Cap. 28 Desde Ese Entonces...

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La condición de Riku había empeorado, después de todo no sólo fue una leve herida sino que esta contenía un veneno poderoso, el cual se había expandido por todo el cuerpo dado a que estuvo moviéndose todo el tiempo.
Muchos demonios en la antigüedad murieron con solo respirar el miasma qué recorría el cuerpo del peli-rojo, el único que había podido resistir esta clase de veneno fue el padre de Towa, Sesshomaru, en una pelea hace demasiado tiempo y aún qué lo resistió sí lo hirió de gravedad momentáneamente.

—Aliviará el dolor. No tienes de que preocuparte —Indicó la madre de Riku, Midoriko, a Towa con una sonrisa.

Midoriko intentó purificar todo el veneno, pero fue en vano. Limpio la mitad del miasma, no obstante, todavía quedaba el suficiente en el cuerpo de su hijo para dejarlo en su estado actual. Había quedado en coma.

—¿Se pondrá bien? — Interrogó con preocupación la mitad demonio.

—Eso es seguro, hija. Él es fuerte — comentó con orgullo — Además, tu sigues aquí, estoy segura que lucha para volver a tu lado.

La princesa le regalo una sonrisa melancolíca. Su primer escuentro no esperaba que fuera así, en una situación tan crítica.

Kirinmaru estaba sumamente molesto con su hermana, querer perjudicar al clan del oeste era una cosa que podía pasar, pero que se metiera con su hijo para hacerlo era una totalmente diferente y que no aceptaría. Sesshomaru también estaba molesto, a él podían declararle la guerra, herirlo físicamente, perjudicarlo, sin embargo, meterse con su familia jamás. Eso de los nuncas, y el que fuera capaz de intentarlo terminaría muerto. Razón por la qué los reyes   Bestia se encontraban discutiendo, Kirinmaru protegía a su hermana, aunque siguiera enojado termina siendo qué era su familia, pero ante la lengua aguda de Sesshomaru no podía ganar, por supuesto este último se contuvo ante la mirada de su esposa, pero tenía mucho más con que cerrarle el pico al Rey Bestia del Este.

—¿Cómo está? — Preguntó Rin al ver salir a Midoriko. Los dos hombres se quedaron callados.

—No sé si volverá — Una lágrima derramó por su mejilla.

Ella tenía noción qué podría perder a su hijo, y que las posibilidades de que Riku volviera eran casi nulas. No tenía como salvarlo, en cualquier momento él podría dejar este mundo y no habría oportunidad de decirse el último adiós.

Rin la empezó a consolar y poco a poco fueron retirandose del lugar. La esposa de Sesshomaru sabía que escuchar las tontas discusiones de esos dos demonios no era lo que necesitaba ahora, Midoriko no necesitaba más problemas.

Los reyes dejaron a un lado sus diferencias y cada quien tomó su rumbo. Seguir discutiendo no les serviría de nada.

Habían pasas dos meses desde lo ocurrido y Riku todavía seguía inconsciente.
Después de haber superado tantos problemas aún no podían estar juntos, siempre había situaciones que lo impedían ¿Alguna vez volvería a estar en paz? Por el momento la respuesta era no, ya que todavía les quedaba un hilo suelto por ahí esperando hacer su ataque y terminar con eso para siempre.

Ya era de noche y Towa se encontraba a un lado del cuerpo de su pareja. No sabía cuando volvería o si lo haría, pero sabía que Riku desearia qué conservará la esperanza. No era el momento de rendirse apenas habían pasado dos meses. Los pensamientos de la albina fueron interrumpidos por la interrupción de Yuri, de vez en cuando acompañaba a la princesa procurando qué regresará bien.

—Towa, ya hay que irse — avisó entrando a la habitación. La mitad demonio asintió, antes de irse beso la frente del peli-rojo.

A pocos segundos de haber salido de la habitación un ruido fuerte provino de ella. Los dos regresaron de inmediato y al entrar la persona que menos deseaban tener ahí la tenían enfrente. Akemi tenia la katana en mano y estaba a poca distancia de Riku ¿Qué hacia aquí?

—Akemi ¿Qué quieres? — Cuestionó su hermano frunciendo el ceño.

—Vengo a cumplir mi misión.

Ella había decidido por varias semanas si ejecutar su último movimiento. Lo había dudado por mucho tiempo, pero al final se decidió...

—Que lo mates no significa que padre te acepte — explicó suavizando el tono.

—Tú qué sabes — frunció el entrecejo  —Tú siempre fuiste el favorito ¿¡Qué podrías saber!?

— Hermana, nuestro padre solo nos manipula ¿No te has dado cuenta? Hace qué hagamos cosas horribles para conseguir su aprobación.

Akemi ya se había dado cuenta de ese detalle, sin embargo, no quería aceptarlo. Deseaba pensar que podría conseguir qué su padre la aceptará como legítima heredera, pero al parecer eso sería imposible, su hermano tenia razón y ella no quería admitirlo.

—¡No! No puedo aceptarlo —Empuño la espada con más fuerza e hizo su ataque. Towa no llegaría, estaba demasiado lejos ¿Lo perdería para siempre? Ni siquiera el último adiós habrían podido decirse, sin embargo, Akemi no pudo, no logro efectuar su movimiento y se paralizó, Yuri se acercó y le quitó la katana. La princesa al instante se acercó a ver que Riku estuviera bien, le tranquilizó verlo sin heridas.

—Yuri... Tienes razón, papá jamás me aceptará, y eso es porque soy mujer — La familia de ellos era muy tradicional: el hombre era más importante que la mujer— Lo siento — La Hanyo asintió con una leve sonrisa.

A pocos centimetros Towa sintió un movimiento, cuando volteó sus ojos se cruzaron con unos color lavanda... Estaba atónita, la emoción le ganó y derramó lágrimas, se hundió en su pecho y lo abrazo.

—Hola de nuevo, mi querida princesa — le devolvió el abrazo y beso su frente.

—Pensé que no volverías — sollozo, y se secó las lágrimas.

—Siempre regresaré a usted— la miró y le sonrió.

Desde ese entonces no pudieron tener ojos para ninguna otra persona o demonio en el universo, por fin estaban juntos después de tantas dificultades y no se separarian nunca más, ni después de la muerte...

Fin

Ando Sad, amigos... 😭 Mataron a Riku!!! Qué crueles Sunrise, me dio tanta melancolía qué decidí dejarlo con vida en esta historia. Jamás se ira de nuestros corazones.

Stuck In The SameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora