Capítulo 6

2K 247 46
                                    

— Despierta.

Caspian arrojo un balde de agua al inconsciente cuerpo de Edmund, quien de un salto termino por despertarse aturdido, de fondo podían escucharse las risas de los tripulantes, Edmund enfoco su visión en el rostro de Caspian y no pudo evitar hacer una mueca de desagrado.

— ¿Qué tal dormiste cariño? ¿Tu sueño fue bueno?— Cuestiono Caspian burlonamente.

Edmund no respondió.

Caspian era conocido por no tener mucha paciencia, por lo cual tomó a Ed por uno de sus brazos y lo obligó a levantarse, dos de los compañeros de Caspian lo sujetaron por ambos brazos y Caspian se ubico delante de él.

— Bien, que es lo que haré contigo rey Edmund.

Edmund se quedo en silencio, tenia que evaluar sus opciones antes de siquiera hacer un ruido.

— Ni siquiera tienes un objeto especial según tengo entendido— Mencionó Caspian, captando de forma inmediata la atención de Ed. — La reina Susan tiene aquel cuerno mágico, Lucy tiene el elixir de la vida y el gran rey Peter tiene aquella poderosa espada, pero tú...tú no tienes nada especial— Caspian se acercó lo suficiente como para estar a un par de centímetros del rostro de Ed. — Tú no tienes nada especial que yo pueda usar.

— Lo que tú me digas no puede importarme menos —Mencionó Ed. — Así que ahórrate el discurso.

— ¿Acostumbrado a no ser importante?— Se burló Caspian.

—... —Edmund escupió cerca de los zapatos de Caspian, sonriendo burlón. — ¿Qué pasa príncipe? ¿algo te molesta?

Caspian tomó con firmeza el rostro de Edmund, utilizando tal fuerza que sus dedos quedaron marcados en la tostada piel de Ed.

— Vas a aprender a mantener esa linda boca cerra —Masculló.

— ¿Si? ¿como?— Cuestiono Edmund soberbio.

— Se me ocurren un par de ideas...¿quieres que las ponga en practica?

— Haces que quiera vomitar.

Caspian soltó una carcajada, finalmente ordenó que lo llevaran a su habitación y lo encerraran ahí, Caspian debía pensar que hacer con él, bien podría usarlo de rehén y extorsionar al resto de los Pevensie. Cuando Edmund se vio encerrado en aquel cuarto pudo respirar con un poco de tranquilidad, al menos en ese lugar estaría solo, ahora debía ver la manera de salir de ahí. Se asomo por la pequeña ventana que la habitación tenía y como esperaba, no había señales de ningún otro barco, apoyó su frente contra el vidrio y suspiro cansado, sintió un dolor en la parte posterior de la cabeza y con su mano se tocó el lugar afectado, estaba sangrando.

— Ese maldito hijo de...

Caspian se encontraba en la cabina principal revisando mapas y escogiendo la nueva ruta, debían parar en alguna isla cercana para abastecerse de alimentos y medicinas, Drinian entro en ese momento y enfoco su vista en Caspian.

— Señor.

— ¿Si?

— ¿Qué haremos con el prisionero?

Caspian dejó de prestarle atención a los papeles sobre la mesa y se concentro plenamente en Drinian.

— Aún no lo se — Respondió vagamente.

— Sus hermanos seguramente vendrán a buscarlo.

— Es lo que espero — Aquella respuesta logro sacarle una sonrisa a Drinian.

Edmund estaba aburrido, no sabia cuanto tiempo llevaba solo en ese cuarto, pero podía apostar que horas, hasta el momento no tenía ni la mas remota idea de como salir de ahí con vida, había revisado hasta el último rincón del cuarto tratando de hallar algo que le sirviera de ayuda, pero Caspian no tenía nada útil.

Unos pequeños golpes se escucharon del otro lado de la ventana, era como si alguien estuviera arrojando agua, Edmund se levanto del suelo y se acerco sigilosamente hasta la ventana, se asomo y pudo ver a una sirena tratando de comunicarse.

— Tu hermano viene en camino.

Se dejo oír en el viento, Edmund asintió e hizo una seña con su mano para hacerle saber a la sirena que había entendido y que ya podía irse, por suerte ninguno de los tripulantes del viajero del alba lo había notado, Edmund aún estaba en la ventana cuando la puerta fue abierta sorpresivamente.

— ¿Qué haces? ¿Acaso planeas lanzarte al mar? — Inquirió Caspian sonriendo.

— No suena tan mal, incluso me parece tentador— Contesto Edmund sin bajar la mirada.

Caspian suspiró.

— Te traje algo de comer— Mencionó dejando un plato sobre uno de los muebles.

— Genial, al menos no me matarás de hambre.

— ¿Quién ha dicho algo sobre matarte? Cariño —Dijo Caspian acercándose a Edmund, hasta tenerlo acorralado contra una de las paredes.

— Es lo que parecía con el golpe que me haz dado —Respondió Ed sin titubear.

— No me digas que te ha dolido.

— Por culpa tuya estoy sangrando.

Caspian levantó ambas cejas en señal de sorpresa, inspeccionó la cabeza de Ed y verifico que efectivamente estaba sangrando.

— Enviaré a alguien para que te revise.

Edmund se sorprendió, pero no dijo nada. Finalmente Caspian dejó la habitación y Ed comió lo del plato, no estaba tan mal como esperó, minutos después entro un chico con una caja con medicinas, Edmund se le quedó viendo sin moverse de donde estaba, el chico se le acercó y dejó las cosas sobre el suelo.

— Necesito revisar tu cabeza— Anunció el extraño.

— Bien.

El chico comenzó a limpiarle la herida suavemente.

— ¿Rey Edmund?

Ed abrió los ojos sorprendido, jamás espero ser llamado de esa forma en el navío de Caspian.

— No tienes que llamarme así.

— Pero es lo que eres.

— No recuerdo nada de ese entonces...

El chico guardo silencio.

— Eso solo me ha dejado más dudas — Dijo luego de unos minutos.

— ¿A que te refieres?

— Por ejemplo el porque se sigue viendo así de joven.

Esta vez fue Edmund quien no respondió, el tampoco lo sabía, apenas y tenía vagos recuerdos de su gobierno en Narnia, y tampoco sabia cuanto tiempo llevaba exactamente ahí, o siquiera en que lugar había nacido, al igual que sus hermanos.

Él no podía recordar nada.








¡Espero estén teniendo una buena semana! 

Últimamente he tenido algo de tiempo libre y quiero gastarlo viendo peliculas ¿alguna que me recomienden? 

𝐼𝑛𝑠𝑒𝑛𝑠𝑎𝑡𝑒𝑧 𝑛𝑎𝑣𝑒𝑔𝑎𝑛𝑡𝑒  [𝐶𝑎𝑠𝑚𝑢𝑛𝑑]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora