Capitulo 14: La sierra eléctrica.

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En el capitulo anterior....

Anne fue descubierta husmeando en el cuarto de Silencioso, y se llevó una desagrable sorpresa: encontró el cadáver congelado de Beatrice. Al otro de la ciudad y en otra circunstancias, Brad y Melissa se han emborrachado y ahora van de camino a un motel, apenas y pudiendo mantenerse en pie.

Esto pasó en El Perfume Agrio de la Muerte.

Caos.

Era la palabra que reinaba en la cabeza de Jo. El sonido de los dedos chocando numerosas veces contra rl teclado; las rápidas caminatas de los trabajadores del Departamento de Policía de Nueva York; la ruma de expedientes que tenía que revisar ella sola; simplemente iban a terminar con su salud mental e integridad física.

Y los repentinos mareos matutinos no ayudaban mucho que digamos.

Su relación con Reid iba más que perfecta, no podía quejarse. La trataba como una Reina, aunque en el trabajo fuera su jefe. Eso solo lo hacía más excitante.

Y hablando del rey de Roma y él que se asoma...

- Jo ¿Cómo estás? - dijo él, rodeándola por detrás. Ella respondió dejando escapar un suspiro cansino - ¿Qué sucede? - Spencer se preocupaba mucho por ella, y eso le agradaba.

- No nada... Cansancio, eso es todo

- Mientes... Te conozco -  Spencer era por naturaleza un observador nato, y odiaba que le mintieran en la cara.

- Es mucho por leer Spens - puso su mano sobre la ruma de expedientes; no era mentira, pero tampoco era la verdad completa.

- Ahh con que era eso... Ven, yo te ayudo - jaló una silla cercana y se sentó a su lado, y con una sonrisa en la cara, ambos comenzaron a leer.

- Jo, Reid...- llamó Sanderson; ellos levantaron sus cabezas de los expedientes - Anne Walker desapareció hace dos días... Pero nuestro amigo, cometió un error, uno que quizás le cueste la libertad.... Estamos más cerca de atraparlo de lo que pensamos. - Jo y Reid se miraron sorprendidos - ¡No se queden ahí! ¡Vamos!

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Esta vez, Silencioso no tuvo que trasladar sus implementos de tortura hacia el lugar donde tenía su víctima. De hecho, ya estaban allí, y los estaba acomodando en una pequeña y oxidada mesa metálica.

Dos inyectadoras (jeringas, como lo llamen en tu país), dos recipientes plásticos, con diferentes contenidos en su interior: el primero tenía veneno líquido para ratas; y el otro tenía destapacañerías. Un pequeño frasquito de vidrio con anestesia general, un frasco de perfume barato, y una sierra eléctrica.

Anne aun seguía dormida, noqueada en realidad, sobre la silla. Como ya es costumbre en Silencioso, la sujetó fuertemente con un mecate, sin amarrar sus piernas.

Poco a poco ella despertó. Y se encontró con él, mirandola fijamente.

- Hola dulzura... Espero que durmieras bien.

- Bastardo.... Basura - dijo debilmente.

- No me llames así. Lastimas mis sentimientos - Silencioso estiró su blanca y delgada mano y acarició los cabellos de ella. Anne se alejó de su toque.

- ¡Una bestia como tú no tiene sentimientos! - gritó ella, ahora con más energía. Silencioso se alejó y fue a su mesa. Escojió una inyectadora y en ella colocó la mitad de destapacañerias y la otra mitad de veneno para ratas. Lo mezcló, y la observó.

- Quedate quieta, y no dolerá - dijo. Y sonrió con malicia bajo la mascara que cubría su rostro. Anne se removió e inutilmente intentó huir de la aguja, pero no se pudo. Silencioso (como si despues de poner esa loca sustancia en el cuerpo de ella no le fuera a doler) presionó rápidamente el émbolo y el líquido ingresó con mas rapidez de la necesaria, al torrente sanguineo de Anne.

Ella gritó de dolor. Era insoportable.

Dolorosamente, la sustancia se fue poniendo cómoda en sus órganos principales, y fue buscando la forma de llegar a su cerebro. Pero esto ultimo, suele tardar.

- ¿Te duele mi niña? - ella lo miró con rabia. Y él volvió a sonreír. Preparó la otra inyectadora, esta vez con anestesia. Se la puso en el otro brazo. -¿Mejor? - Anne cerró sus ojos y negó con la cabeza. - Bueno... Ese dolor no se comparará con el siguiente. - tomó la sierra y la encendió. Ella se asustó y empezó a moverse en la silla, pero esto le dolió como el infierno. - Dime... ¿Quien es Jeremy?

- Mi padrastro... El fallecio- contestó sin rechistar.

- ¿Y segun tú está bien acostarse con tu otra "figura paterna" a espaldas de tu madre? - Silencioso sabía mucho. Y aunque a veces no lo pareciera era muy inteligente, y sabia como extorcionar y manipular cosas o situaciones a su favor.

- N-no nos acostamos - dijo Anne. El conjunto de sustancias estaban surtiendo efecto.

- ¿A no? Tu no has tenido novio ultimamente, no has ido a burdeles... Asi que no me explico por qué estas embarazada. Y no creo que tengas en tu vientre al proximo Mesías.

- ¿C-como sabes eso? - Anna lloraba a mares.
- Se dice el pecado, no la penitencia. - aun tenía la sierra encendida, y tenía que gritar para poder hablar con ella. - Tu no quieres esa criatura. Eres una desnaturalizada... ¿Que diría tu linda mami si se enterara de tal desfachatez cometida por su adorada hijita?

- N- no serías capaz de decirle...- ella rogaba porque así fuera... ¿Pero quién dijo que sus plegarias se escucharían?

- Ups... Mandé una carta a tu madre contando la verdad... La firmé por ti y todo. Tu caligrafía es fácil de imitar.

-¡ Matame de una maldita vez! ¡Ya no tengo motivos para seguir viviendo! ¡Hazlo maldito cobardee! - aunque suene increible... Silencioso se sorprendió.

- Con gusto... - la cierra fue sujetada con fuerza y fue llevada a las piernas sin amarrar de ella... Piel, músculos, hueso y nervios fueron separados del cuerpo con la facilidad que tiene una tijera de cortar papel. Anne gritó con todo lo que tenía... Por suerte, la anestasia aliviaba el 10% del dolor... Solo el 10% .

Anne logró ver el cínico rostro de Silencioso, pues este se quitó la mascara antes de que se desangrara por completo. Ella no dijo nada. Su lengua se había atrofiado debido al veneno de ratas y destapacañerias.

Para Silencioso, quitarle los pies a Anne fue insufiente. Fue por el premio mayor.

Levantó la sierra y con ella cortó el cuello de la chica, dejandola sin cabeza. La sangre salpicó su cara de una manera grotesca.

Levantó los pies de Anne y su cabeza, las puso en una bolsa grande (donde tambien estaba el cuerpo de Beatrice, los montó en su camioneta y se fue. No sin antes rociar el perfume apestoso y barato en el cuerpo mutilado y amarrado de Anne.

Minutos despues... La policía encontró el cuerpo, o lo quedaba de él, en una de las escenas del crimen peores vistas por los Estados Unidos...




Bueno, pos me inspire.

Se los debia. Pensar su muerte no fue tan dificil despues de todo.

Ya estoy de vacaciones asi que actualizare mas rapido y pronto.

Los quiere con el alma

- Mariita

Pd: si llegan a ver un error ortografico pues disculpen porque no lo he revisado bien. Asi que, me dicen si consiguen y edito el cap.







El Perfume Agrio de la MuerteWhere stories live. Discover now