Capítulo 15

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Gracias a la ayuda de Farena llegaron mas rápido de lo normal al viajero de alba, en una situación normal seguramente se hubiesen demorado días, incluso semanas, pero con Farena solo fueron un par de horas. 

El gran barco se hallaba con un silencio escalofriante, apenas mostraba movimiento por las olas, Farena fue la primera en subir mientras Edmund y Lucy trataban de aclar el velero, pero las olas se hacían mas fuertes a cada segundo y mantener el equilibrio estaba resultando una tarea muy difícil. 

— ¡Lucy! — Edmund no pudo alcanzar a sujetar a Lucy y esta cayó inevitablemente al agua.

El corazón de Edmund se acelero y sin pensarlo se lanzo al mar para rescatar a Lucy, una vez la tuvo en sus brazos, ambos salieron a flote pero nadar era casi imposible por la agresividad del mar. 

Ambos hermanos observaron como del barco eran lanzadas unas cuerdas y con ellas algunos de los tripulantes, entre ellos Caspian. Edmund sintió como era tomado por la cintura y otro joven tomada a su hermana y la ayudaban a mantenerse a flote, Edmund miro a su rescatista y era Caspian, casi deja salir un grito de alegría y miedo al verlo. 

Caspian lo sujeto fuertemente por la cintura y se sujeto a las sogas, comenzaron a elevarse para llegar a la cubierta del barco. 

— Hola de nuevo rey Edmund.  

Edmund aun no podía salir del asombro. 

— ¿¡Que crees que estas haciendo!?— Preguntó enojado mientras parpadeaba rápidamente. — Me dijeron que estabas enfermo ¿y tienes la brillante idea de arrojarte al mar? ¿eres tonto? 

— Un gracias seria muy lindo escuchar, pero me alegra verte...

Edmund no evito sonrojarse. Unos chicos les orecieron toallas y Edmund decidió darle la suya a Caspian. 

— Lucy ¿estas bien? — Preguntó observando a su hermana ser atendida con especial cuidado, ella asintió viendo a su alrededor. 

— Sera mejor que se cambien de ropa capitán, llevaremos a la señorita a una habitación. 

— Gracias Degian — Degian sonrió en respuesta y acompaño a Lucy. 

— Sera mejor que tu también te cambies. — Mencionó Ed. 

— Mira quien habla...

Edmund rodo los ojos y tomo la mano de Caspian y lo llevo a su habitación, donde cerro la puerta detrás suyo, se mantuvo dando su espalda a Caspian, evitando verlo. 

— ¿Edmund? 

— Solo quédate ahí. 

Caspian no se movió de su lugar, repentinamente el ambiente se había puesto tenso. Edmund por su parte no sabia que expresión poner, estaba feliz, preocupado y muy ansioso. 

— Me dijeron que estabas enfermo y vine a ver que estaba pasando...¿Tu pediste que fueran a buscarme?

— No, nunca pedí que fueran por ti — Edmund apretó con fuerza la manija de la puerta. — No creí que fuera lo mejor, estabas con tus hermanos y no quería causarte mas problemas. — Su voz sonaba sincera. 

Caspian comenzó a toser y por poco cae al suelo, Edmund estuvo allí para sujetarlo y llevarlo a la cama. Caspian se veía muy débil, Edmund aun no entendía como fue que tuvo la osadía de lanzarse al mar en ese estado, era algo estúpido. 

Suspiro cansado, comenzó a desvestir a Caspian para cambiarle la ropa, en otras circunstancias estaría nervioso y con el rostro hirviendo, pero ver el deplorable estado de Caspian lo deprimía. Termino de vestirlo y lo arropo en la cama, fue a cubierta por una fuente de agua fría y un paño, y en el camino todos los de la tripulación lo saludaron, Lucy salió de una habitación y se acerco casi corriendo al encuentro de Edmund. 

— Te ves bien hermana. 

— Oh cállate — Lucy golpeo suavemente el brazo de Ed, se vio obligada a ponerse un poco de ropa de Degian ya que no había algo de su talla. — Tienen a los enfermos en una habitación ventilada, creo que deberíamos darle un poco del cordial ahora antes de que empeoren. 

Edmund asintió, pero primero fue a atender a Caspian y asegurarse de que este aun estaba mejor. 

Le dieron un poco del liquido mágico a los enfermos y esperaron a que este hiciera efecto, los aliviaba pero no los recuperaba del todo, y ese extraño polvo no se iba de su cuerpo, para alivio de Edmund Caspian no parecía mostrar indicios de eso. 

La noche pronto cayo y después de una agradable cena con el resto cada uno fue a descansar, tomando turnos para cuidar de los enfermos. Edmund dejo a su hermana en la habitación que el resto amablemente le cedieron y camino hacia la habitación de Caspian, una vez allí cerro la puerta suavemente y se saco sus botas, chequeo el estado de Cas para dirigirse al baño y darse una ducha. 

Cuanto necesitaba una ducha. Dejo que el agua limpiara su cuerpo mientras disfrutaba de la cálida sensación, cuanto amaba que el barco de Caspian contara con agua tibia. Estaba tan metido en sus pensamientos que no sintió cuando la puerta fue abierta, ni mucho menos cuando alguien se había metido a la ducha con el. 

— Debiste cerrar con seguro...

Sobresaltado Edmund se dio vuelta para ver a Caspian detrás suyo, desnudo. 

— ¿Qué demonios haces aquí? 

— La puerta estaba abierta. 

— ¡Creí que estabas enfermo! — Gritó en un susurro Edmund, no quería despertar a nadie. 

— La puerta no tenia seguro, lo tome como una invitación. 

— Idiota. 

Ambos jovenes guardaron silencio pero no dejaron de mirarse a los ojos en ningún momento, la áspera mano de Caspian acaricio suavemente el brazo desnudo de Edmund, subiendo lentamente hasta tocar su mejilla. 

— Te extrañe.

— Lamento mucho lo que ocurrió ese día. — Dijo Edmund angustiosamente. 

— Shh..no tienes que disculparte. 

— ... también te extrañe...

Caspian abrió ampliamente los ojos ante la confesión de Edmund, tragando saliva nervioso, acerco sus labios temerosamente a los de Ed, siendo consiente de ninguna señal de incomodidad, presiono suavemente sus labios con los del mas bajo. 

Cuanto había añorado ese maldito beso.

Edmund enredo sus brazos en el cuello de Caspian y presiono sus cuerpos para estar aun mas juntos, importándole muy poco su desnudez o la de Cas. Se besaron durante unos minutos mas hasta que Edmund quiso subir un poco mas la intensidad del beso, pero Caspian lo alejo sutilmente. 

— Realmente lamento hacer esto, pero me encuentro muy débil como para hacerte sentir bien. — Sincero Caspian, recibiendo una pequeña risilla por parte de Edmund. 

— Salgamos de aquí antes de que te enfermes mas. 

Se besaron por ultima vez y salieron de la ducha, una vez listos para dormir se metieron bajo las mantas y Caspian escondió su rostro en la curvatura del cuello de Ed, recibiendo risas por la sensación que provocaba su respiración en ese lugar. 

— ¿Estarás aquí cuando despierte?

— Claro que si. 






Buee no demore tanto esta vez (u‿ฺu✿ฺ) 

Tengan un buen fin de semana, tomen agua y descansen, espero publicar dentro de la semana para que la espera no sea eterna. 

LOS QUIERO MUCHO. 

𝐼𝑛𝑠𝑒𝑛𝑠𝑎𝑡𝑒𝑧 𝑛𝑎𝑣𝑒𝑔𝑎𝑛𝑡𝑒  [𝐶𝑎𝑠𝑚𝑢𝑛𝑑]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora