Jovenes altezas

Hillerska

"Hillerska a 500 km" Wilhelm leyó el letrero mientras el auto continuaba en movimiento.

-Eres un príncipe y no por no ser el heredero a la corona significa que no puedas estar al tanto del reino- su madre hablaba mientras Wilhelm llevaba los audífonos puestos.

-Estas escuchandome- la mujer frunció el seño y Wilhelm se quitó los audífonos.

-Decias algo?- pregunto mientras recibía un golpe en la cabeza por parte de su progenitora.

-Auch- se quejó mientras se acariciaba en el golpe.

-Hellirska es el internado perfecto, tú hermano se graduó de ahí- la mujer le acomodo un poco el cabello.

El auto se detuvo y Wilhelm supo que no había marcha atrás.

Las puertas fueron abiertas y tanto él como su madre bajaron del auto siendo escoltados cada uno por un par de guardaespaldas.

La gente los observaba y Simon había quedado flechado del joven príncipe.

-Cierra la boca o sabrá que le gustas- Sara su hermana se acercó a él.

-Es más guapo en persona- Simon los vio desaparecer en la entrada.

-Los príncipes como el terminan en relaciones con gente como Felice- Sara señaló a una chica de piel morena caderas grandes y regordetas y de unas facciones preciosas.

Simon sabía de qué hablaba su pequeña hermana pero no es como si el no supiera que no iba a terminar en un cuento de hadas.

-Vamos a clase o se hará tarde- Simon comenzó a caminar hacia el instituto.

August esperaba paciente afuera de la dirección.

-Sepa que el príncipe está en buenas manos- La directora realizó una pequeña reverencia.

-Eso espero- la reina se despidió y se marcho.

August aprovecho y se acercó a Wilhelm.

-Hola primo- August saludo

-No sabía que estabas aquí- Wilhelm no se veía muy feliz de verlo.

-De saber que vendrías hubiese pedido que el banquete fuera en tu honor- August continuo hablando pero Wilhelm no le prestaba atención.

Simon lo miro ambos estaban echizados con el otro.

Simon sonrío para después saludar desde lejos moviendo su mano de un lado a otro.

Wilhelm sonrío de lado mientras correspondía el saludo.

Sara no podía creer lo que veía el príncipe los estaba saludando

-Si como quieras- Wilhelm se alejó de su primo mientras se acercaba a Sara y Simon.

-Soy nuevo aquí, podrían decirme dónde está este salón?- Sara se había paralizado estar cerca de un príncipe debía ser un sueño.

-Estas en el mismo salón que yo- Simon seguía endiosado.

-Pues vamos- Wilhelm comenzó a caminar a su lado.

Mientras Sara y Simon se miraban debes en cuando y después a el príncipe.

Wilhelm tomo la mano de Simón y ambos se sentaron juntos sin soltarse de las manos.

-Wilhelm- Felice entro al salón y Simon soltó la mano del príncipe.

-Te conozco?- Wilhelm ladeo un poco su cabeza

-Me presento soy Felice- la chica le extendió la mano pero Wilhelm no le regreso el saludo de mano.

-Hola Felice- Saludo y volteó a ver su mochila

Felice se fue a sentar para no quedar más en ridículo.

-Te va a gustar Hillerska es un buen internado- Simon le sonrió.

Al menos el internado no iba a ser tan malo.