Tercer capítulo.
-Hey -la voz suave llegó a sus oídos y lo sacó del trance en el que se encontraba desde hace ya más de una hora- vamos Saint... dime algo.
-Todo esta bien Plan -lo miró y supuso que en sus ojos se podía ver la verdad, debía tener un aspecto horrible.
-Ohhhh Saint -lo abrazó aún cuando solo estaba envuelto en una bata y todavía tenía el pelo húmedo- ¿porque mierda dejé que me convencieras, porque dejé que te hicieras esto?
-Plan -se permitió ser vulnerable apoyando la frente en el hombro, su mejor amigo era el único que lo podía ver así- no podrías haberme frenado y lo sabes, así que nada es tu culpa.
-Tendría que haber hecho algo, sacar esos idiotas a la fuerza con los guardias de seguridad.
-Ya está hecho, no tiene sentido pensar en alguna otra posibilidad.Se aferró con mas fuerza a los hombros de Plan, desde hace años su amistad fue un pilar que lo sostuvo cuando nada más podía hacerlo.
-Odio esto, odio todo -dijo rompiendo el silencio.
-Lo sé -el suspiro de Plan se sintió tibio.
-Quiero prender fuego este lugar -recorrió con la mirada la lujosa habitación de su hotel- que arda y no quede nada en pie.
-Eso sería un poco extremo -le pasó los dedos por el pelo- ¿de que viviríamos después?
-Podría retomar los estudios -dijo con la voz un poco tomada- vivir lejos de esta ciudad.
-Yo podría buscar un nuevo trabajo -su amigo le siguió la corriente- aunque no se hacer mucho...
-Algo se nos ocurrirá -dibujó una pequeña sonrisa y las lágrimas comenzaron a fluir- y alguien podría amarme por quien soy...
-Shhhh -lo apretó mas fuerte al ver cómo se derrumbaba- tranquilo, todo estará bien...
-Ni siquiera me reconoció -dijo con un poco de vergüenza- maldito imbécil.
-Siempre fue un idiota -acotó- el tiempo no cambia eso.
-Lo odio, aún después de todos estos años -lloró las palabras- los odio a los dos, solo quería humillarlos.
-Te dije que no lo hicieras -le recordó- debés dejarlo atrás, ya no pueden lastimarte.
-No podía hacerlo -reconoció- le escupí las mismas palabras que me dijo a mi, pero no le importó nada.
-Cielo...
-¿Cómo se puede ser así Plan? -preguntó levantando las pestañas- ¿Cómo se puede pasar por la vida de esa forma?
-Los dos son una mierda.
-Lo sé, pero yo...
-Querías que fuera distinto -terminó la frase por él.
-O por lo menos que sintieran lo que yo sentí, que se vieran humillados, que se sintieran enfermos al verse al espejo.
-Saint...
-Traté de ser fuerte -confesó- de no sentir nada.
-Pero...
-Pero fue como la primera vez, caí como la primera vez y se sintió tan real que olvidé que siempre fui un medio para un fin.
-¿Pero sabes que no es así? -Plan lo obligó a mirarlo a los ojos- Perth es un estúpido por eso nunca lo vio, pero eres mucho más.
-También lo fui para mi padre.
-Era otro idiota.
-Si -se sonrió- eso no lo discuto.Se mantuvieron en la misma posición, los dos perdidos en sus pensamientos mientras Saint todavía ipaba su tristeza, la angustia de saber que su estúpida revancha no había servido de nada más que para herirse a sí mismo.
-Quiero dormir -habló una vez más- mañana todo volverá a la normalidad.
-¿Necesitas algo? -evitó preguntar si un analgésico estaba entre lo urgente.
-Nada -sonó ajeno a todo- solo quiero dormir antes de volver a esta vida absurda.
-¿Quiéres que me quede? -estaba realmente preocupado por su amigo- o podemos dormir en mi habitación.
-No no... esta bien -lo tranquilizó- todo va a estar bien.
-Entonces nos vemos temprano.
-Fija una reunión con los jefes de cada sección -de pronto volvió al modo jefe típico en él- a primera hora los quiero en mi oficina.
-Hecho, ¿algún temario en especial?
-Solo un informe de rutina.
-Perfecto -le dio un beso en la frente- ve a dormir entonces, descansa.
-Si...Observó la cara de preocupación en su amigo y forzó una sonrisa para despedirlo, pero una vez que se encontró solo ya no fue capaz de sostenerla. Se levantó y caminó a la cama, las sábanas todavía revueltas. En un momento de debilidad las levantó entre sus brazos y enterró la nariz en ellas, el aroma de Perth todavía allí. Se sintió como ese tonto adolescente que alguna vez había sido, ese niño flacucho con acné y lentes que ocupaban toda su cara mirando embelesado a un idiota que se pavoneaba como si su sola presencia detuviera el mundo. Él había caído como un tonto, la sonrisa en los labios del morocho había vuelto sus piernas flacas de gelatina. Aquella vez, casi diez años atrás, ninguna advertencia, ninguna bandera roja fue suficiente para evitar el enamoramiento infantil y desmedido. Mirando atrás, en los días previos a que su mundo irreal se derrumbara, todo era tan evidente que solo su ceguera selectiva evitó que se diera cuenta de que era una puesta en escena para lograr tenerlo donde quería. Evocó la tristeza, la humillación y la vergüenza, las fotos que Perth había tomado a escondidas de su intimidad, las palabras que le siguieron a su primera vez "ya estas usado, ya no me sirves", el chantaje al que fue sometido para evitar que todos accedieran a esas imágenes que al final terminaron por filtrarse.
Sacudió la cabeza, juntó las sábanas y las llevó a la silla donde Mark había estado sentado. Tomó el teléfono y en pocas palabras dio indicaciones, la silla debía ser descartada, incinedara en el depósito del hotel, no quería rastro de la presencia de los dos en su vida. ¿Y qué si no los había humillado como quería? Por lo menos, por unas horas jugó con ellos a su antojo, vigilándolos y llevándolos a una situación insostenible donde había logrado tener a Perth donde quería.
Se sentó frente al escritorio de la suite, ya no podría dormir, así que mejor se dedicaba a poner en papel las ideas para una próxima expansión.
Algo tenía que agradecerle a Perth, su traición y el castigo que vivió en manos de su padre por lo menos lo moldearon a quien era hoy.〰️🖤〰️
Ayyyy Perth... que gusto por hacerte odiar.
Espero les guste esta nueva propuesta.
Saludos y cuidense mucho.
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Caída libre.
Fanfiction"Y me destruiste de tal forma, que necesité romperte para volver a unir mis piezas."