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- ¿Cuánto falta para que lleguemos? - pregunta Alexa sintiendo que en cualquier momento se quedaría dormida en el asiento de copiloto del auto

- Ya llegamos - responde Gabriel sonriendo al ver a Alexa comportarse como una niña pequeña

El portón eléctrico frente a ellos se abrió dejando a su paso un precioso jardín, con enredaderas de rosas rojas y viñedos. Gabriel aparcó el auto y se aproximó rápidamente a la puerta del copiloto para abrirla y ayudar a Alexa a salir del coche.

- ¿En dónde estamos? - pregunta Alexa sintiéndose rodeada de naturaleza

- En Caleruega - responde Gabriel entrelazando su mano con la de Alexa para caminar entre los viñedos los cuales estaban alumbrados por faroles al estilo inglés

- ¿En tus viñedos? - pregunta Alexa sorprendida porque realmente no se esperaba aquello

- En realidad son de mi madre - Gabriel sonríe y Alexa rueda los ojos

- Típica respuesta de niño rico -dice la rubia picándole el costado a su chico

- Como si tu no tuvieras una fortuna de herencia - Gabriel le sigue el juego y ella ríe

Caminan por el sendero marcado hasta visualizar una gran mansión con aspecto a una gran hacienda colonial, pero obviamente restaurada y modernizada con el trascurso de los años, Alexa se afirma fuertemente a la mano de Gabriel en cuento ambos son recibidos por el personal de la mansión.

Alexa se queda maravillada con el aspecto mediterráneo del lugar y Gabriel se siente extrañamente reconfortado por su alrededor, ya que le recordaba a su hogar en Italia.

- Señor, la cena está lista para ser servida en el patio interno si es que así lo desea - dice el ama de llaves

- Perfecto - Gabriel asiente y él y Alexa son guiados hacia el patio interno de la mansión

El ama de llaves abrió la puerta de salida del salón principal y tanto Gabriel como Alexandra se quedaron sin habla ante la maravilla del lugar, era un patio precioso en medio de la mansión, dejando a la vista sus extensos pasillos sostenidos por enormes pilares y al centro, un gran cuadrado lleno rellenado con pasto, una mesa de madera de mantel blanco, dos sillas, una en frente de la otra, una botella de vino preparada para ser descorchada y servida en las copas, dos platos blancos y utensilios, cuchara, tenedor y cuchillo.

- ¿Tú has preparado todo esto? - pregunta Alexa mirando maravillada a su chico

Gabriel sonríe y la guía hacia la mesa, retira la silla hacia atrás y Alexa se sienta sin dejar de sonreír, Gabriel se inclina y besa su mejilla antes de sentarse frente a ella, toma la botella de champán y sirve del contenido burbujeante en sus copas.

- Todas las noches que he pasado o pensando en ti han sido perfectas - dice Gabriel - pero enserio quería que esta noche fuese especial

- ¿Entonces brindamos por nosotros no? - pregunta Alexa alzando su copa - y por más noches mágicas como esta

- Salud - Gabriel sonriente alza su copa y brinda junto a Alexa

La noche estrellada no se comparaba a los dos zafiros que Gabriel tenía frente a él, hacía mucho tiempo que se dio cuenta que cada vez que hacía reír a Alexa su mirada resplandecía, así que aquella noche no había dejado de hacer el tonto, solo para verla reír y poder embriagarse en el brillo de su mirada, en el calor de su risa y en la belleza de su sonrisa, en la manera en que su cabello se movía ligeramente por el viento, era perfecta, él se había enamorado, su corazón latía por esa chica y esperaba que siguiese así por siempre.

El amor que no tuvimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora