Capítulo XLI: No te soltaré

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-Déjame hacer esto... ya no tengo motivos para seguir peleando...

Carlos sollozaba mientras yo intentaba forcejear para quitarle la navaja, seguía rota en llanto...

-No! Me reúso a siquiera pensarlo, no te dejaré dame eso! Ni siquiera entiendo tus motivos

-Nadie lo hace, ni nunca lo hará, debo terminar con esto antes de que me consuma!

-NO! DIME QUE DEMONIOS TE PASA CARLOS

-CANDE.......................

Su grito fue profundo y seco a la par, cuando escuché el nombre que hilvanaba de sus labios, entendí de inmediato lo que había sucedido... me helé aún más, mis manos perdieron la fuerza y se dirigieron a mi boca debido a la sorpresa, Carlos ni siquiera forcejeaba, solo estaba ahí llorando, su mirada de vacía había cambiado por una de impotencia, la energía que uso con el llanto, lo consumió por completo, ya no tenía fuerzas ni de sostener la navaja, por lo que cayó al suelo, una vez mi mente procesó todo lo que había ocurrido, nuevamente me acerque a consolarlo mientras lo abrazaba

-No te rindas...no ahora

-Ya no hay nadie, solo me queda mamá, pero soy una carga para ella, sería mejor si yo ya no estuviera...

-No digas eso...

-La verdad duele niña...

-No, eso no, es que... ¿acaso no soy nadie para ti?

Cuando imaginé la respuesta las lágrimas volvieron a fluir impotente, pero la reacción de Carlos fue aún más sorpresiva... cuando terminé mi frase las pupilas de sus ojos se contrajeron, y la cara de sorpresa no se hizo esperar, después de todo esto sus ojos volvieron a la mirada vacía y poco a poco comenzaba a sollozar, yo simplemente no lo solté, pese a ya hacerme a la idea de que yo no era nadie para él...

Sin embargo, cuando me daba por vencida y mis brazos cedían, unas palabras me devolvieron algo de ilusión...Carlos empezó a llorar descontroladamente, pero desconsoladamente, se giró y me abrazó con fuerza...con mucha más fuerza mientras se disculpaba conmigo, yo ni siquiera tuve la oportunidad de fundirme en el abrazo con él, debido a lo repentina que fue su reacción...

-Lo siento! Perdón! Porfavor....

No entendía lo que pasaba, pero estaba ahí, liberé un poco de la presión que ejercía sobre mis brazos y lo abracé esta vez un abrazo verdadero, no solo yo tomándolo por la espalda rogándole que no hiciera algo...era él y yo, ambos juntos y transmitiéndole calor el uno al otro mediante el contacto físico

-Ya...no te disculpes

Dije entre lágrimas

-Tu madre, yo...tienes personas que te queremos... no te sientas como carga, porque no lo eres...

-Keith....

-No hables más, solo para porfavor

En ese momento mi cavidad torácica reventó, un cúmulo de emociones y de sentimientos había desatado algo que jamás había sentido, mi corazón bombeaba sangre a todo mi cuerpo a mil por hora, lloraba desconsolada y me sentía mal, pero en el fondo, estaba pasando un momento complicado con un amigo, compartiendo ese dolor con un compañero y dándole mi apoyo, y a diferencia de otras ocasiones, ver como este compañero recibía este apoyo porque no tenía ninguna otra alternativa, hizo que mi corazón elevara su temperatura, el ambiente hostil y tenso que había, estaba cambiando por uno cálido, por uno de amor...

Por dentro me sentí apenada, pero mi sorpresa fue más cuando vi mi reflejo en una de las ventanas del viejo salón, estaba roja, mi expresión reflejaba melancolía pura, un sentimiento honesto y complicado de explicar, era un cúmulo de sensaciones que jamás había tenido, ni siquiera con Bran o con mi familia, ni con ninguno de mis ex... no estoy de que estoy sintiendo, pero si estoy segura que no quiero que Carlos me suelte nunca...

A veces lo Cliché EnamoraWhere stories live. Discover now