Sexto capítulo.

189 31 6
                                    

Sexto capítulo.

Perth se alejó con un paso rápido antes de presionar la función para  atender la llamada en su celular.

Mark -dijo luego de carraspear para sacarse el sabor de los besos que había robado- ¿Qué pasa?
-Ehhhhh ¿Perth?

El tono le era desconocido y supo al instante el porqué.

-Ohhhhh mierda -dejó de caminar- ¿Dónde?
-En el piso de la vieja construcción en el límite sur, está bastante exaltado y no queremos problemas.
-Voy en camino.

Subió a la moto que había dejado estacionada a un par de cuadras del hotel y viajó al sur de la ciudad alejándose de las sensaciones que había experimentado minutos atrás. Esquivó autos, motos y camiones en su afán de intentar no pensar en cuantas veces Mark había roto sus promesas, cuantas veces había recibido llamadas como estas de amigos de Mark cuando se había salido de control. Hizo el avance entre pasillos y pasadizos cada vez más estrechos, las calles sucias y descuidadas con basura en cada esquina daba cuenta de que a nadie le importaba lo que pasaba allí. Dejó la moto a metros de la entrada y avanzó por un pasillo de tierra en medio de casas que se parecían a taperas y ranchos hasta la puerta de pintura descascarada de tonos azules que delimitaba el exterior de una antigua construcción que nunca se llegó a concluir. Golpeó con fuerza esperando no tener problemas para sacar a quien era su mejor amigo y en ocasiones, su amante. Fue atendido por un diler que no había visto antes, uno de esos descartables que intentaban hacerse un lugar en alguna organización criminal.

-Vengo a buscar a un amigo, me llamaron hace minutos.
-Espera.

La puerta fue cerrada en su cara y abierta poco tiempo después dejando a Mark expuesto, la postura grotesca, la ropa arrugada y de aspecto asqueroso, el pantalón mal prendido y lleno de manchas que prefería no saber a que se debían. Lo peor era su cara, los ojos rojos e inyectados de sangre, las ojeras profundas y oscuras y la boca con rastros secos , desencajada en una mueca que intentaba ser una sonrisa mientras se tambaleaba en sus propios pies sin lograrlo.

-Ohhhh no, eres tuu -balbuceó de tal manera que era apenas entendible- vienes a arruinar mi fiesta.
-Mark... -un temblor lo recorrió al pronunciar las palabras- lo prometiste.
-No nono, yo no pro-pro-prometí nada -lo señaló con un dedo y se abalanzó sobre él tironeandolo del brazo- pero podrías probarr...ven...
-No! -intentó despegarlo de su cuerpo sin ser brusco- vamos a tu casa.
-No no... no voy a ir, sssto-toyyy con amigosss.
-No puedes sostenerte en pie -trató de razonar aunque sabía que era una tarea imposible- dime que tomaste.
-Vaaaammmoss -alargó la palabra como en un cántico- no seas aburrrido, solo fueron unas pastillas chiquiittitiitas.
-Vamos Mark, te llevo a tu casa -volvió a intentar.
-No! -gritó haciéndose hacia atrás- no voy.
-Vamos Mark... ni siquiera sabes que te metiste -hizo una vez más el esfuerzo de sostenerlo, por el rabillo del ojo notó que eran observados por los huecos en la puerta y sabía instintibamente que debían irse- vamos, tal vez debamos ir a un hospital.
-Te dije que no!

Siempre terminaba del mismo modo, Perth trató de que el golpe no llegara a su rostro pero el puño de Mark encajó en un pómulo, le siguieron varios golpes más que apenas podía esquivar tapando su cabeza mientras intentaba detenerlo. Dolía, no solo de forma física, y es que en este estado Mark parecía ser mas fuerte con las drogas en su sistema, sino que lo lastimaba tener que revivir siempre la misma escena, la angustia de las mentiras y las falsas promesas, el dolor de no poder confiar en él, la pérdida de una amistad, más de una vez pensó en que era insostenible y debería alejarse, dejar de jugar en la cama añadiendo mayor confusión, pero aquí estaba otra vez, soportando golpes para luego arrastrar un cuerpo lloroso que ahora pedía perdón.

-Agarrate fuerte -dijo una vez que la calma le dio la posibilidad de llevarlo a rastras hasta donde había dejado la moto- no te sueltes.

Avanzó despacio, el cuerpo de Mark pegado al suyo, por la humedad en su espalda, de seguro estaba llorando. Debería hacer algo, era evidente que su amigo no tenía la fuerza de voluntad para hacerse cargo de su problema, lo lógico sería involucrar a los padres por más que el otro se negara cada vez que lo había insinuado, posiblemente ingresarlo a alguna institución.
Tal vez era momento de dar todo por terminado, una amistad de más de diez años que se convirtió en algo tóxico para los dos, por lo menos Mark tenía padres que lo querían aunque no lo valorara, de seguro podían intervenir, darle la oportunidad de rehabilitarse, de mejorar su vida y cambiar un destino que lo llevaría tempranamente a la tumba.

Suspiró, hace una hora atrás había estado perdido en la boca de alguien que intentaba humillarlo, aún así un impulso lo obligaba a volver a él y lo raro es que no sabía porque, un ser que por lo visto estaba dispuesto a destruirlo, de seguro era el karma que venía a cobrarle el mal que había causado en el pasado.
El peso detrás se removió y lo volvió a sus sentidos, se sentía atraido pero era conciente de que era un imposible, nunca podría distanciarse de Mark, después de todo era lo único constante en su vida.

〰️🖤〰️

Hola! Comentarios? No se que pensar sobre Mark (aunque en realidad lo odio)
Saludos. Cuidense

Caída libre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora