Y todo porque me he mudado aquí

CAPÍTULO 9: Se avecinan sorpresas...

Cuando me despierto, Liam no está. Veo que hay una botella de tequila vacía en el suelo. ¿Qué te pasa Liam? De verdad que estoy muy preocupada por él. Decido ir a donde Cam para que me de respuestas sobre este comportamiento.

-Hola Cam-digo cuando me deja entrar en su habitación. Me siento en su cama, y creo que ya sabe lo que quiero saber.

-Reese, no veo conveniente que te lo explique yo...

-¡NI CONVENIENTE NI MIERDAS! ¡¿ESTOY SÚPER PREOCUPADA POR ÉL Y TÚ ME DICES QUE NO ES CONVENIENTE QUE TÚ, SU MEJOR AMIGO NO ME CUENTE LO QUE DE VERDAD LE ESTÁ PASANDO A UN CHICO QUE ME INTERESA?!-no acabo de decir lo que acabo de decir. No es posible. Por favor, tierra trágame.

-¿Así que te interesa? mmmm...-se queda mirándome, pensativo. Joder, la he cagado pero bien. Me he sentido mal por haberle dicho todo eso de golpe.

-Perdona si te he hablado...

-¿De verdad te interesa?

-Sí...-dice, ignorando mi disculpa.

-Interesante...-dice él.

-¡¿PUEDES CENTRARTE EN LO QUE TE HE DICHO ANTES, POR FAVOR?!-digo yo ignorando su respuesta y su sonrisa, o mejor dicho, intento de no reírse en mi cara.

-Vale vale. Tú estate tranquila, ya te contará él lo que le pasa. Le tienes que dar un poco de tiempo para que primero lo asimile por sí solito.

-Vale. Oye Cam, perdoname por lo de antes, no quería hablarte así...

-No pasa nada, se nota que estás preocupada por él, pero tú tranquila, que ya aparecerá-y se queda tan tranquilo. Decido irme a mi habitación del hotel a cambiarme e irme a clase para olvidarme un poco de él. Me tendré que distraer de alguna manera, digo yo.

Cuando llego de clase, no ha aparecido todavía. Me estoy preocupando cada vez más, y ahora es en serio. ¿Pero por qué estoy tan preocupada por él?

Te va a costar admitir que te gusta, ¿eh?

Qué pesado eres algunas veces, maldito subconsciente.

Pero se me ha terminado rápido esa tontería, cuando veo la puerta abrirse poco a poco. Veo que es él, y tiene las pupilas bastante dilatadas, y viene con una cara de no haber dormido desde ayer por lo menos.

-¡Liam!-y le doy un abrazo. Él me responde con una palmadita en la espalda confuso.

-¿Dónde has estado? He estado preocupada estos días por tí....

Silencio incómodo.

-Estaba por ahí.

Otra vez el maldito silencio incómodo.

-¿Estás bien? Sabes que...

-Puedo confiar en tí. Sí, lo sé, pero necesito tiempo para asimilarlo por mí mismo, y luego te lo contaré, ¿vale? Pero dame tiempo por favor.

-Claro, es tu decisión y la respeto-y con eso quiero preguntarle una cosa, pero no sé si decirle o no.

-¿Algo más que quieras añadir?-me dice él como si me hubiera leído la mente.

-La verdad es que sí...Te quiero decir algo, pero no estoy...

-Tranquila, no será tan malo fijo.

-¿Vas a dejar de fumarte todo lo que te pilles por el camino y emborracharte, por favor?-cuando termino la frase, es como una bomba para él, porque se levanta rápidamente de mi lado.

-¿De verdad crees que he estado haciendo eso estos dos días?

-¿Y si tú no has sido, quién ha...?-y señalo las latas de cerveza y la botella de tequila que siguen en el suelo.