CAPÍTULO 17: Las clases después de navidad

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-Liam-
Hoy es el maldito día de universidad, no quiero ver al profesor ese que me estuvo insultando todo el trimestre.

Se te ha olvidado de que estás en otra universidad, amigo.

Ostia, es verdad. Menos mal que no le voy a ver más a ese hijo de la gran....

Es que madre mía, cada vez más tonto y olvidadizo.

Bueno ya no, ¿subconsciente?

Estás hablando contigo mismo, ¿sabes?

También es verdad. Bueno, a lo que iba, me visto rápidamente y voy directo a la cocina para coger algo para comer por el camino ya que voy tarde. No hay nadie en casa, qué raro. Creo que Nick se ha ido a por algunas cosas para empezar a pintar su nuevo cuadro que le han encargado, o eso creo, tampoco le presto tanta atención.

-Reese-
Hoy el el primer día después de navidad, y me pongo lo primero que pillo, más o menos: un gorro blanco, una camiseta blanca y por encima una sudadera azul, unos pantalones campana blancos y por último mis converse blancas y una chaqueta verde que me llega por las rodillas. Me fijo en que hay un poco de nieve, y decido ir andando a clase. Por el camino, encuentro a Cam.

-¡Cam!-le grito yo y me entero de que está hablando con alguien.

-Hola...este es Jace-y él me saluda sonrojado.

-Ya sé quién es, pero hola-y le ofrezco la mano. Él me lo da tímidamente.

-¿Venís a clase?-los dos asienten con la cabeza y vamos todos a clase.

De repente, voy a mi taquilla, la abro, saco los cuadernos tranquilamente y cuando la cierro ahí es donde aparece Eric con cara de preocupación.

-¿Qué pasa?-digo yo un poco desconcertada.

-Hay...un vídeo donde se ve quién te dejó en ropa interior...

-¿Qué? Enséñame ese vídeo.

Aparezco yo con...¿el chico tímido de clase? No entiendo nada.

-¿Contexto de este vídeo, por favor?

-Cuando te drogaron, se supone que a él también, y le retaron a quitarte la ropa. Luego yo te encontré tirada en el sofá y te dejé mi camisa. Intenté pararles y que no te graben, pero ya ves...

-Espera, ¿qué?-demasiada información.

-Eso se supone. Mira, ahí está, habla con él, quizás te diga algo...-no lo dudo ni un segundo en ir a donde él , que se llama Caleb, y le cojo del brazo. Él intenta escapar de mi agarre, pero sin ningún resultado.

-¿Qué quieres?

-Que me digas por qué lo hiciste-le digo sin rodeos.

-No sé de qué me hablas-me dice sin ni siquiera mirarme.

-¿Ah, no?-y le enseño el vídeo que me ha mandado Eric.

-Vale...¿Qué quieres saber?

-Por qué lo...-no me da tiempo en terminar la frase ya que suena el timbre indicando que las clases van a empezar.

-Luego nos vemos, y no te vas a escapar-digo yo mientras le suelto el brazo. Él se aparta de mí bruscamente y se va corriendo. Todavía no tengo respuestas, pero no me voy a quedar así ni de coña. Ni. De. Coña.

-Bueno, hoy empezaremos a dar lo que más os gusta chicos y chicas: Literatura universal. Me da que algunos no tenéis claro lo que queréis hacer en un futuro, por eso algunos de aquí estáis en física y química también-y me mira a mí y a algún que otro alumno más.

-Profe, tengo una duda: ¿Tú que has estudiado para esto?-digo yo, porque me interesa la literatura.

-Estudié la carrera de literatura universal, pero no te lo recomiendo si no te gusta leer ni escribir, ahí no paras de hacerlo...-me dice con una cara de espanto que solo con ese gesto me echa para atrás esa carrera. Pero bueno, a mí me gustan esas dos cosas, así que...
***
Las siguientes dos clases se me han hecho eternos la verdad, no sé qué hacer todavía y ya la tutora nos está agobiando por eso. ¡Aún es pronto para eso!

Me centro en meter los cuadernos en la taquilla y cuando la cierro aparece Caleb apoyado en una de las taquillas de al lado.

-¡Qué susto me has dado!-le digo yo dando un respingo.

-Perdón...Bueno...a ver...¿por dónde empiezo...?-dice Caleb mientras que le cogo del brazo para sentarnos en un banco ya que ahora toca el recreo de 30 minutos.

-¿Qué hice esa noche?

-Nada malo, estuviste bailando con tus amigas y de repente alguien te dio una bebida y luego estuviste fatal.

-¿Y luego qué pasó? Es que no me acuerdo de nada...

-Pues que a mí me retaron a quitarte la ropa, y como yo también estaba mal (aunque tú estuviste peor que yo), pues accedí a ese reto. Perdóname Reese, yo no quería...-pero ahora eso me da absolutamente igual, lo que me importa es quién mierdas me echó esa maldita droga en la bebida.

-Tranquilo, está olvidado desde que me lo has dicho-y con eso noto cómo sus músculos se calman. Pobrecito, le hicieron hacer una cosa que él ni siquiera quería hacer...

-¿Algo más que quieras saber?

-¿Quién mierdas me drogó? Y como no me lo digas, te juro que digo a todo el mundo lo que hiciste.

-Vale...Fue Nick Jones...

-¿QUÉ? ¡COMO SE ATREVE!-y de repente recuerdo esa conversación que tuvimos en el bar, me dijo que fuera con él y que dejara a su hermano...ahora entiendo todo. Me despido de Caleb después de darle las gracias por todo y me voy corriendo. Se va a enterar.

Y todo porque me he mudado aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora