Capítulo 9 Por siempre hermanas, por siempre familia.

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    Bella salió del espejo de Teilgean cayendo de rodillas ya que volver a ver los recuerdos que le había mostrado su yo futuro la había dejado sin fuerzas y sin que pudiera hacer nada las lágrimas empezaron a surcar su cara, si verlos por primera vez fue duro verlos otra vez la hizo apreciar detalles que no había visto antes, pronto su cuerpo se sacudió en dolorosos sollozos.

    Rodolphus que estaba enamorado de ella desde que estaban en Hogwarts, no solo por su belleza sino por esa fuerza interior que percibía en ella y que parecía se había evaporado, sintió un dolor en su pecho al ver a la altiva joven derrotada mientras lloraba como si no solo su corazón sino también su alma se rompiera antes de que pudiera acercarse a ella el joven Sirius se acercó.

    —Sabía que tarde o temprano terminarías matándome. —Dijo con una sonrisa mientras le daba la mano—. Después de todo te la pasas amenazándome de muerte a cada rato.

   —Sirius lo lamento tanto yo...

    —Basta Bella. —La interrumpió Sirius—. Como dijo esa loca eso aún no sucede y si tomamos medidas contra ese loco eso nunca sucederá.

    —Rodolphus vámonos. —Dijo Rabastan que al ver que su hermano no le hacía caso insistió—. No puedo creer que estés considerando casarte con esta lo...

    —No termines esa oración a menos que quieras que te lance una maldición. —Dijo Sirius al tiempo que le quitaba la varita a su tía Lucrecia que no se había apartado de su lado en ningún momento.

    —Mira mocoso tú te la has pasado llamándola loca en... —Empezó a decir Rabastan.

    —Everte Statum. —Grito Sirius haciendo volar por los aires a Rabastan que al impactarse en la pared rompió un jarrón.

    —Sirius mira lo que has hecho rompiste el jarrón de tu abuela. —Al oír a su madre llamarle la atención Sirius sintió como se ponía rígido mientras esperaba que le lanzara un crucio—. Pero para ser tu primer hechizo lo has hecho muy bien. —Al ver que lo felicitaba no pudo evitar preguntarse si había escuchado bien y cuando vio que le guiñaba un ojo se pellizco convencido de que estaba soñando—. Reparo. —Walburga al realizar el hechizo hizo que el jarrón quedo como antes.

    —Jamás vuelvas a llamarla loca entendiste. —Le dijo Sirius a Rabastan—. Solo yo puede llamarla así. —Rabastan mientras miraba a Sirius su mano se dirigía a donde guardaba su varita.

    —Rabastan basta. —Le ordeno Rodolphus—. Reconoce que es lo menos que te merecías por insultar a tu futura cuñada.

    Bella no sabía que pensar había aceptado ese matrimonio porque era lo que se esperaba de cualquier joven de una prestigiosa familia sangre pura y por lo que le había mostrado su yo futuro jamás se dio la oportunidad de conocer a su futuro esposo, había esperado que su reacción fuera la misma de su hermano y se vieran en la necesidad de lanzarles el hechizo Obliviate pero en lugar de eso la había defendido.

    —Eso estará por verse. —Intervino Pollux mirando a Andrómeda que sintió que se le bajaba la sangre a los talones al saber lo que se le venía encima—. Andrómeda ¿Quién es ese nacido de muggles de quien estas enamorada? —Andrómeda palideció y antes de que pudiera decir nada Bellatrix se levantó y con un movimiento de su varita arreglo su apariencia y poniéndose a su lado contesto.

    —Su nombre es Edward Tonks. —Y tomando la mano de su hermana continuó—. Y cuenta con mi apoyo aunque eso signifique que me deshereden. —Narcissa al escuchar a Bella tomo la mano de Andrómeda en señal de apoyo, un gesto que no pasó desapercibido para los presentes.

    —Andrómeda necesito que me digas donde podemos localizarlo. —Insistió Pollux ignorando a sus otras nietas.

    —No lo haré. —Le respondió Andrómeda envalentonada por el apoyo de sus hermanas—. No permitiré que le hagan daño.

Profecía incompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora