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El fin de semana pasó con extremada lentitud para Gabriel y Alexandra, ya que por separado solo anhelaban volver a verse, los mensajes por WhatsApp ayudaban a aminorar la ansiedad que sentían por su reencuentro, pero en el fondo morían por volver a respirar el mismo aire.

Carla y Samuel supieron manejar un poco mejor los sentimientos que los envolvían, Carla le había pedido el número del móvil de Samuel a Lucrecia, quien sin preguntar mucho accedió a compartir el contacto con su amiga, ya luego tendría tiempo para el interrogatorio que tenía planeado, sin embargo, aquellas pequeñas sonrisas furtivas he inesperadas hacían que Carla y Samuel se volvieran a sentir como aquellos adolescentes a los que pensaban haber dejado en el pasado.

Aquella mañana de lunes en la mesa de desayuno los teléfonos de Alexa y Samuel vibraron al mismo tiempo encima de la mesa y ambos se olvidaron de la regla de "no teléfonos en la mesa" para con suma prisa leer sus respectivos mensajes.

Samuel sonrió ante el mensaje de Carla y Alexa sonrió ante el mensaje de Gabriel quién le dijo que le tenía una sorpresa.

Mencía y Rebeka se miraron cómplices he hicieron carraspear sus gargantas llamando la atención de padre e hija quienes se miraban algo sonrojados.

- Parece que el amor ha llegado antes de San Valentín - dice Rebe tirándole una miga de pan a su amigo y a su ahijada - par de tortolitos...

- Que dices - Samuel se ríe y niega con la cabeza

- Ya... que tú no me has querido contar lo que pasó después de la cena de Lu...

- Después - demandó Samuel mirando fijamente a su cuñada y amiga para mirar fugazmente a su hija quien ya se encontraba reteniendo una sonrisa coqueta mientras miraba la pantalla de su teléfono - Alexa... - Samuel llama a su hija, pero ella lo ignora he envía un stiker del burro de Sherk a Gabriel - Alexandra

- Lo siento... - la mencionada parpadea rápidamente hacia su padre - ¿decías...

- Que comas - la mira extrañado - se nos hará tarde...

- Es que tal vez si dejasen de sonreír a sus teléfonos podrían comer - interrumpe Ari mirándolos a ambos de manera divertida

Alexa rueda los ojos ante el comentario de su madre, deja el móvil a un lado y Samuel la mira como si en realidad no estuviera esperando a que llegase la hora del almuerzo para volver a ver a Carla.

Padre e hija mantuvieron los teléfonos lejos de sus alcenses para comer tranquilamente de sus desayunos, en donde no faltaron las pequeñas miraditas y burlas de Rebeka y Mencía quienes se comportaban como dos niñas pequeñas molestando a Samuel y Alexandra.

- Alexandra - Ari alcanza a su hija antes de que ella saliera por la puerta principal y se subiera al auto junto a Samuel

Alexandra se detiene en medio del pasillo y mira a su madre sin ninguna expresión de felicidad en el rostro, esperando a que la mujer se propusiera a hablar.

- Hoy iré a recogerte yo - dice firmemente Ariadna sin intimidarse por la mirada de su hija, la cual podía ser igual de despectiva que la de ella misma

- No - Alexa se aleja un pase hacia atrás

- Si, a no ser que quieras que tu padre se entere de tu invitado del viernes por la madrugada - la amenaza cruzándose de brazos sin una gota de arrepiento, ya que si su hija la veía como una bruja eso sería exactamente en lo que se convertiría

- ¿Me estás amenazando? - cuestiona la menor completamente molesta

- Es exactamente lo que estoy haciendo - responde Ari sonriendo hacia la menor - vendrás conmigo y tu padre no se enterará nunca de tu visita inesperada...

El amor que no tuvimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora