Capítulo 10 Pollux Black

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   Rabastan miraba a Pollux que seguía sentado como si nada sucediera mientras pensaba que lo que acababa de pasar muy bien pudo haberlo hecho su propio padre. La muerte era mejor a la deshonra esa era la ideología de muchas familias incluyendo la suya, otras familias que no eran tan extremas preferían desheredarlos y borrarlos del árbol genealógico cortando todo lazo con ellos, sin el apoyo económico e influencia de su familia no podían ser alguien en el mundo mágico y muchas veces vivían en la miseria, práctica que a Rabastan le parecía de barbaros ya que no todos tenían la fuerza para salir adelante y tomaban medidas drásticas claro que esa práctica aseguraba la obediencia de todos los miembros restantes de la familia.

    Al ver como Rodolphus fallaba miserablemente en mantener la apariencia de un sangre pura mientras abrazaba el cuerpo de Bellatrix sintió que su corazón lloraba por su hermano aun recordaba la incertidumbre de este cuando su padre antes de morir le dijo que había arreglado su matrimonio y su alegría cuando supo que era con Bellatrix Black pero al ver lo que les deparaba su futuro no podía evitar culparla por todo lo que les iba a pasar y desear que el matrimonio no se llevara a cabo, el que Pollux la hubiera matado era un alivio.

   —Padre ¿Por qué? —Le pregunto Cygnus mientras se dirigía tambaleándose hacia donde yacían sus hijas—. Creí que íbamos a tratar de cambiar ese futuro.

   —Y lo hemos hecho ahora tenemos la oportunidad de empezar de nuevo. —Pollux contesto luego de descongelar a Walburga que se acercó a sus hijos mientras Orión la abrazaba tratando de consolarla—. Contactare al mejor pocionista para que ayude a Druella y a Walburga a que se embaracen a la brevedad y esta vez yo personalmente los educare. —Sus palabras hicieron que Lucrecia se quedara inmóvil en los brazos de Ignatus ya que jamás pensó oír tales palabras salir de los labios de su tío.

    —No lo haré. —Aseguro Walburga saliendo de su aletargamiento—. Si Sirius y Regulus no cumplieron tus expectativas no fue su culpa, fue mía. —Soltándose de Orión abrazo a Sirius mientras las lágrimas que corrían por sus mejillas caían en la cara de su primogénito—. Lamento haberte exigido tanto, olvide que eras un niño no el pequeño adulto que te exigí ser, perdóname por corregir tu comportamiento con métodos tan duros en lugar de hablar contigo y hacerte ver tus errores. —Como pudo abrazo también a Regulus—. Perdóname por ver tu sensibilidad como debilidad, por tratar de convertirte en mí pero así me educaron y no sé ser de otro modo.

    —Walburga no te culpes yo también fui culpable por darle más importancia a los negocios que a mi hijos. —Dijo Orión volviendo a abrazarla y al hacerlo sus hijos quedaron en medio de ellos—. Es muy tarde para ellos pero si tuviéramos otros hijos... —Se interrumpió ya que ella soltando a sus hijos y lo empujo para alejarlo de ellos—. No me mires así déjame terminar. —la miro implorante—. Si tuviéramos otros hijos lo haríamos diferente, lo sé pero eso no borraría los errores que cometimos contra ellos. —Mientras acariciaba las caras de sus hijos las lágrimas salieron de sus ojos sin que hiciera algo por detenerlas, sin importarle que un sangre pura no debía mostrar sus sentimientos—. Por lo que nuestra penitencia es ver como todo lo que creímos importante muere con ellos, no te obligare a que me des otro heredero.

    Rabastan tuvo que parpadear para alejar las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos al oír las palabras de Walburga y de Orión a sus hijos al tiempo que deseaba que su padre les hubiera dicho algo parecido a su hermano y a él.

    Lucrecia sintió que su pecho se llenaba de orgullo por su hermano mientras las lágrimas salían a raudales de sus ojos, ya era tarde pero por fin había visto la verdad de cómo estaba criando a sus hijos, ella e Ignatus habían tratado de hacerles ver que eran muy duros con los chicos y que si seguían así iban a lamentarlo. Le dolía el corazón por la muerte de sus sobrinos que eran para ella los hijos que no había podido tener al ser estéril por lo que se juró que sin importar como le haría pagar a su tío Pollux su muerte.

Profecía incompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora