Capítulo XXI: La luz al final del túnel

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-Y... ¿qué haces en un parque de parejas sin una pareja?

-... No tengo porque darte explicaciones

-Bueno, como tú lo prefieras

En ese momento Carlos entro corriendo al parque, y se fue directo a una banca cercana a nosotros, al parecer había olvidado algo ahí, yyyy era de esperarse que Wissam dedujera la situación casi al instante

- ¿Estabas espiando a Carlos y a Cande?... pero qué va, pero tu odias a Carlos

- ¿Cómo lo sabes?

-Quizá por la mirada de asco que le pones siempre, porque siempre lo evades, porque lo has insultado a sus espaldas un par de veces... ¿por qué lo sigues?

Me tenía entre la espada y la pared, no sabía que hacer así que tuve que soltar todo, lo de Bran, lo de Carlos, lo de Cande, literalmente todo y creo que me sentí muy aliviada después de todo, si debía soltarlo...

-Bueno primero que nada toma...

Metió su mano a su bolsillo y sacó un pequeño chocolate

- ¿Y esto?

-Lo había traído cuando fuera de regreso a casa, pero tú lo necesitas más, chocolate para la depresión, lo segundo, Keith, somos muy jóvenes, no tienes por qué mortificarte por ese tipo de cosas, es decir, aunque Bran te quisiera, no llegarías con él a vieja ni aunque lo obligaras a estar contigo, es parte de la vida, y lo último, seguir a Carlos y a sus espaldas, que de por si sabes cómo lo odia, no va a solucionar tu problema....

-La conversación siguió y creo que sus palabras me ayudaron a darme cuenta de muchas cosas, y sus palabras me sirvieron, solo decir un simple gracias, se despidió y se fue, creo fue uno de los actos más desinteresados que he recibido, ni siquiera me conoce y supo darme algo de aliento cuando me ahogaba... en fin, tengo que recomponer mi camino

A veces lo Cliché EnamoraWhere stories live. Discover now