lado, aquello era lo que necesitaba, enrolla sus piernas a la cintura de su acompañante acercándose más a la orilla del lavamanos, restregando así sus sexos, Alexandra atrapa con la mirada a Gabriel y acercándose lentamente a sus labios murmura.

- Sorpréndeme - ronronea antes de sentir los labios de Gabriel recorrer su cuello en suaves mordidas

Eran dos desconocidos, ninguno necesitaba saber mucho más del otro que el calor que desprendían sus pieles al tocarse mutuamente, que los susurros pesados que salían de sus bocas antes de entregarse a un beso lleno de hambre por más.

Alexandra se entregó por completo, sus miradas hablaban por si solas, las palabras estaban de más. Las manos de Alexa bajaron por el torso de Gabriel, abriendo un par de botones en el proceso para poder besar más allá de su cuello.

- Verdad o reto - pregunta Gabriel tomando a Alexandra por la cintura para acariciar su piel por debajo del vestido, creando un camino desde su rodilla hasta sus bragas

- Reto - responde Alexa sintiendo como los dedos de Gabriel jugaban con su clítoris por sobre sus bragas

- ¿Dejarías que te follara aquí? - pregunta cerca de su oído para luego tirar el lóbulo de su oreja y sentir como las uñas de Alexandra se perdían en sus pequeños rizos castaños

- ¿Quieres follarme? - pregunta Alexandra de manera juguetona sabiendo a la perfección la respuesta

- Tu qué crees - Gabriel posa la mano de Alexandra sobre su pantalón para que sintiera su erección

- Entonces si - Alexandra responde en un gemido al sentir el dedo de Gabriel tocar el punto más sensible de su cuerpo - follame

Ambos sonríen, Gabriel baja a Alexandra del lavamanos y la hace girar para quedar ambos mirando sus reflejos en el espejo frente a ellos, Gabriel tenía la camisa completamente abierta y bajo la atenta mirada de Alexandra se baja la bragueta del pantalón y deja salir su erección.