Undercover || H. S.

Cap 16

Me quede estática por unos segundos hasta que sentí las manos de Liz en mi espalda alentándome a caminar hasta Gemma.

-Debo decir...-me dio un beso en la mejilla e hice lo mismo mientras trataba de poner mi atención en lo que estaba sucediendo.-eres más bonita en persona- mis ojos se abrieron un poco y sentí mis mejillas tomar otro grado de temperatura.

-Muchas gracias, lo mismo digo- le dedique una sonrisa mientras volteaba a ver a Liz. - Gemma, ella es Elizabeth, mi mejor amiga- dije.

Pude notar que había un hombre tras ella vestido completamente de negro, al parecer era de seguridad, no podía ver que decían las letras en su espalda, así que aún no estaba segura.

Terminaron de saludarse y compartieron algunas palabras que no estoy segura de que eran por mi distracción. Quería ver a Harry, quería estar con él y quería decirle cuanto lo amaba. No podía esperar para que ella me llevara a él o a cualquier sitio al que el haya decidido que este, solo quería verlo y escucharlo cantar. Era una batalla entre la persona que debería de ser y la fan dentro de mí.

-Vamos- la suave voz de Gemma me saco del trance.

Enrosco su brazo con el mío mientras caminábamos tras el hombre de negro, ya tenía una vista más amplia de su camisa y podía notar que era de seguridad efectivamente. Detrás de nosotras estaba el que podía deducir que era su compañero, suponía que era por si reconocían a Gemma no le pasara nada o se mantuvieran alejados de ella. Aun no conocía a esta chica, por lo tanto no sabía decir si de verdad era amable con las fans o simplemente no le gustaba tener contacto con ellas. Te falta mucho que saber.

Caminábamos sobre un pasillo enorme que rodeaba todo el establecimiento. Se encontraban más de miles de personas ahí, el concierto estaba por comenzar, solo quedaban prácticamente minutos para que diera inicio. Los gritos de las chicas se escuchaban por todo lo alto, había personas llorando y coreando sus canciones a capela. Este ambiente era realmente magnifico, aunque no conocía a nadie más que a Elizabeth, podía jurar que ellos eran mi familia, entendían mis sentimientos y las letras les afectaban y les llegaban en el punto más sensible al igual que a mi.

-Olvide darles esto- la voz de la rubia de nuevo en escena.

Nos entregó unos collares con un pase a backstage. Eso significaba que ya estábamos cerca de ver a Harry y mi corazón se aceleraba a mil por hora. Puse el cordón sobre mi cuello y deje caer el pase enmicado sobre mi abdomen.

-Gemma...- mi voz se había subido un tono por la música que había empezado a tocar de fondo. - ¿A dónde vamos?- su sonrisa blanca y sus hoyuelos haciéndole compañía hicieron que me sintiera en casa.

-Si alcanzamos, vamos a ver a los niños en camerinos, si no, iremos al frente del escenario- ¡Que demonios había dicho! Acababa de decir que íbamos a estar al frente del escenario. Mi corazón se congelo y mi voz huyo de mi garganta. Esto no podía estar pasando, sus palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza.

Las piernas me temblaban, no sabía si por el hecho de que conocía a la hermana de mi novio o porque estaba a punto de ver a One Direction. Mi cuñada, si es que le podía llamar así, me tomo de la mano al momento en el que llegamos a una barra metálica que dividía a las personas de la parte trasera del escenario. Me dedique a seguirla porque no había una disociación mente-cuerpo en este momento, así que me deje llevar mientras procesaba todo.

Pasamos sobre las personas de seguridad con solo mostrarles el collar que llevábamos, Gemma aun mantenía su mano con la mía y Liz venia justo atrás de nosotras. Había una construcción improvisada a nuestro alrededor y demasiado movimiento de personas de seguridad y suponía que algunos eran los organizadores de todo por los radios que llevaban en las manos y la mirada desesperada. A mi derecha había pasado unos baños improvisados que daban hasta las escaleras del escenario por la parte de atrás. No sabía cuánto había recorrido pero los gritos de las fans no se escuchaban, solo podía oír un murmullo de un conglomerado de personas. Al final vi una puerta con en el nombre de mi banda favorita en ella. La piel se me puso de gallina y la boca se me seco de inmediato.