Capitulo 2: En el infierno no solo habita el Diablo

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-Narrador-

Habian pasado mas o menos 4 dias y medio, desde la misteriosa desaparacion de Beatrice. Sin testigos, sin camaras de vigilancia, sin pista alguna, no hay ADN, no hay rastro de la chica.

Su madre (quien se la pasaba dias enteros buscando a su hija) estaba mas que desesperada buscando a su hija. Interrogo hasta mas no poder a Melissa, pero no obtuvo informacion util sobre su desaparicion, ya que la pobre muchacha era un manojo nervios ambulante.

-¡Tu eres su mejor amiga! ¡Debes saber algo! - insistio con fuerza Laura, la mama de Beatrice.

-¡Señora se lo juro! ¡No se nada! Solo se que ella se fue de la discoteca a buscar un taxi. Espere su mensaje pero nunca llego.

La sra. Laura estaba a punto de un ataque nervioso y su esposo William no sabia como consolar a su mujer, puesto que el estaba peor que su esposa.

Ambos ya no encontraban la manera de presionar al FBI para que consiguieran viva a su hija.

Lamentablemente Silencioso tenia otros planes ....

Arrastro el debil cuerpo de Beatrice a una sala de paredes blancas y detalles negros; contenia solo un catre (porque eso no podria llamarse cama jamas en la vida) vestido pobremente con una sabana rosa desteñida y mal lavada con un trozo de tela relleñada que cumplia pobremente la funcion de una almohada.

La chica no luchaba puesto a que estaba insconciente. "Ya despertara" penso Silencioso.

Con una facilidad increible, lanzo el cuerpo de la muchacha sobre el catre, y la amarro con 4 cuerdas de cuero, 2 sobre sus manos y 2 sobre sus pies.

Con Beatrice inmovilizada, preparo la camara que usaria para vigilar a la chica las 24 horas, la silla donde mas tarde se sentaria, colgo un espejo en la pared y se marcho del cuarto, dejandola completamente sola.

Horas mas tarde...

-¡Auxilio! ¡Ayudenmee! - gritando con todo lo que tenia, una Beatrice despierta trato pedir ayuda. Pero lo que ella no sabia era que no habia absolutamente nadie a 42 metros a la redonda.

-¡Callate imbecil! Gritas mucho para haberte despertado hace 5 minutos - "Esa voz.... Es de alguien que conozco. Esa voz es de...." Los pensamiento de Beatrice fueron interrumpidos, cuando fue presa del panico. Pero ¿quien no se asustaria si viera a un desconocido, que de paso te secuestra, te tiene amarrada y se acerca lentamente a ti con una mascara cubriendole el rostro y un martillo en la mano?

Un grito agudo de escapo de los labios rosados de Beatrice, pero fue silenciada de nuevo cuando el martillo impacto en su cabeza, dejandola inconsciente de nuevo.

-Asi me gustan, calladitas - susurro al oido de Beatrice, sabiendo que no la escucharia, sin embargo, siguio hablando - ¿Sabes? Fue dificil atraparte. No dejabas de luchar... Eres una desgraciada, imbecil, ricachona. Lastima que no apreciaras tu dinero - sonrio maliciosamente y deslizo el martillo sobre la cabeza de ella siguiendo el largo camino hasta sus piernas - Aww la princesita de papi luce un caro vestido ¿No es adorable? ¡Es el vestido de tu graduacion! Me encantaria quitartelo y venderlo, pero no quiero una chica desnuda en mi casa.... Ten una linda siesta cariño... Mañana empezara tu infierno...- dicho cerro la puerta y se marcho.

-Beatrice POV

Una casa... Solo veia una enorme casa de aspecto lujoso... Muy lujoso. Estaba pintada de blanco con un balcon grande en la parte frontal; un ventanal de gran tamaño; una jardinera bellisima llena de flores de todos tamaños y colores; una fuente justo en medio de la propiedad, antes de la casa, dejando un espacio perfecto para un auto transitara libremente por en frente de la casa.... Era bellisima

Gire mi cabeza y clave mi vista en un lago no muy lejos de ahi. La vista era perfecta

Escuche una risa infantil. Una niña de rubios cabellos corria libremente por la jardinera con cuidado de no pisar las flores. 

-¡Mira mami! Una rosa azul - exclamo la niña con emocion.

Una mujer de unos 25 años de un aspecto muy similar a mi (tanto que daba la impresion de verme a mi misma) observaba delicadamente a la niña con una hermosa y adorable devocion

-¿Que sucede por aqui? - dijo un hombre que parecia tener la misma edad que la mujer. Era muy atractivo.  Tenia una sonrisa bella, calida, resplandeciente, qur facilmente iluminaba un espacio. Se veia alto, con unos enormes y grandes biceps, su estomago era plano, y sus ojos eran una mezcla entre un azul cielo con plateado. El hombre rodeo a la mujer con sus brazos, y con su fuerza, hizo que su esposa (lo supe por los anillos en los dedos anulares de ambos) estallara en risas mientras la sentaba con delicadeza sobre el suelo poblado de cesped mientras la hacia cosquillas. Era una escena verdaderamente tierna.

- Encontro una rosa azul... Sabes cuanto las ama - respondio ella.

La niña corrio hacia ellos con una rosa de un bello color azul en sus manitas pequeñas y fragiles. Se acerco a su padre, le susurro algo al oido y le entrego la rosa.

-Quiere que te la regale - dijo sonriendo mas (aunque eso no era posible) - Asi que, como la pequeña princesa manda - acto seguido cargo a la niña - entonces se hace lo que ella diga. Esta es para ti - le entrego la rosa. La mujer, enternecida por la bella escena, acepto la rosa y beso a su esposo, luego la frente de su adorable hija. Se levanto y se dirigia a la casa.

-Beatrice - dijo el hombre con su voz aterciopelada

-Dime Brad - respondio ella, pero al parecer era yo. ¿Brad? Observandolo de cerca, se parecia mucho a Brad, el de el equipo de Futbol Americano. Me caia bien, y eramos amigos... Pero ¿Casarnos? No lo se. ¿Acaso estaba viendo lo que seria mi vida dentro de 5 años? La verdad no estaba nada mal

-Te amo... Solo queria que lo supieras...

No podia estar mas feliz viendo esto. Pense que estaba sola, pero una persona aparecio junto a mi. Me sobresalte y me asuste al ver quien era... Sabia perfectamente quien era... Pero queria que lo llamara Silencioso.

-¿Qu... Que quieres? - me sorprendi hasta de mi propia voz

- Disfruta esto...- dijo esto mientras observaba a la feliz familia - porque es lo unico que lograras ver. ¡Ja! No creo que llegues a ver esto querida...- volteo a verme- no si yo te mato primero...

-No, no, por favor, te lo ruego - suplique, alejandome de su prescencia

Su sonrisa cinica y burlista fue lo unico que vi... Despues de eso... Todo se volvio negro.

El Perfume Agrio de la MuerteWo Geschichten leben. Entdecke jetzt