El jardín lateral

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09/11/2014

- Él comenzó. –

- Eso no es verdad, fue él quien lanzó mis cosas. –

Miré al Sr. Lee fijamente, con la punta de las orejas rojas, quería llorar de frustración, porque una vez más estaba pasando, les creían antes que a mí.

- Fue un accidente. –

- ¡Siempre es un accidente! –

No pude evitar gritar, tal vez demasiado alto, porque los chicos mayores miraron de reojo a través de la ventana de su sala de clases.

- Riki. –

- Él siempre busca problemas con todos. –

Apreté mis puños con fuerza, no podía recurrir a la violencia, la violencia nunca era la solución ¿Cierto?

- Siempre molesta a todos y luego va a llorar con su hermano porque sabe que lo va a defender. –

La violencia no es la solución, Riki. Continuaba repitiéndolo en mi cabeza, mientras un nudo se formaba en mi garganta y mis ojos comenzaban a picar.

- ¿Lo ve? No es más que un niño llorón. –

Miré al profesor con los ojos llorosos, y él se limitó a mirarme en silencio. Quería gritar, golpear todo y a todos, pero no pude hacerlo, porque ya le había causado demasiados problemas al señor Lee, a mamá y a Sunghoon.

- Riki...-

- Sólo dígame cuál será mi castigo. –

Dije bajito, bajando la mirada para evitar que notara mis lágrimas.

Esa mañana no pude desayunar en el lugar de siempre, el señor Lee me pidió que me quedara en el salón de clases, y yo no pude decir nada al respecto, tan solo asentí, porque su "No deberías dejar que te molesten" había sido demasiado molesto como para contestarlo.

No había dejado que Sunghoon me entregara mis postres, y mucho menos que hablara conmigo, al parecer ese es el castigo que te dan cuando quieres evitar problemas, ¿Qué clase de profesor te castiga por ello?

- Solo quiero ir a casa. –

Dije mientras miraba las coloridas flores que decoraban el jardín lateral de la escuela, era el más hermoso de todos, pero jamás nos dejaban entrar a él.

- ¿Por qué no puedo ser tan bonito como ustedes? –

Dejé que mi rostro reposara sobre mi brazo, me había cansado de llorar, pero estaba demasiado aburrido como para hacer alguna otra cosa.

- Son hermosas ¿Cierto? –

Una hermosa piel blanca se asomó por la ventana, y por un segundo mis mejillas se calentaron ante la cercanía del chico frente a mí.

- ¿Te asusté? –

El chico sonrió, y me sentí mal por pensarlo, pero su sonrisa podía ser igual o incluso más hermosa que la de Sunghoon.

Asentí en silencio, y él hizo un leve puchero.

- Lo lamento, es que siempre luces tan decaído que no sabía cómo acercarme. Te he visto cuidar de las flores, así que pensé que serían el tema ideal para hacerlo. –

- ¿Sabes quién soy? –

- Por supuesto. –

Dijo sonriendo, sus ojos eran pequeños, y su cabello rosado los cubrían levemente.

- Eres el chico que le puso nombre a las abejas del panal que está en el jardín de atrás, también te he visto cuidar de las flores que viven en él. –

Y me sentí avergonzado, porque la descripción que escuché era todo lo contrario a lo que me hubiera gustado escuchar.

- Oye, no te sientas mal. Yo también adoro cuidar de ellas. –

Levanté la mirada, y su hermosa sonrisa me hizo sentir mejor.

- Chico de ojos llorosos, estás ante el presidente del club de jardinería, Kim Sunoo. Ni siquiera eres miembro de mi club, y aun así cuidas de las flores mejor que todos en él. –

Después de ese día comencé a quedarme en el salón con mayor frecuencia, descubrí que Sunoo usaba su descanso para cuidar del jardín, y que las pequeñas catarinas que siempre caminaban sobre las hojas se llamaban Kati y Doni. Nombres que él mismo les había puesto.

Sunoo era lindo, usaba suéteres coloridos, y su cabello se deslavaba con bastante frecuencia, comencé a compartir con él los postres que Sunghoon compraba, y él siempre me explicaba cómo cuidar de los distintos tipos de plantas que había en el jardín.

Creo que exageraba al pensarlo, pero por primera vez en mucho tiempo sentí que tenía un amigo.

Boys Will be BUGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora