Cap. 24 Esa Mirada Solitaria

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Pasaron 15 días desde que Riku y yo terminamos. Desde ese entonces no lo volví a ver, según escuché ahora tomaba clases por la tarde.
En esos días mis amigos me notaron extraña, no obstante, pensaron qué había tenido una leve discusión con Riku... Y no, no les dije sobre nuestra separación ni a mis padres, y al parecer él tampoco lo había hecho. Todavía no me hallaba preparada para dejar ir este sentimiento, por más que lo intentaba no podía lograrlo... Lo nuestro, para mí, fue especial, una conexión especial .

Con el tiempo Setsuna empezó a sospechar sobre la situación. Ya llevaba un gran tiempo sin ver a Riku y eso no le parecía normal, y por supuesto que no lo era. Nosotros peleábamos, pero no pasaba más de una semana para que me reconciliará con él. Ella ya había comenzado a hacer sus deducciones sobre lo que sucedía y necesitaba aclararlas, pero como a Riku ya no se le veía cerca solamente quedaba un individuo qué podría responder.

Había llegado a casa del entrenamiento y lo primero que hice fue ir a ver si Yuri había hecho un desastre, dado qué normalmente algo sucedía con él. Pero cuando llegué a la puerta escuche la voz de mi hermana ¿Qué hacía hablando con Yuri? ¿Qué tipo de asuntos tendrían que atender? Escuchar a escondidas no era lo mío, no obstante, me causaba curiosidad si el tema podría ser yo, después de todo si mi hermana quería saber algo sobre mis asuntos personales iba con Yuri y él soltaba todo... Gran confidente.

—Será mejor que me digas que pasó. Ellos llevan ya más de dos semanas sin verse o siquiera hablarse — Él suspiro.

—Bien... Podríamos decir que Riku termino con ella —comentó con nervios. Yuri sabía que en algún momento llegaría qué Setsuna fuera por respuestas, de hecho sintió qué ya se había tardado, pero aun así le daría lo que buscaba. Termina siendo qué no tenía nada que ocultar.

—¿Podríamos? Sé claro.

—Ahhh, esta bien. Yo hice qué él se alejará de ella — Setsuna frunció el ceño. Sabía que Riku jamás haría algo así aunque el orgullo de mi gemela le impedía admitirlo. Razón por la qué para ella era simplemente un cobarde para hacerlo.

Mi hermana estaba a punto de golpearlo cuando aparecí en la puerta. Los dos quedaron atónitos ante mi entrada, no pensaron qué los estuviera escuchando.

—Towa... — suspiro mi hermana.

—¿Setsuna podrías dejarnos? —Le mostré una gigante sonrisa. Mi hermanita no podía saber sobre lo que pasaba, al menos no todo, todavía no.

Parecía querer decirme algo, pero solo asintió y se retiro, cuando sentí que se había alejado lo suficiente hablé.

—¿Por qué lo hiciste? — interrogue sombría, las lágrimas iban brotando poco a poco.

—Towa... ¿Cuánto escuchaste? — preguntó Yuri.

—Lo suficiente. .. — levanté la mirada y lo observé a los ojos— Responde, Yuri ¿Por qué lo hiciste? — Alcé la voz, necesitaba una respuesta de alguien... Una persona al menos quería que me dijera los motivos.

—¡No quería verte morir! — Me sorprendí, pero no lo mostré en mis facciones— Si seguías a su lado en algún momento esa señora te mataría. Desde que lo conociste no ha pasado más que desgracia.

Me había dejado sin palabras ¿Cómo contradecía eso sin qué sonará tan infantil la respuesta?
Riku y yo ya sabíamos eso. Nuestra unión provocaría un descontento, no obstante eso no nos importo, porque habíamos acordado qué lo íbamos a confrontar juntos— además, tampoco creímos qué sería tan grande el problema— ninguno de los dos lo pensó.

No le dije nada y salí corriendo... Escuché como me nombraba, pero de suerte no fue tras de mí. No quería discutir este tema, no quería que me viera llorar... Recordar a Riku me causaba un sentimiento de melancolía. Lo extrañaba, y demasiado ¿Por qué sentía esto? Era una emoción desgarradora. Quería volver a verlo y estar entre sus brazos, escucharlo decir "princesa" y saber que no estaba sola en esto.

Siempre habia sido independiente y solitaria... No tenía casi amigos, y la gran parte del tiempo estaba sola, por supuesto sabía socializar, pero no buscaba la aprobación de la sociedad... No obstante, también quería compartir mi vida con un compañero, estar solo no siempre es satisfactorio.

Jamás había experimentado soledad, ya que según yo no necesitaba el amor de nadie— aparte del de mi familia— con ellos era feliz qué hasta llegué a creer que nadie más se metería en mi vida a formar un vinculo —Así pasaría mis días a lado de ellos— sin embargo, cuando conocí a Riku esa idea dio una vuelta de 180°. Con él aprendí que era amor romántico, y ahora que lo había conocido sentía un vacío cuando no estaba presente. Me faltaba mi otra mitad... Me faltaba Riku.

Pero ese sueño se había ido por el barranco. Él y yo nunca podríamos formar algo más, porque los demás nos lo impedirían.
Ahora me preguntaba ¿Cómo mis padres lo lograron? ¿Cómo mi padre Sesshomaru siendo el demonio más poderoso logró casarse con una humana? Él había cometido el mayor Tabú entre demonios, y aun así lograron salir adelante. Lo habían logrado, estaban juntos y nadie los molestaba, pudieron formar su familia sin interrupciones/reclamaciones de los Yokais. Vivían en paz.

Casi caigo, pero me sostuve de un árbol. Mi respiración estaba agitada ¿Cuanto había corrido? Choqué con innumerables personas en el camino que ni me di cuenta a donde iba o donde estaba... Esto era un desastre, yo era un desastre ¿Por qué algo tan pequeño se volvió tan grande? Sólo era una niña ¿Por qué no podía tener una relación normal? ¿Por haber nacido mitad demonio no podía vivir en paz? En ninguna de las dos sociedades me aceptaban, demonios o humanos, en cualquiera de las dos no encajaba.

Me enamoré de un demonio y termino mal ¿pasaría lo mismo si amará a un humano? ¿Eso quiere decir que cualquier camino qué escoja terminará mal... Sólo por haber nacido mitad demonio y mitad humana?

Quizás, después de todo el destino de Riku y el mío no iban por el mismo camino... Quizás, el amor romántico no era para mí.
A veces lo mejor era soltar y dejar... Y yo debía dejar ir esos sentimientos por él.

...

Stuck In The SameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora